Los albergues municipales de Lorca cuelgan el cartel de completo hasta mediados de septiembre
Asociaciones y colectivos de entre 25 y 60 personas llenan Casa Iglesias y Puntas de Calnegre con estancias de entre 8 y 15 días
Los albergues municipales de Casa Iglesias, en la sierra de La Culebrina, y Puntas de Calnegre, situado junto a la playa, han colgado el cartel ... de completo hasta mediados de septiembre. Lo confirmó a LA VERDAD Jerónimo de San Bartolomé, responsable de reservas y atención al cliente de la red de albergues, que gestiona la empresa El Molino. La ocupación se ha incrementado un 10% con respecto al verano pasado y los clientes «cada vez tienen más previsión a la hora de hacer sus reservas». Este año la ocupación total se ha prolongado hasta septiembre y con mucho tiempo de antelación y eso «no es lo habitual», remarca.
La mayoría son asociaciones y colectivos muy numerosos, de entre 25 y 60 personas, que celebran sus campamentos de verano. Proceden de todos los puntos de España y de Europa, en este caso en intercambios juveniles, y el tiempo medio de estancia oscila entre los 8 y los 15 días. Entre los que se alojarán este mes de agosto en Calnegre se encuentran algunos de los protagonistas de la película 'Campeones', que forman parte de una asociación de personas con discapacidad de Madrid. Los usuarios de la capital de España son los más numerosos, les gusta especialmente desplazarse a la Región de Murcia y, en muchos casos, repiten año tras año.
El albergue de Casa Iglesias, con 56 plazas, es el más antiguo y ha cumplido ya 25 años. El edificio es una casa forestal rehabilitada y su principal atractivo en verano es la piscina, además de su enclave, entre densos pinares y próximo al río Luchena y al pantano de Valdeinfierno, que permite realizar senderismo y rutas en bicicleta. La zona está declarada de Especial Protección para las Aves y atesora una de las colonias más importantes de buitre leonado y otras especies como el águila culebrera, jabalíes, jinetas y arruís.
El albergue de Calnegre, con 70 plazas, es más grande y se incorporó a la red municipal en 2005. El público es más variopinto porque dispone de apartamentos, con entrada independiente, en los que suelen alojarse familias y parejas.
Un elemento transformador
De San Bartolomé explica que los clientes de los albergues de Lorca «buscan algo diferente, se molestan en llegar hasta ellos», aunque están situados en parajes muy alejados de la ciudad». La ubicación es una de sus principales virtudes y estas edificaciones municipales son «un elemento transformador del lugar en el que se encuentran, los vecinos lo sienten como algo suyo porque inyectan vida» a las zonas rurales que sufren el fenómeno de la despoblación, «con gente de todo tipo que va y viene y de todas las edades, sin que sea un turismo masivo».
El resto del año la ocupación de los albergues cae en picado, pese a las propuestas de actividades de deporte y ocio en contacto con la naturaleza en entornos privilegiados de la sierra y la costa virgen. La media fue de entre el 30% y el 40%, salvo fechas puntuales como las de Navidad y en las de Semana Santa, en las que la ocupación llegó a alcanzar el 70%. El perfil también cambia, los usuarios suelen ser familias y grupos más reducidos, detalla el responsable de albergues de la empresa El Molino.
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