Educación se replanteará volver al modelo 100% presencial si los datos epidemiológicos son buenos

La Consejería de Educación se planteará recuperar el modelo de enseñanza cien por cien presencial si la situación epidemiolólogica lo permite y los datos ofrecen «garantías de que es seguro hacerlo». El sistema semipresencial con el que ha comenzado el curso obliga a los escolares a turnarse para ir a clase y a quedarse en casa uno, dos o tres días lectivos a la semana, dependiendo de la etapa educativa. El modelo ha desatado innumerables quejas entre la comunidad educativa por los problemas de conciliación y el desfase en el aprendizaje que genera.

La consejera de Educación, Esperanza Moreno, no descarta ahora dar marcha atrás y, si la situación mejora, permitir que los alumnos vayan a clase todos los días, como en la mayoría de las comunidades. «Los escenarios son reversibles; el inicio de curso era crítico, y ahora tenemos datos optimistas en cuanto a la incidencia de contagios. En el caso de que los datos ofrezcan garantías, se puede estudiar en el Comité de Seguimiento Covid», dijo durante la presentación del programa educativo 'Aire Limpio', que quiere promover prácticas saludables en cuarenta colegios (con medio millón de euros) para mejorar la calidad ambiental en los centros con más sombras, buena ventilación y el traslado de clases al aire libre, entre otras medidas.

La consejera se refirió también al Real Decreto publicado este martes por el Ministerio de Educación, y que permite, como ya ocurrió el curso pasado en el resto de España, que los alumnos titulen y pasen de curso con tres suspensos. La Consejería es, en principio, contraria a esa medida, pero los servicios jurídicos están estudiando si, al tratarse de un Real Decreto, es de obligado cumplimiento. El pasado curso, la Comunidad obvió la instrucción, pero era de menor rango, y en Murcia los alumnos con tres suspensos han repetido curso.

El Real Decreto establece que se adapten los criterios de evaluación, promoción y titulación en Primaria, Secundaria y Bachillerato, «de forma que las administraciones educativas podrán autorizar su modificación para adecuarlos mejor a la situación provocada por la pandemia. Los equipos docentes valorarán de manera colegiada y global si se han alcanzado los objetivos de cada etapa».

La norma también permite que se facilite la adaptación de las programaciones didácticas a las decisiones que se adopten sobre la presencialidad del alumnado en los centros, y otorga el carácter de orientativos a los estándares de aprendizaje evaluables, lo que permitiría reducir los temarios.