«Es una estafa a los más humildes»

Desempleados, temporeros del campo, viudas, pensionistas. El cierre, el miércoles y sin previo aviso, de la clínica iDental-Dentistas con Corazón de Cobatillas ha dejado tirados en la Región a centenares de pacientes con pocos recursos. Muchos de ellos se agolpaban ayer por la mañana a las puertas del centro a la espera de una explicación que, de momento, no ha llegado. «No tengo medios para ir a un dentista, vine aquí porque era más barato y porque me lo pintaron todo de color de rosa. He pagado ya casi 4.000 euros y tengo la boca destrozada», se quejaba, con amargura, María Josefa Gómez. Cada mes destina 142 euros, de los 360 que cobra de su pensión no contributiva, a pagar un tratamiento que ahora ha quedado abruptamente interrumpido.

«Vine hace dos años y en 15 días me pusieron toda la dentadura, pero fue un desastre -contaba María Josefa, desolada-; me tuvieron que quitar tres tornillos porque se infectaron; tenía toda la boca morada». A día de hoy carece de dentadura en la parte superior, y las piezas de la inferior amenazan con romperse o provocar nuevas infecciones.«¿Tendré que ir a otro dentista, pagarle y perder mis 4.000 euros?», se preguntaba indignada.

María Dolores Morcillo comparte esta sensación de desamparo. Su hija, empleada en una pescadería, pagó 2.200 euros, pero solo le han hecho la parte del tratamiento correspondiente a 900 euros. «Le quitaron las muelas pero luego le dijeron que no le podían poner las piezas. Puso varias reclamaciones para que le devuelvan el dinero pero no ha habido manera». Por iDental han pasado también cuatro sobrinos de María Dolores, uno de ellos trabajador del campo, de 40 años, «que está con depresión, encerrado en su casa, porque no puede ni comer».

La cadena iDental-Dentistas con Corazón, máximo exponente de la odontología 'low-cost', desembarcó en la Región en 2015 con una macroclínica en Cobatillas por la que hasta mediados de 2017 habían pasado ya 12.500 clientes, según datos de la propia empresa. Sus agresivas campañas de publicidad, en las que se anunciaban supuestos descuentos de hasta el 80%, permitieron captar sobre todo a personas con escasos recursos.

Pronto empezaron a proliferar denuncias y reclamaciones por presuntas negligencias. De algunas de ellas se hizo eco 'La Verdad'. Los clientes denunciaban que eran atendidos por odontólogos muy jóvenes, casi sin experiencia, y que además raramente repetían con el mismo paciente. La cadena captaba a dentistas recién graduados y les ofrecía un máster de implantología a cambio de su trabajo en la clínica.

Entre 2016 y 2017, el centro de iDental en Cobatillas acumuló 24 quejas en el Colegio Oficial de Dentistas, lo que representa el 40% de todas las reclamaciones presentadas por supuesta mala praxis en la Región en ese periodo. iDental siempre defendió que todas estas quejas representaban una mínima parte de su actividad.

A las puertas del concurso de acreedores, los centros de iDental han ido cerrando sus puertas de forma progresiva en toda España en las últimas semanas: Valencia, Cataluña, Andalucía, Madrid y, el miércoles, la Región de Murcia. Muchos pacientes tenían citas pendientes, y a otros se las anularon o retrasaron sin explicaciones. «Esto es una estafa, y encima dirigida a personas humildes. Nos han engañado a todos», clamaba ayer, indignado, Jesús Chávarri. «Cobro una pensión de 414 euros, y 87 euros al mes se me van para pagar un tratamiento que no está terminado y que está mal hecho», explicaba.

Alberto Gavilán, otro afectado, está en el paro. Su pareja tiene un trabajo de media jornada. Con enorme esfuerzo, pidieron un préstamo personal de 3.500 euros. Ahora, se ha quedado sin dentadura en la parte superior, y con las piezas mal puestas y sin los tornillos adecuados en la inferior. «Estaba esperando cita para que me diesen una prótesis provisional, de quita y pon, pero ¿y ahora qué?», se preguntaba.

Belkher Rachdi afronta un préstamo de 840 euros, pero le hicieron pagar «150 euros más» porque le dijeron «que tenían que matarme un nervio y que eso no estaba incluido». Todavía está esperando el posterior empaste, que muy probablemente ya no llegará, al menos de la mano de iDental. Sandra Milena Quimbayo, otra afectada, comenzó su tratamiento en noviembre de 2016. «Pero no se lo terminaron. Tenía cita para el próximo día 20, para que le tomasen las medidas para un implante. Le llamaron y le dijeron que se lo adelantaban, así que vinimos el jueves pasado», contaba ayer su marido. «Al día siguiente tuvo que volver porque se le aflojó el implante. Se lo apretaron y le dieron cita para dentro de dos meses. Pero ahora tiene dolor, porque está mal puesto, y no sabemos dónde ir», resumía.

'La Verdad' se puso ayer en contacto con los responsables de Comunicación de iDental, pero no hubo respuesta. Nadie de la compañía ha dado la cara de momento ante los clientes. La única presencia ayer, ante las persianas cerradas en Cobatillas, era la de varias patrullas de la Guardia Civil enviadas para evitar incidentes.