Los bingos buscan un revulsivo con la regulación del juego electrónico

«El sector está inmerso en un proceso de reconversión en todas las comunidades que tiende hacia esta nueva modalidad», explican desde la Consejería que dirige Luis Alberto Marín. En la actualidad, en la Región existen seis salas de bingo autorizadas, pero solo una de ellas dispone desde julio de 2021 del preceptivo permiso para emplear el bingo electrónico.

La Administración regional y las empresas del sector confían en que con la nueva modalidad se reactive el negocio y aumente la venta de cartones, como ha ocurrido en el resto de comunidades que ya cuentan con ella.

Así, por ejemplo, en Castilla y León y Andalucía se ha autorizado recientemente el 'bingo electrónico de sala'; un formato denominado 'plus' en Castilla-La Mancha o Cataluña; el 'Derivado' en Asturias; el 'E-plus' en el País Vasco o la modalidad denominada 'Mixto' en La Rioja y Extremadura.

En la Región de Murcia, en cambio, donde predomina el bingo tradicional, la venta de cartones ha registrado una importante caída en los últimos años, al pasar de los 34.230.000 facturados en 2016 a los 25.497.504 del pasado año, lo que supone un descenso del 25%, según datos facilitados por la Consejería.

La Comunidad ha iniciado un proceso de participación social, en la que recogerá las propuestas de los ciudadanos para reformar el reglamento del bingo, que data de 2010, y adaptarlo a la modalidad electrónica y así se ponga en consonancia con el resto de autonomías.

En año y medio que lleva autorizado en una sala de la Región se han vendido solo 4.000 cartones electrónicos, frente a los más de 22 millones adquiridos en Aragón ya en el año 2019; los 6,2 millones de Cantabria; los 3,3 millones de Castilla-La Mancha; los casi 13,5 millones de Cataluña o los casi 160 millones de cartones vendidos en la vecina Comunidad Valenciana.

El bingo electrónico cuenta con cartones virtuales y unos monitores individuales en los que aparecen los número sorteados y que avisan al jugador en caso de obtener algún premio.

El objetivo de la Consejería es modificar las normas para «adaptarlas a la incorporación de los nuevos elementos tecnológicos y que esta actividad se desarrolle de manera ordenada y regulada y con las máximas garantías de seguridad», informan desde este departamento. La mayor parte de las comunidades han ido autorizando de manera progresiva la figura del bingo electrónico a lo largo de los últimos años. Estos reglamentos y autorizaciones están en proceso de revisión debido a la reconversión que afronta el sector. La Consejería está estudiando modificar las características técnicas, operativas y funcionales aplicables al bingo electrónico, que no se ha desarrollado en la Región de Murcia, y suprimir el denominado bingo automático por las similitudes con la nueva versión del electrónico.

También se incorporará la figura del bingo electrónico de sala, un juego que se desarrolla desde hace varios años en el resto de comunidades autónomas y cuya característica fundamental es que se pueden usar tanto cartones electrónicos como físicos.

El reglamento se centra también en garantizar la correcta aplicación de la nueva normativa, para lo que se introducen medidas como una fianza de 30.000 euros para obtener la autorización o la exigencia de medidas de seguridad para las conexiones que incluyan, por ejemplo, la obligatoriedad de que las autoridades competentes en materia de juego tengan la posibilidad de bloquear los servidores centrales, de sala o de los terminales electrónicos empleados en el desarrollo del juego en caso de que existan indicios racionales de infracciones.

La modificación se encuentra aún en una fase muy inicial, ya que solo ha salido a consulta pública previa. Una vez redactado, el proyecto se presentará a la Comisión del Juego y Apuestas de la Región, integrada organizaciones empresariales y asociaciones y colectivos ciudadanos.