Los embalses de la cabecera del Segura, a cinco hectómetros de quedar inutilizados

La llegada a ese temido 'embalse muerto' para las presas de la Fuensanta (6,4%) y el Cenajo (11%) parece inevitable y más después de advertir el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, en la última Comisión de la Sequía, que la línea negra está en 40 hectómetros. En los últimos siete días, la cuenca en general ha perdido esa misma cantidad de agua, por lo que en las próximas semanas, si no en noviembre, ese pésimo escenario podría darse con mucha probabilidad. Las últimas lluvias, pese a que han sido insuficientes, y los pozos de sequía del Sinclinal de Calasparra han contenido los desembalses en ambas presas.

La reducción en el volumen de agua que se va a desembalsar este año hidrológico (210 hm3) y los recortes en las dotaciones de agua que tienen asignados los regadíos tradicionales y no tradicionales, del 40% y 57% respectivamente, son medidas aprobadas hace poco tiempo y que buscan frenar esa pérdida en las reservas. La meteorología no acompaña, aunque el pasado lunes lloviera en la cabecera. La Agencia Estatal de Meteorología ha adelantado que se espera un otoño seco en el Levante.

La Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura vuelve a reunirse hoy tras un último trimestre con envíos automáticos de 27 hm3 cada uno (81 hm3 en total), ya que en julio el Ministerio optó por aprobarlos de golpe. Este mismo escenario puede producirse hoy, tal y como reconocen desde la Asociación de Municipios Ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía y desde el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura.

Las reservas de los pantanos de cabecera están por encima de los 1.000 hectómetros, lo que sitúa el sistema de explotación en nivel 2, con un envío de 27 hm3 sin opción a recorte. Los técnicos de la Comisión estipulan que hay agua almacenada de sobra para trasvasar mensualmente la misma cantidad durante el próximo semestre. Sin embargo, queda ver la posición del Ministerio, ya que las nuevas reglas de explotación están por conocerse y podrían condicionar más pronto que tarde el volumen que pasa por el acueducto.

El pasado septiembre fue el más frío desde 2015 y tuvo un carácter húmedo, con más precipitaciones de lo habitual, sobre todo en la mitad norte de la Península, según el avance climático de septiembre de 2024 de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). A pesar de ello, en zonas del sur peninsular el mes fue más cálido de lo normal y seco. Así, la temperatura media en el país fue de 18,6ºC, valor que queda 0,6ºC por debajo del promedio del período 1991-2020.

A pesar de ello, en zonas del sureste de Andalucía, Región de Murcia, Comunidad Valenciana y de Castilla-La Mancha tuvieron un septiembre más cálido de lo normal. En los archipiélagos balear y canario, el mes fue frío y muy frío respectivamente. Las temperaturas máximas diarias de septiembre se situaron 0,9°C por debajo del valor normal, mientras que las mínimas estuvieron 0,2°C por debajo de la media.

Por otro lado, el reporte de Agencia Estatal de Meteorología indica que el pasado septiembre fue el vigésimo primer mes de septiembre más húmedo desde el comienzo de la serie en 1961 y el séptimo del siglo XXI. Así, el valor de la precipitación media sobre la España peninsular fue de 52 litros por metro cuadrado (l/m2), que representa el 116% del promedio normal del mes tomando como referencia el periodo entre 1991 y 2020.

En el conjunto de España, el mes tuvo carácter húmedo. Por zonas, fue muy húmedo en gran parte de Aragón, en Navarra, La Rioja, País Vasco, este de Castilla y León, Madrid y noroeste de Castilla-La Mancha. Por el contrario, fue seco y muy seco en el resto de Castilla y León, Extremadura, Andalucía y Región de Murcia.