La incertidumbre y el aumento de muertes disparan los testamentos a cifras récord en la Región de Murcia
Perciben un leve repunte de donaciones por la eliminación del impuesto entre tíos, hermanos y sobrinos
Más de 19.000 murcianos dieron el pasado año el paso de dejar por escrito sus últimas voluntades en alguna de las notarías de la ... Región de Murcia. El número, que se traduce en la firma de hasta 52 testamentos de media cada día, supone una cifra récord que no se había visto, al menos, en los últimos 15 años, según la estadística facilitada por el Consejo General del Notariado de España. Estos profesionales contabilizaron en el segundo año de pandemia hasta 19.069 de estos documentos, un 15,8% más que en 2020.
La decana del Colegio Notarial de Murcia, Carmen Rodríguez, constata que «es el mayor número de testamentos en Murcia desde que tenemos datos estadísticos». Al igual que explican desde el Consejo General del Notariado, Rodríguez vincula este importante repunte, aún más acentuado en la Comunidad que a nivel nacional, con el incremento de la incertidumbre sobre el futuro y el aumento de los fallecimientos de la mano de la Covid. «La mayor conciencia de la mortalidad y de que puede producirse un fallecimiento repentino nos ha hecho pensar que a lo mejor es conveniente dejar ordenada la sucesión para cuando pase el fallecimiento», argumenta la decana de este colectivo.
Rodríguez explica, asimismo, que el incremento de la mortalidad ha conllevado la realización de más declaraciones de herederos -el procedimiento necesario cuando alguien fallece sin hacer testamento- y que este puede encontrarse también en parte detrás de estas elevadas cifras. «Quizás los que han tenido que hacer declaración de herederos de sus padres o de sus seres queridos, han decidido hacer ellos testamento para evitarles a sus descendientes el tener que realizar ese trámite», razona la decana.
Las citas en los despachos notariales aumentaron así de forma significativa el pasado año y lo hicieron además en tramos de edad más bajos de lo que venía siendo habitual, rompiendo así la tendencia tradicional de dejar ese proceso para las edades más avanzadas. «Cuando uno alcanzaba cierta edad sí se empezaba a plantear ciertas cosas, como el testamento», explica Rodríguez, «pero la Covid ha hecho que la gente más joven empiece a verlo también y haga testamento antes».
Adelanto de la decisión
A nivel nacional, el número de testamentos alcanzó el pasado año la cifra de 723.642. Supone un aumento en 92.406 documentos frente a los otorgados en el ejercicio anterior -un 14,6%-, según los datos que maneja este organismo. Este repunte también es la mayor subida interanual de la serie de testamentos desde que comenzó a registrarse este aspecto en la base de datos del Consejo General del Notariado en 2007.
El 98% de ellos fueron testamentos unipersonales abiertos, en los que la persona que testa expresa las disposiciones en presencia de un notario, según precisaron fuentes del Consejo. El 2% restante lo conformaron otro tipo de actos de última voluntad, como testamentos cerrados u ológrafos -aquel que se redacta a mano y está firmado por el propio testador-.
Al igual que ocurre con los testamentos, las herencias también fulminaron el pasado año todos los récord. En la Región se aceptaron hasta 9.134 legados, un 30% más que solo un año antes. La cifra queda a años luz de los números registrados en otros ejercicios y está cerca de duplicar la estadística de hace una década -en 2011 fueron 5.462-.
El alto volumen de fallecimientos por el coronavirus trajo de la mano un mayor retraso en la tramitación de documentos, favorecido a su vez por las medidas de ampliación de los plazos para poner todo en regla y liquidar los impuestos. Dado que legalmente el familiar dispone de hasta 30 años para aceptar o renunciar a una herencia -la obligación en el momento del fallecimiento solo es el pago de los impuestos-, todo parece indicar que estos actos se pospusieron. Así fueron muchos los ciudadanos que dejaron enfriar su decisión de aceptar o rechazar las herencias. La decana de los notarios murcianos vincula, en parte, este repunte de las herencias a un posible 'efecto rebote', que explica que muchas de las operaciones se hayan formalizado en 2021 en lugar de en 2020, que tuvo un exceso de mortalidad mucho mayor. «Muchas de las que no se hicieron en 2020, se hicieron en 2021», explica Rodríguez. «El aumento es considerable».
Las donaciones también arrojaron un repunte el pasado año. Los notarios murcianos contabilizaron 8.358 procedimientos de este tipo frente a los 7.529 del ejercicio anterior, un 11% más. Un incremento que, explica Rodríguez, sigue la tendencia que se inició desde que se introdujo la bonificación de padres a hijos.
Parientes por afinidad
La aprobación el pasado diciembre de la eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones también para tíos, sobrinos y parientes por afinidad también se deja ya notar en los despachos de las notarías aunque, espera Rodríguez, lo hará aún con mayor fuerza en los próximos meses. «Percibo una cierta subida en las donaciones en esos grados de parentesco que antes no tenían bonificación», reconoce la decana. «En el día a día de mi despacho sí se ven».
A nivel nacional también se produjo un aumento de las donaciones de hasta un 30,7%. El Consejo argumenta que «si bien existe cierto efecto de solidaridad intrafamiliar e intergeneracional para paliar los efectos de la crisis provocada por la Covid, también hay que tener en consideración las expectativas de subidas impositivas que han podido incrementar el número de donaciones». La posible armonización de impuestos que impulsará el Gobierno se ha dejado notar en este ámbito.
Las renuncias a herencias repuntan un 28,4% por el miedo a las deudas
Hasta 1.712 herederos renunciaron el pasado año al legado que les correspondía. La decana del Colegio Notarial de Murcia, Carmen Rodríguez, explica que 2021 no dejó solo una cifra récord de testamentos o de herencias aceptadas. También el desistimiento a los legados alcanzó unas cotas nunca antes vistas. Las 1.712 renuncias a herencias contabilizadas el pasado año supusieron un 28,4% más que en el ejercicio anterior y el número más elevado desde que se tienen registros.
El temor al elevado endeudamiento que acarrean muchos de esos legados, así como a hacer frente a la fiscalidad que supone la transmisión de los bienes y derechos explican esa voluntad por parte de muchas personas de desentenderse de lo que les correspondería como beneficiarios. Ante este panorama, la decana de los notarios recuerda la existencia de la figura de la aceptación a beneficio de inventario. Ésta permite que el heredero acepte su legado pero una vez que se han pagado las deudas. De esta manera, explica, no respondería con su propio patrimonio de las adeudos de la herencia.
«Es conveniente que los ciudadanos se asesoren en la notaría porque la aceptación a beneficio de inventario sí está sujeta a plazos», explica Rodríguez. «No puede uno aceptarla indefinidamente, por lo tanto es recomendable que si se piensa en utilizar esta figura que se acuda a la notaría para ser asesorados».
A nivel nacional las renuncias a herencias también repuntaron el pasado año, hasta un 25%. Esta tasa rompe la tendencia descendente que se había apreciado durante el primer año de pandemia. Con este incremento, además, los desistimientos alcanzan también en el país cifras récord.
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