Los exministros Sebastián y Nadal piden estabilidad para impulsar la competitividad

Los exministros Álvaro Nadal (PP) y Miguel Sebastián (PSOE) confiaron ayer en que, tras los últimos comicios electorales, puedan acabar formándose gobiernos «estables» que proporcionen una legislatura de «tranquilidad», en la que se desarrollen políticas que impulsen la competitividad y permitan propiciar un cambio de modelo productivo que afiance la economía del país. Así lo afirmaron en declaraciones realizadas a los medios de comunicación antes de participar en el foro 'Diálogos para el desarrollo', que organiza Management Activo en Murcia. En este contexto, los dos políticos ofrecieron sus particulares visiones a empresarios y directivos sobre cómo crecer mejorando la sostenibilidad.

Sobre la situación actual, en la que se está en pleno proceso de negociación entre las distintas formaciones políticas para tratar de cerrar pactos, Sebastián advirtió de que «más vale un acuerdo estable que rápido» en la formación de los diferentes gobiernos estatal, autonómicos y locales. En este sentido, insistió en que, tras las negociaciones para la formación de los ejecutivos, habrá que llegar a «pactos de Estado pendientes» y reformas que son «clave para cambiar el modelo productivo y seguir siendo competitivos».

Por su parte, Nadal confió en que a los pactos les sucederán unos años «de tranquilidad» y sin nuevos compromisos electorales, en los que los poderes públicos podrán apostar por «los temas importantes y que influyen sobre el desarrollo» del país y que, paradójicamente, se han dejado de lado casi por completo durante la campaña, como es el fomento de la competitividad.

En su opinión, las políticas tanto nacionales como autonómicas deben tener «mucha mayor capacidad de impulsar la competitividad», así como la digitalización y la educación, y lamentó que «falte concienciación en la política» y en la sociedad en general sobre la importancia de esa materias, a pesar de que son las que hacen prosperar a un país.

A ese respecto, Sebastián subrayó que España tiene el problema del alto endeudamiento y de la productividad, pues el modelo económico es «muy antiguo» y sigue estando basado en buena medida en «el ladrillo, el turismo de cantidad más que de calidad y unos servicios muy poco productivos».

Por ello, resaltó la necesidad de que los gobiernos apuesten por las nuevas tecnologías y defendió también la «robotización» porque, aunque «destruye empleo» para una misma producción, a la larga es «el gran impulso al crecimiento económico» que necesita el país.