Jóvenes enganchados al juego: «Mi hijo pedía préstamos para seguir apostando»

A María le costó comprender lo que estaba ocurriendo. Como tantos otros padres, durante toda la adolescencia de su hijo había estado pendiente de otras señales de alerta: el posible consumo de drogas, o los resultados académicos. Como todo iba bien, no sospechó. Pero la generación de su hijo vive una realidad nueva, que hace algunos años no existía. Muchos veinteañeros ya no quedan a tomar una copa en el pub, sino en el salón de juegos. Otros pasan el rato jugando por internet. Asociaciones y expertos llevan tiempo advirtiéndolo.

El problema afecta incluso a chicos todavía más jóvenes. Según un reciente estudio del servicio de Epidemiología de la Consejería de Salud, uno de cada cuatro adolescentes murcianos participa en apuestas o juegos de azar con dinero -ya sea de manera habitual o esporádica- a través de internet o de forma presencial en locales dedicados a estas actividades. Se trata de una tendencia peligrosa: el 4,7% de los adolescentes no solo juegan, sino que cuando lo hacen presentan patrones que les acercan a la adicción. O bien se encuentran en situaciones en las que sienten la necesidad de apostar cada vez más, o mienten a su entorno más cercano sobre el dinero que destinan a estas actividades.

Cuando María comprobó el problema con el juego que arrastraba su hijo, acudió a la Policía para que rápidamente se incluyese su nombre en la lista de personas autoexcluidas de los locales de juego. El chico había comenzado a acudir con los amigos a este tipo de establecimientos, pero al final «iba él solo», explica su madre. Ya no era una forma de socializar sino un hábito con tintes adictivos, aunque afortunadamente se ha cortado a tiempo.

Porque, además de consultar a la Policía, María acudió al médico de familia. «No sabía dónde ir -confiesa-; y fue en el centro de salud donde nos dieron varias opciones, entre ellas Proyecto Hombre». Tocar a la puerta de esta organización social fue la mejor de las decisiones, subraya. Madre e hijo comenzaron a recibir el apoyo de Proyecto Hombre el pasado mes de octubre, y desde entonces la situación ha cambiado completamente. El chico ya no apuesta y está en pleno proceso de recuperación. «Para él, fue un alivio que lo descubriéramos», resume María.

Proyecto Hombre atiende a un número cada vez mayor de chavales con un perfil similar al hijo de María. El 15% de los jóvenes atendidos en 2019 por esta organización presentaban problemas con el juego. En 2021, el porcentaje llegaba ya al 20%. «Son chicos de 20, 22 o 24 años que nos llegan cuando el problema ya ha estallado. Pero, en realidad, ese problema ha comenzado mucho antes, incluso siendo menores», reflexiona Concha Nortes, psicóloga de Proyecto Hombre. De ahí que esta organización haya puesto en marcha, gracias a una subvención del Servicio Murciano de Salud (SMS), un programa destinado a menores de 18 años y a sus padres que tiene como objetivo prevenir el abuso en el juego.

A este recurso puede acceder cualquier familia de la Región de Murcia que quiera consultar dudas o haya observado algún comportamiento en los hijos que les haga sospechar de algún riesgo. «No estamos hablando necesariamente de chicos que tengan un problema, el objetivo es prevenir. Es un programa mucho más orientado a la prevención que al tratamiento. Se trata de adelantarnos a la posible problemática», explica Fernando Lorente, coordinador de Proyecto Joven, donde se integra esta iniciativa. Se trata de un servicio psicoeducativo con un «abordaje integral». Junto con padres e hijos se trabajan «aspectos personales, familiares, de relación u ocio», con el objetivo de reducir la conducta de riesgo y «potenciar la adquisición de hábitos saludables».

Los profesionales animan a los padres a que busquen asesoramiento. «Si ves que tu hijo ha apostado, o tiene alguna conducta que te preocupa, no esperes a que haya un problema, llama y pregunta», resume Concha Nortes.