Ihab Fahmy: «Enseñamos que nuestra religión es hacer el bien y rechazamos el terrorismo»

–¿Qué le parece que no haya clases de religión musulmana en los centros educativos de la Región, pese a que la ley así lo establece?

–Es un signo de discriminación y de desigualdad, que el alumno entiende como una minusvaloración hacia su persona. Y es un factor de marginación que aumenta el abandono escolar.

–La Administración regional centra el problema en las diferentes corrientes de su religión y en que eso dificulta la habilitación de los profesores. ¿Está de acuerdo?

–Gracias a Dios, estamos en un estado de derecho y aconfesional. Hay un 'currículum' aprobado de acuerdo con el Estado, un libro homologado y unos padres que piden que a sus hijos se les enseñe la religión de acuerdo con la Constitución. Y ya hay profesores nombrados por la Comisión Islámica, con la formación que exige la ley. Tenemos 100 en toda España, de ellos 20 en la Región de Murcia. Cumplen todos los requisitos legales y nuestro trabajo es ayudar a incorporarlos a la enseñanza.

–¿Teme que el crimen con tintes xenófobos cometido en Mazarrón hace dos semanas sea un síntoma de una situación generalizada?

–Nos preocupa cualquier brote de violencia, tanto por las consecuencias individuales como por su influencia colectiva. Prevenirlo también está en el campo de la educación y de la información. El ser humano es enemigo de su propia ignorancia. Cuanto mayor es el grado de desconocimiento y de separación, más problemas podemos tener. Es necesario fomentar el conocimiento mutuo.

–En última instancia, es un problema social y de orden público. ¿Creen ustedes que las autoridades actúan correctamente?

–Necesitamos mucha mejoría en algo que es cotidiano, que vemos día a día. Depende de los servicios de mediación y de las autoridades prevenir esos roces que pueden generar violencia y que vienen del desconocimiento.

–¿Es la explotación laboral también un problema grave?

–Aprovecharse del más débil es inmoral. Regularizar su situación sería una ayuda. Nosotros, por nuestra parte, transmitimos a nuestra gente que están en un estado de derecho, que les avala y en el que hay unas garantías de que pueden denunciar cualquier discriminación laboral. Les ayudamos a acudir a las autoridades para ello.

–Hay españoles que al oír hablar de la comunidad islámica piensan en los atentados de Barcelona. ¿Cómo les diría que no tienen nada que ver?

–Dejando claro que las enseñanzas de nuestros profesores y guías espirituales están muy alejadas de eso que algunos difunden por redes sociales y que puede basarse en motivaciones ajenas a nuestra religión. Nosotros enseñamos correcta y verazmente.

–Entiendo que ustedes rechazan todo lo que se aparta de eso y genera violencia y terrorismo.

–Por supuesto. Somos los primeros que tenemos muy arraigado que nuestra religión se basa en valores como la tolerancia, el respeto y hacer el bien. Todo lo contrario de lo que es el terrorismo.

–Otra sombra que se proyecta sobre ustedes es la de la desigualdad sexual, como la que predicaba aquel imán de Fuengirola, que justificaba pegar a las mujeres. ¿Lo rechazan?

–Absolutamente. Nuestro profeta Mahoma es la encarnación viva del Corán. Y él nunca pegó ni justificó la violencia contra otras personas, sean hombres o mujeres. Tampoco contra los animales.

–Entonces, ¿por qué dijo eso?

–Yo mismo hablé con el imán y me dijo que había citado traducciones de libros de cuatro o cinco siglos atrás. Pero nosotros le dejamos claro que no todo lo que está en esas escrituras religiosas del pasado puede ser usado así. Sobre todo ante muchos creyentes que no conocen esas referencias y pueden malinterpretarlas. Él mismo reconoció que se había metido por unos caminos que no eran los adecuados y lo lamentó.