La dana obliga a realizar nueve obras de urgencia por daños en 26 cauces y presas del Segura
La CHS adjudica de emergencia los trabajos de reparación para los que tendrá que invertir 10,8 millones, con especial atención a Letur
La dana del pasado mes de octubre dejó a su paso por la Región de Murcia, el sur de Albacete y parte de Almería un ... reguero de daños importantes en multitud de cauces pertenecientes a la cuenca del Segura, pero también desperfectos y atascos en distintos embalses. Las cantidades caídas provocaron crecidas importantes en los ríos de la cabecera de la cuenca, Segura, Mundo y Taibilla, en los afluentes de la comarca murciana del Noroeste y en el valle del Guadalentín. Las posteriores lluvias de principios de noviembre, también asociadas al fenómeno meteorológico que causó los mayores destrozos en varios municipios del sur de Valencia, generaron grandes caudales en las ramblas costeras de Mazarrón.
El Consejo de Ministros aprobó esta semana la declaración de emergencia de las obras que la Confederación Hidrográfica del Segura deberá acometer en la cuenca levantina para recuperar los cauces, motas e infraestructuras afectadas por la dana. Este paso ha permitido al organismo de cuenca acelerar los trámites y licitar y adjudicar en pocos días los trabajos de reparación. La institución dirigida por Mario Urrea invertirá de fondos propios más de 10,8 millones de euros para nueve actuaciones de urgencia que irán destinados a devolver a la normalidad un total de 26 ríos, ramblas, barrancos, arroyos y presas con distintos desperfectos. La reconstrucción se centrará en Letur, cuyo arroyo quedó destrozado tras la riada que asoló al pueblo albaceteño y causó la muerte de seis vecinos.
Noticia relacionada
Los desguaces murcianos dan salida al colapso de coches rotos en Valencia
Las intervenciones en los pantanos se centrarán en la Risca (Moratalla), el de Moratalla, la Fuensanta (Albacete) y Argos (Calasparra y Cehegín). Los dos primeros, cuya función es la de frenar el potencial impacto de las crecidas del río Alhárabe, sufrieron daños al desprenderse parte de los taludes y por deslizamientos en varias vías de acceso a las presas. Las empresas contratadas deberán retirar toda la maleza y caña acumulada en la lámina de agua para no taponar los desagües. La Risca llegó a recibir cien metros cúbicos por segundo debido a que el Campo de San Juan, donde se ubica, registró la mayor precipitación de la Región aquellos días, superior a los 200 l/m². Se temió un desbordamiento de la presa y se llegó a desalojar el camping de La Puerta.
Los operarios actuarán en las presas de la Risca, Moratalla, la Fuensanta y Argos para garantizar la capacidad de desagüe
En la Fuensanta, los desprendimientos también afectaron a los caminos del embalse, algunos de ellos cortados por completo. Se produjo también «la ruina de los diques de corrección hidrológica que retienen los arrastres de sólidos» procedentes de las ramblas que desembocan en el pantano. En la presa del Argos, las entradas ingentes de agua ocasionaron una pérdida de capacidad de desagüe «significativa» en uno de los aliviaderos de la presa. El plan de emergencia de esta infraestructura llegó a activarse de modo preventivo ante una posible rotura.
Rotura de motas y erosiones
La Confederación, por otra parte, deberá destinar casi tres millones de euros a reparaciones en los ríos Segura, Argos, Quípar, Alhárabe y Benamor; las ramblas del Gilico, Gallego, Agua Amarga, Judío y Carrizalejo, así como en los barrancos del Marraneros, Meco, Asensao y Los Cabañiles. Todos estos cauces se ubican en municipios de la Región como Caravaca, Cehegín, Calasparra, Moratalla, Cieza y Archena.
Las principales afecciones producidas en el Segura y sus afluentes han consistido en la rotura de motas y riberas (algunas graves como en el Argos), acumulación de sedimentos, erosión en cauces y taludes, socavones en caminos de servicio, rotura de escolleras de protección, aterramiento y rotura de obras de drenaje, daños en diques de mampostería, descalce parcial de la cimentación de una pila de puente, entre otros. La CHS incluye la reconstrucción de la pared derribada en la poza de Somogil en Moratalla. Se rehabilitará el punto de control del sistema SIAH de la Confederación en el río Taibilla, destrozado por la dana.
Otro de los contratos se centrará en las reparaciones de los daños ocasionados en las ramblas de Chirivel, las Moreras, Los Lorentes, Grande de Mazarrón, Matalentisco, Minglano de Cañarete y Ponce, ubicadas en la mitad sur de la cuenca, la zona menos afectada (Vélez Rubio, Mazarrón, Águilas y Cartagena).
Los desperfectos se resumen «en el depósito de sedimentos (ocasionando la disminución de la capacidad del cauce), desplazamiento de escolleras con erosión del terreno de apoyo, erosión de cauces y afección a estructuras de paso y muros, entre otras», explica la CHS.
'Zona cero'
«Las precipitaciones, al concentrarse en el cauce, provocaron un aumento repentino del caudal, lo que llevó al desbordamiento del arroyo [de Letur] a su paso por el núcleo urbano. Aguas arriba del inicio del encauzamiento, el flujo del arroyo excedió la capacidad del cauce, lo que generó que el agua circulara por dos vías principales: el canal y la calle San Antón, situada en la margen izquierda del encauzamiento», concluye el organismo de cuenca en su análisis sobre lo ocurrido el día de la dana.
La CHS acometerá la reconstrucción del cauce urbano y el tramo alejado del núcleo de población, que quedó muy dañado tras la riada. Se destinarán 1,9 millones de euros. «La realización de estas actuaciones se requiere con carácter de emergencia, ya que en caso de otro episodio de lluvias se podrían ver amplificados los daños», inciden los técnicos. El organismo apunta que las lluvias registradas en la cabecera del arroyo pudieron tener una intensidad asociada a un periodo de retorno superior a 500 años, es decir, algo completamente inusual.
-
PP y CHS se enzarzan por la lucha contra inundaciones
Los proyectos hidráulicos previstos en la cuenca del Segura para que las inundaciones no generen daños en la población y las infraestructuras ocasionaron un nuevo choque por los retrasos que acumulan algunos de ellos, pero esta vez entre el Partido Popular y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), institución esta última poco acostumbrada a entrar en el cuerpo a cuerpo político, aunque dependa del Ministerio para la Transición Ecológica, dirigido por el PSOE.
Los senadores populares José Ramón Díez de Revenga y Violante Tomás, acompañados por el concejal de Planificación Urbanística, Huerta y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Murcia, Antonio Navarro, lamentaron ayer frente a la sede de la CHS la «desprotección» del Gobierno central en lo referente a las obras contra riadas, y denunciaron la «política de naturalismo extremo» que mantiene la CHS, «de mantener los cauces a su libre albedrío». Los tres enumeraron proyectos pausados como las presas de Béjar, Nogalte, Torrecilla y Tabala, así como al encauzamiento de la rambla del Albujón y de la rambla de Biznaga; y el colector norte en Murcia. Criticaron que son «obras conocidas que no se están desarrollando» y, por tanto, reprocharon a la Confederación que «esté primando la ideología extrema antes de la seguridad de las personas», algo «admisible».
Retraso en los expedientes
El presidente de la CHS, Mario Urrea, optó ayer por dar la respuesta directamente a un partido político (no es lo habitual) y defendió los pasos y plazos de las obras a cargo de su institución: «Algunas actuaciones están con los proyectos ya finalizados y tramitados, por lo que en este 2025 empezarán las licitaciones de algunas de ellas». Otros casos, el presidente mostró «confianza» e incide que hasta 2027 «estaremos en plazo para proceder a su licitación e inicio de ejecución».
Mario Urrea recordó que el Gobierno regional está al tanto de todos los trámites y del estado de cada proyecto, tras una reunión mantenida con cuatro consejeros a finales del año pasado. Sin embargo, no dejó pasar la ocasión para lanzar un dardo a la Comunidad.
En este sentido acusó al Ejecutivo que lidera Fernando López Miras de ocasionar «una ralentización» con los informes ambientales que debe emitir sobre proyectos de la CHS contra inundaciones. Para ello, se volvió a poner en contacto a principios de este mes con el consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez, con el fin de coordinar las actuaciones más técnicas y alcanzar la «viabilidad ambiental» de las obras.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión