El padre de uno de los menores atropellados en Murcia: «Los dejó tirados en la carretera. Eso no se hace ni con un perro»
Las familias de los jóvenes arrollados en Rincón de Beniscornia reclaman justicia: «Que pague la pena más grande que haya»
Iván y Sonia tienen 17 y 16 años y toda la vida por delante. Esta pareja de adolescentes, que tejió su amor hace más de dos años en las aulas del instituto Miguel de Cervantes, fue arrollada, en la madrugada de este domingo, por el conductor de una furgoneta cuando circulaban en patinete por la carretera de la pedanía murciana de La Ñora. El autor del arrollamiento, que se dio a la fuga dejándolos gravemente heridos, se entregó pocas horas después del siniestro, una vez que los agentes de la Policía Local de Murcia habían logrado localizar el vehículo. Los dos jóvenes, en coma inducido, luchan ahora por salir adelante mientras sus familiares y amigos cruzan los dedos, atravesados por el dolor. «Los médicos nos han dado ánimos», explica emocionado Miguel Limiñana, padre de Sonia. «Dicen que son jóvenes y que tienen ganas de vivir».
A las puertas del hospital Virgen de La Arrixaca, la familia de los dos menores aguarda las últimas noticias sobre su evolución. Según explica el padre de Sonia, los adolescentes pasaron las primeras horas tras el atropello en coma inducido y los médicos tienen previsto ir reduciéndoles la sedación en las próximas horas para estudiar su reacción. «A Iván lo operaron este domingo y le quitaron un trozo de cráneo porque tenía una parte del cerebro presionado», relata. «Parece que él se está llevando la peor parte». Sonia, al igual que su compañero, se encuentra en la Unidad de Cuidados Intensivos batallando contra los estragos del fuerte traumatismo que les provocó el arrollamiento. «Mi hija tiene la cara desfigurada, la nariz rota, la boca desplazada... La van a tener que operar de la nariz. Tiene la cabeza inflamada», lamenta.
El atropello de los dos menores se produjo en torno a la una y media de la mañana en la citada carretera, concretamente a la altura del Rincón del Beniscornia. «Es un trayecto de dos kilómetros que lo han hecho mil veces», explica el padre de Sonia. Ambos habían estado cenando y viendo una película en la casa de Iván. «A la una llamé a mi hija para que viniera para casa y me contestó que ya salían», explica Miguel. Una media hora después, extrañado porque no llegaba, este vecino de La Albatalía volvió a marcar el número de su hija, pero no respondía y al rato le apareció ya apagado. «Llamamos al teléfono de Iván y nos lo cogió la Policía», relata sobrecogido. «Nos dijeron que habían tenido un accidente y estaban gravísimos. Que los habían dejado tirados en la carretera desangrándose a los dos».
Ayuda de varios vecinos
Miguel incide con especial dolor en el hecho de que el conductor continuase su camino dejando en la carretera a los dos jóvenes gravemente heridos. «No tuvo la decencia de parar», remarca. «Atropellas a un perro y te paras a ver cómo está el animal. Si se lo haces a un animal, ¿no se lo vas a hacer a dos críos?».
Las familias de ambos agradecen la ayuda de varios vecinos que escucharon el ruido y salieron a ayudar a los adolescentes. «Una mujer venía por la carretera y vio la furgoneta como se iba», explica. «Vio a mi hija arrastrándose por el suelo y al crío que estaba inconsciente. Mi cría trató de despertarlo y ya se quedó también».
Con el presunto autor del atropello ya a disposición de la justicia, Miguel reclama justicia. «Yo lo único que quiero es que vayan con todo, a muerte», subraya. «Ni dinero ni nada. Que pague la pena más grande que haya porque no es normal lo que le ha hecho a dos críos».
