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Dos veraneantes siguen desde sus silletas la retirada de peces muertos ayer en Playa Honda.

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Dos veraneantes siguen desde sus silletas la retirada de peces muertos ayer en Playa Honda. J. M. RODRÍGUEZ / AGM

Solo los científicos del Comité avalan abrir la gola de Marchamalo como medida urgente en el Mar Menor

Los expertos que están fuera de ese grupo rechazan la medida porque ven más perjuicios que beneficios

Pilar Benito

Murcia

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Domingo, 22 de agosto 2021, 07:19

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Los científicos consultados por LA VERDAD que apoyan el dragado de la gola de Marchamalo están en clara minoría. La propuesta del presidente Fernando López Miras de excavar este canal (ayer envió la maquinaria, como anunció) para permitir la entrada de más agua del Mediterráneo al Mar Menor, como medida paliativa para hacer frente a la falta de oxígeno de la laguna, solo cuenta con el apoyo de los dos investigadores que lideran el Comité Científico. El resto la rechazan, fundamentalmente, porque defienden que puede ser más perjudicial que beneficioso para la albufera. Tachan la iniciativa de «improvisada e inútil», además de «carente de una evidencia científica» que la sustente, entre otros calificativos.

Desde el Comité, Ángel Pérez Ruzafa, que hace las veces de portavoz, y Javier Gilabert, argumentaron su apoyo en la consideración de que era una medida «paliativa y temporal» muy específica para el momento actual, en aras a «mejorar la situación paulatinamente».

«No se trata de abrir la gola en toda su capacidad, sino de volver al flujo que recibía el Mar Menor en 2011», explicó el profesor del grupo de Ecosistemas de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Javier Gilabert. Esta actuación llevaría a una tasa de renovación local del agua del 30% en unos 20 días, «ante la situación de emergencia y que podría frenar la composición y traslado a otras zonas de la laguna de 'bolsas' anóxicas», dijo. El problema está en estos momentos focalizado en la zona sur, y en algunos puntos de la norte. «Puede que esta medida no sea efectiva al 100% ni que en dos días se limpie todo, pero lo cierto es que el sistema, lejos de mejorar, empeora y puede hacerlo más, incluso llegar a generar un problema de índole sanitario», apostilló. El catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia Ángel Pérez Ruzafa coincidió en el argumento e insistió en que no se está hablando de un dragado indiscriminado, que él rechazaría, sino de un «mantenimiento de las golas en un contexto de crisis y basado en trabajos realizados de la hidrodinámica» entre los dos mares. Esta iniciativa, «coyuntural y sutil», sería para «prevenir» futuros episodios de anoxia que se producirían con la llegada de las lluvias y las escorrentías de agua dulce. «Esta entrada de agua del Mediterráneo podría servir de barrera a la dulcificación» de la laguna.

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Ambos indicaron que desde que se intentó hacer un dragado intensivo de esta gola en 2017, que se quedó a medias, el canal se ha cerrado casi por completo y casi no hay intercambio entre ambos sistemas. Gilabert apostó por realizar estudios en el futuro más detallados que permitan decidir qué régimen de mantenimiento es el más adecuado para todas las golas». Los dos expertos subrayaron que aparte de esta medida paliativa, la única solución real que tiene la contaminación del Mar Menor es eliminar la entrada de efluentes con nitratos y nutrientes y agua dulce procedente de los acuíferos, que es lo que desequilibra el sistema. «Desde la crisis de 2016 no se ha tomado ninguna medida efectiva para evitar la entrada de nutrientes», indicaron.

Opiniones enfrentadas

  • Miguel Ángel Esteve, ecólogo «El Mar Menor se habría salvado de haber tomado medidas en estos cinco años desde la primera muerte masiva»

  • Ángel Pérez Ruzafa, Comité asesor «Es una iniciativa coyuntural y sutil para prevenir futuros episodios de falta de oxígeno»

  • Javier Gilabert, Comité asesor «No actuar ahora en la laguna puede incluso llegar a generar un problema de índole sanitario»

  • Juan Manuel Ruiz, oceanógrafo «El sistema de hidrodinámica entre ambos mares se produce a través del Canal del Estacio; las golas casi no aportan nada»

Sin solución de urgencia

Entre el grupo de los expertos consultados por LA VERDAD y contrarios a la medida se encuentra la bióloga y directora de la Fundación Nueva Cultura del Agua, Julia Martínez. «Es improvisada e inútil y no responde a una voluntad de resolver el problema real», declaró.

Ella, al igual que el resto de los investigadores de este grupo de opinión, insistió en que no existe ninguna solución a la situación actual («los peces ya están muertos») y en todo momento apelan a poner freno al origen del problema que en cinco años ha propiciado dos muertes masivas de peces y otro tipo de fauna: atajar la entrada de los nutrientes procedentes de la agricultura y de otros agentes contaminantes. «Hay una gran masa de peces muertos; no han hecho nada por evitarlo desde hace cinco años y ¿aún hablan de medidas a 15 o 20 días? Es una falta de responsabilidad y de dejación de funciones, sobre todo de quienes tienen la mayoría de competencias, como es el Gobierno regional», aseveró Julia Martínez.

Miguel Ángel Esteve, catedrático de Ecología de la UMU, añadió que «cuando tenemos el Mar Menor en urgencias, cualquier medida que suponga evitar la progresión de la mortandad ahora llega tarde; el Mar Menor se hubiera salvado en estos años desperdiciados». En cuanto a la propuesta de dragar la gola dudó de su efectividad, «su alcance sería muy limitado», y se preguntó si se había considerado que también provocaría la entrada a la laguna de los sedimentos de metales pesados que hay en este canal.

Para el investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO) Juan Manuel Ruiz, se propone «poner una tirita a quien sufre una hemorragia tremenda, que no soluciona nada», porque no hay soluciones de emergencia para paliar los síntomas de un problema que es más grave; la eutrofización de las aguas y la anoxia que esta provoca, lo que lleva, finalmente, a la mortandad de la fauna. Ruiz explicó que el sistema de hidrodinámica entre ambos mares se produce a través del canal del Estacio y el resto de las golas «casi no aportan nada, por lo que lo que se haga ahí es ridículo en comparación con la dinámica general» y «podría llevar a problemas que desconocemos».

Únicas colonias de nacra

En esta línea se pronunció la profesora titular de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante, la murciana Francisca Giménez Casalduero. En declaraciones a RNE, advirtió de que la actuación en la gola podría provocar «un nuevo delito ecológico», si afecta a una de las únicas colonias de nacra que aún quedan en el Mediterráneo.

Pablo Rodríguez Ros, doctor en Ciencias del Mar y exasesor de la ministra Ribera, opinó en su cuenta de Twitter que la propuesta «nace de la pura improvisación y desorientación», «carece de evidencia científica que la apoye» y «atenta directamente contra la ya moribunda biodiversidad del Mar Menor». Lamentó que no haya «ni una propuesta que vaya a la raíz del problema, los nutrientes agrícolas, que es donde sabemos que hay que actuar para evitar la eutrofización y prevenir la anoxia».

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