El presunto doble parricida de Sangonera la Seca: «Los asesinos de mis padres están en libertad»
Antonio Pérez Coll señala en el juicio que sus progenitores eran su único apoyo y mantenía una buena relación con ellos: «Me dieron la vida dos veces»
«Yo no he matado a mis padres. Mi relación con ellos era excelente. Ellos eran mi único apoyo». De esta manera se defendió este viernes Antonio Pérez Coll, el acusado de matar a sus padres, Pedro y María Trinidad, de 85 y 79 años, acuchillados en su casa de la pedanía murciana de Sangonera la Seca el 12 de octubre de 2019.
El hombre, de 46 años, se sienta en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Murcia ante un jurado popular que lo juzga por el presunto doble parricidio en un juicio que se prolongará, al menos, once jornadas. La fiscal, María Marta Sánchez-Mora Bey, indica en su escrito que existe un móvil económico en el crimen y que el imputado tenía una relación conflictiva con sus progenitores desde hacía años por las continuas exigencias de dinero. Solicita para él la pena de 15 años por cada homicidio, con la agravante de parentesco, tres años por un delito de daños y una indemnización para sus dos hermanos.
Por su parte, Antonio relató a la fiscal que él quería a su padres; que fueron ellos los que le apoyaron cuando sufrió acoso escolar en su etapa de estudiante; que fueron su principal sostén cuando «salí del armario»; y que gracias a ellos pudo superar su adicción a la cocaína.
Pedro y María Trinidad, de 85 y 79 años, murieron acuchillados en su casa de la pedanía murciana el 12 de octubre de 2019
«Ellos me dieron la vida dos veces: una cuando nací y la otra cuando me rescataron de la droga en el año 2005. Yo no los maté y los responsables de su muerte están en libertad». Por contra, señaló a sus dos hermanos como «los culpables de todo lo que está pasando. Nunca aceptaron mi orientación sexual ni a mi marido». Por ese motivo, se marchó de la casa de sus padres donde vivía. «Rehice mi vida con mi pareja lejos de mis hermanos».
Cuando ocurrió el crimen, Antonio y su marido estaban en busca y captura por delitos anteriores. Fueron detenidos por quemar vivo a un gato, colocar tablas con pinchos en la carretera y quemar contenedores. «Sentía rabia por todo lo que me hicieron sufrir». Por esos hechos, ambos cumplían una condena en tercer grado en la cárcel en Foncalent (Alicante). En uno de los permisos, no regresaron al centro penitenciario. Fue en esa época, hace tres años, cuando sus padres murieron a cuchilladas.
Según mantiene el Ministerio Fiscal, entre las 6.45 y las 7.30 horas, el 12 de octubre de 2019 el acusado se acercó a las inmediaciones de la vivienda de la calle Salzillo, situada en el número 114 de Sangonera la Seca, donde residían sus padres, entró en la misma y, con el ánimo de acabar con la vida de sus progenitores, se dirigió al dormitorio de sus padres, cogió un cuchillo que no se ha encontrado y se lo clavó a su madre hasta en once ocasiones.
Luego, se dirigió a su padre, le clavó el arma en la región cervical izquierda y le produjo la muerte inmediatamente. Una vez el acusado acabó con la vida de sus padres, cogió una botella de butano y, con el cabezal puesto y el seguro abierto, cortó el conducto de la goma y encendió una vela, provocando una deflagración por acumulación de gas que ocasionó múltiples daños en el mobiliario, techo y cristales.