Las armas de guerra encontradas por la Guardia Civil. Andrés Molina / AGM

Hallan armas de guerra en la casa de uno de los acusados del doble crimen de Lorca

La Guardia Civil cree que Velo y el traficante murieron en un tiroteo derivado de un intento de vuelco de droga en la finca del mafioso

Viernes, 5 de diciembre 2025, 10:33

Dos subfusiles, de 9 y 12 milímetros, con capacidad para traspasar hasta un chaleco antibalas. La Guardia Civil ha hallado armas de guerra en la vivienda de la localidad almeriense de Roquetas de Mar en la que se ocultaba uno de los sospechosos del doble crimen de Lorca, el cubano Lorenzo R.A. Concretamente, los investigadores de la Policía Judicial encontraron una pistola 9 milímetros y las dos metralletas, junto con abundante munición. Un arsenal que está ahora siendo analizado para comprobar si se empleó en el doble crimen y que, remarcó el coronel jefe de la Quinta Zona, Francisco Pulido, supone «un salto cualitativo en el ámbito de la delincuencia organizada en nuestro país».

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El máximo dirigente del Instituto Armado puso este viernes encima de la mesa este dato en una comparecencia, junto al delegado del Gobierno, Francisco Lucas, y la teniente Paula Segura, jefa del área de delitos contra las personas de la Benemérita en la Región, para desgranar los detalles de esta operación con la que el Instituto Armado ha logrado esclarecer el tercer doble asesinato que recae en sus manos en un año especialmente sangriento.

El delegado del Gobierno aplaudió la investigación de la Guardia Civil que en apenas dos meses ha permitido dar prácticamente por cerrado el caso. «Se trataba de un crimen complejo y, como siempre, la Guardia Civil lo ha resuelto con rapidez y eficacia».

'Operación Mango 25'

Uno de los fallecidos, abatido a tiros en su vivienda de El Cantal, en la pedanía lorquina de Garrobillo, era Giuliano Velo, un supuesto mafioso italiano de 67 años, viejo conocido de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desde que se instaló en España hace ya tres décadas. La segunda víctima, cuyo cuerpo fue hallado en el maletero de un Peugeot 5008 aparcado junto a la carretera que une Ramonete con Puntas de Calnegre, era Mohamed E., un ciudadano marroquí relacionado presuntamente con el tráfico de hachís y marihuana.

La investigación desplegada por la Guardia Civil, que ha llegado a implicar a más de medio centenar de agentes, partió desde el primer momento de la hipótesis de que ambas muertes estaban relacionadas, según explicó la teniente Segura. Solo una semana después los agentes ya seguían la pista de tres sospechosos, que han sido arrestados.

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El principal sospechoso es el cubano Lorenzo R.A., considerado lugarteniente de Velo y que fue localizado en una vivienda de la localidad almeriense de Roquetas de Mar. Este hombre, según explicaron fuentes cercanas al caso, ya tiene a sus espaldas alguna acusación de homicidio y está considerado un delincuente peligroso. Esto provocó que interviniera en el registro la unidad de operaciones especiales de la Guardia Civil, desplazada desde Madrid. La teniente Segura explicó que el sospechoso portaba encima alguna de las armas incautadas cuando fue localizado. Junto a él se hallaban dos hombres albanos que han sido detenidos por presunta tenencia ilícita de armas.

La Policía Judicial también ha arrestado por su presunta vinculación con el crimen a otro hombre del entorno de Velo que presuntamente cuidaba de la finca del mafioso, en la que se cultivaban mangos –fruta que da nombre a esta operación 'Mango 25'–; y a un marroquí que, al parecer, formaba parte del grupo de Mohamed E. Este último fue el primer detenido y quedó el miércoles en libertad con cargos tras declarar ante la jueza.

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Este primer sospechoso explicó a la instructora que acompañó a Mohamed E. a la casa de Velo para un intercambio de droga, posiblemente hachís. En un momento determinado, según su versión, Mohamed sacó una pistola y comenzó a disparar –en un posible intento de vuelco–, iniciándose un tiroteo en el que tanto él como Velo resultarían heridos mortalmente. Este investigado asegura que logró abandonar la vivienda del italiano a la carrera, dejando el cuerpo de su compañero.

La investigación de la Benemérita apunta a que Velo, antes de fallecer, ordenó a sus acólitos que se deshicieran del cuerpo del marroquí. Estos presuntamente metieron el cadáver en el maletero de un Peugeot 5008, con las placas de matrícula dobladas, que acabarían abandonando a las puertas de un bar de Ramonete. Unas cámaras de seguridad cercanas captaron el momento en que se acercaba el vehículo. Unas imágenes que sirvieron a los agentes para comenzar a tirar de un hilo que acabó desenmarañando toda la madeja.

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«Las pruebas son abrumadoras»

Francisco Adán. EFE

Los abogados Francisco Adán y Javier Verdú, que han asumido la acusación particular en representación de la familia de Mohamed E., uno de los fallecidos, quisieron felicitar a la Guardia Civil por la «rapidez y el interés depositado» en la resolución del caso. «Las pruebas contra los dos investigados son abrumadoras», recalcó Adán, que aguarda que el levantamiento del secreto de sumario permita aclarar algunos detalles. Los letrados avanzaron que las partes están aún pendientes de los resultados de numerosos análisis que la Policía Judicial ha encargado.

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