Las lluvias dan un impulso a la campaña de invierno pero se olvidan del secano en la Región de Murcia
El balance es positivo para el campo, aunque el paso de la borrasca no mejora el déficit de recursos hídricos en la cuenca del Segura
El paso de la borrasca Gabrielle esta semana por los territorios agrícolas de la Región de Murcia conllevó una lluvia a trompicones que, según las ... principales organizaciones agrarias, es «positiva» pero «apenas ha supuesto un riego» para el campo. Estas precipitaciones, con acumulados de hasta 80 o 70 litros en una hora, se hicieron notar en la Vega Media, donde el agua permitió lavar la tierra y eliminar sales del suelo en las producciones leñosas, y en otros puntos muy concretos de las comarcas del Guadalentín y el Campo de Cartagena, que viven estos días el inicio de la campaña de hortalizas de invierno.
Una lluvias «muy irregulares» para el presidente de COAG Murcia, José Miguel Marín, quien adelanta que el secano «ha pillado poca agua», aunque la humedad que ahora hay en el terreno será un empuje para la siembra de cereales. «El balance es positivo por las fechas en las que estamos, más allá de que en algunas zonas donde haya llovido torrencialmente haya problemas en las hortalizas», analiza.
Ese matiz «puede retrasar las labores de plantación», apunta el secretario general de Asaja Murcia, Alfonso Gálvez, pero no cree que llegue a existir un problema generalizado de hongos o podredumbre. «Depende de en qué zonas esto habrá supuesto medio riego o un poco más, pero no ayudará a paliar el déficit hídrico en la cuenca», señala, pero destaca el empuje que dará a distintas variedades de limón, naranja y mandarina.
Marcos Alarcón, líder de UPA Murcia, subraya también el escaso beneficio que sacará el secano de este temporal, pero la cantidad caída sí que permitirá engordar el calibre de los limones en la Vega Media. «Pero siguen siendo muy escasas, insuficientes para los cultivos», reconoce.
La Consejería de Agricultura también ve «positiva» la lluvia por el humedecimiento del suelo, la recarga hídrica y el impulso al arranque de algunas plantaciones, aunque no frena el impacto de la sequía en el secano. Sin embargo, podría haber provocado «alguna incidencia como es la caída de flores o frutos recién cuajados en cítricos, y sobre todo el retraso del trasplante en determinados cultivos hortícolas al estar la tierra demasiado húmeda».
Para otros cultivos ya finalizados como los frutales de hueso el efecto, las precipitaciones son «beneficiosas» ya que contribuyen «a mejorar la reserva hídrica de los suelos de cara al periodo invernal, pero con un efecto muy limitado en la recarga de los acuíferos».
'Embalse muerto'
La Comunidad murciana inicia hoy un nuevo año hidrológico con la mirada puesta permanentemente en el cielo. Las precipitaciones de estos días no han logrado aliviar la mala situación hidrológica que atraviesa la cuenca del Segura, cuyas reservas vuelven a caer hasta situarse en el 16% (187 hectómetros) de la capacidad total de los embalses.
La cabecera de la cuenca ha registrado lluvias muy poco relevantes, pero lo que ha caído permitió estos pasados días cerrar las compuertas de las presas del Cenajo y la Fuensanta para mantener solo el caudal ecológico. Una medida de ahorro fijada por la Confederación Hidrográfica del Segura para evitar que esas reservas no caigan hasta los 40 hectómetros, línea roja que anunciaría el 'embalse muerto' en ambas infraestructuras.
El organismo de cuenca a punta a un final del año hidrológico 2024/2025 no muy bueno ya que las precipitaciones del verano y estas últimas «no han resuelto el problema». De no llover en octubre y noviembre, se verá obligado a convocar otra vez a la Comisión de Desembalses para estudiar nuevas restricciones a los regadíos tradicionales y no tradicionales, que ahora sufren un recorte medio de agua del 27%.
Nuevos arrastres al Mar Menor, que espera una revisión tras la tormenta
El Mar Menor volvió este lunes y martes a recibir grandes volúmenes de agua cargada de sedimentos y arrastres de la cuenca vertiente. Las mayores precipitaciones registradas en la cuenca vertiente fueron los 80 litros por metro cuadrado en el arco sur, mientras que en la zona oeste del Campo de Cartagena y la cara sur de la Sierra de Carrascoy se acumularon unos 30 y 50 litros en algunos puntos. El primer episodio generó la crecida súbita de la rambla de la Carrasquilla, en cuya desembocadura se registró turbidez y presencia de sedimentos, pero sin especial incidencia sobre el estado general del Mar Menor por el poco tiempo que duró. En el segundo caso, según un balance de la Consejería de Medio Ambiente, las lluvias caídas fueron a parar en su mayoría a la rambla del Albujón, que llegó a transportar hasta la laguna 3.000 litros a primera hora de la mañana del martes.
«Se han registrado lluvias puntualmente intensas, pero muy localizadas y de corta duración, por lo que el volumen total de agua dulce que ha entrado en el Mar Menor no esperamos que tenga ninguna influencia en su estado», concluye el departamento del consejero Juan María Vázquez. Sin embargo, queda pendiente en los próximos días realizar mediciones para conocer cómo marchan parámetros como el oxígeno disuelto en el agua, turbidez, clorofila o salinidad, entre otros. Esta semana continúan 70 operativos retirando biomasa del litoral marmenorense.
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