La construcción necesita incorporar ya 2.000 trabajadores para cubrir el ritmo de las obras
Los empresarios advierten de retrasos en proyectos residenciales y de licitaciones públicas que quedan desiertas por la falta de personal
El problema de la falta de mano de obra en la construcción lejos de solucionarse sigue dando muestras de enquistamiento. El sector en la ... Región de Murcia siguen haciendo un sobre esfuerzo para tratar de ampliar como sea las plantillas ante una actividad que continúa «en fase de crecimiento, con niveles sólidos de empleo y dinamismo empresarial», tal como destacan desde la patronal Frecom. De hecho, los más 44.600 trabajadores afiliados actuales no cubren las necesidades existentes. Y es que, de manera inmediata, se necesitarían incorporar a unos 2.000 profesionales para poder atender el ritmo de las obras de cara a la recta final del año.
Porque la realidad incuestionable es que la escasez de personal impacta directamente en la capacidad de las empresas para ejecutar proyecto residenciales en los plazos previstos, aunque sobre todo en los casos de presentarse a licitaciones de obra pública, «que comienzan a quedarse desiertas», advierten desde la Federación Regional de Empresarios de la Construcción. De ahí que ante estas circunstancias las compañías reclamen a las administraciones públicas, precisamente, «que aceleren la licitación de todos los proyectos vinculados a los fondos europeos».
LAS CIFRAS
44.612 trabajadores
trabajadores cotizantes a la Seguridad Social registra la construcción en la Región.
12.447 es la cifra de autónomos
en situación de alta en el sector de la construcción en agosto.
Y es que más allá de que el empleo en la construcción sigue en ascenso, también es evidente que todavía resulta insuficiente para cubrir el nivel de demanda productiva. Porque más de la mitad de las 4.400 empresas que operan en este momento en territorio murciano necesitan ya contratar sin dilación a más gente. Esta carencia unida a otras tantas vinculadas al incremento de los costes lleva también a calificar esta etapa «como la menos rentable de los últimos años».
Sobre 8.000 en dos años
En lo que va de 2025, el sector ha elevado los empleados por encima del 4,3% con respecto al mismo periodo del año anterior. Se trata de un dato positivo que refrenda la tendencia de crecimiento en más de un 60% desde 2016, cuando el número de afiliados se situaba por debajo de los 30.000. En cualquier caso, todos estos datos quedan aún lejos de las necesidades reales de incorporar en torno a 8.000 profesionales en la Comunidad entre 2025 y 2026, según los cálculos de la patronal. «El 99% de las empresas de construcción tiene problemas de mano de obra, ya sea en contratación directa o para subcontratar oficios», deja claro el presidente de Frecom, José Hernández.
Una evolución que va más allá del comportamiento puntual que ha acontecido en el mercado de trabajo de una forma coyuntural en agosto, donde la construcción ha sumado 159 parados más que en julio, si bien con respecto al mismo mes del año pasado debe advertirse que entonces hubo 676 parados más. Por lo tanto, dentro del habitual incremento del desempleo en esta época estival, la subida ha sido muy inferior a la de entonces. Se hicieron en el sector 453 contratos en territorio murciano en agosto.
Las dificultades no se centran solo en incorporar trabajadores cualificados, aunque sea el mayor problema, sino que se extiende ya a otros puestos más bajos. Al respecto, en virtud de las estadísticas oficiales de los servicios públicos de empleo, se detecta que los perfiles más demandados en lo que llevamos de año en la Región en el sector son, por este orden: albañiles, peones de la construcción de edificios, encofradores y operarios de puesta en obra de hormigón, electricistas de la construcción y afines, pintores y empapeladores, montadores de estructuras metálicas, empleados administrativos con tareas de atención al público, operadores de maquinaria de movimientos de tierras y escayolistas.
Aunque a esta lista, desde Frecom añaden algún otro caso concreto como el perfil de jefe de obra, convertido en «la joya de la corona que las empresas están demandando» en mayor medida.
Por otra parte, los constructores insisten en reivindicar otra serie de atractivos que tiene el sector a la hora de incorporar a los jóvenes, mediante el ofrecimiento de «empleo estable, con retribuciones mínimas en torno a un 20% por encima del salario mínimo interprofesional (SMI) y las buenas perspectivas de progresión profesional».
La labor formativa es otro eje esencial para cambiar las tendencias. En este aspecto, es relevante el papel de la Fundación Laboral de la Construcción que formó en el último año a 2.912 profesionales, un 20,2% más que en 2023, en los 438 cursos realizados, a través de la impartición de 110.983 horas de formación. Eso sí, el perfil de la persona que se formó es mayoritariamente hombres (95,4%), de 46 a 55 años (31,7%) ocupado (76,5%). El porcentaje de extranjeros se situó en un 35,1%, la mayoría procedentes de países de África (16,3%) y América Latina (15,8%).
En suma, se trata de hacer realidad el reto de reforzar al sector de cara a paliar esa falta de mano de obra que tanto condiciona el desarrollo de la actividad, y que unido «a la baja rentabilidad y a la posible escasez de maquinaria. si se concentran todas estas circunstancias al mismo tiempo, anticipan un cuello de botella que hará imposible ejecutar las obras».
Fondos europeos
Y es que el riesgo es más que evidente: licitaciones desiertas, inseguridad jurídica para las empresas por los estrechos plazos de entrega y la devolución de unos fondos europeos que «el sector y la sociedad no pueden permitirse perder». Porque desde la patronal regional recuerdan que «el plazo límite de ejecución de los fondos europeos 'Next Generation' finalizan en agosto de 2026». De forma que todas las inversiones financiadas con estos fondos comunitarios tendrán que estar ejecutadas, justificadas y certificadas antes de esa fecha.
«Sería tremendamente irresponsable que las administraciones públicas dejen en manos del sector construcción la ejecución en tiempo y forma de los fondos europeos, teniendo ya menos de 12 meses por delante y en un contexto agravado por la falta de mano de obra. Deben licitar ya, sabiendo que habrá empresas que aun así no querrán presentarse por ser demasiado tarde», concluye José Hernández.
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«Los empleados se jubilan sin que haya relevo generacional»
Paco Espadas
Esta compañía inició su trayectoria en el año 1992, cuando Bartolomé Vivancos continuó con la tradición familiar de albañilería, ya que su padre, Juan Vivancos, trabajó toda su vida como maestro albañil en la localidad enseñando el oficio y construyendo viviendas, tanto en Alhama como en el Puerto de Mazarrón.
Bartolo, como todo el mundo lo conoce, se retiró hace años a raíz de un accidente laboral que le apartó del oficio, el mismo en el que ahora continua su hija María Dolores Vivancos, en este caso con la dirección comercial de la constructora. Se trata de la tercera generación de una empresa, que como el resto de firmas tiene problemas para encontrar mano de obra cualificada.
«Casi nadie quiere trabajar en este oficio, por lo que no se da a veces el servicio que se quisiera», indica Miguel Cerón
«Decía en una entrevista el actor Antonio Banderas, que todo el mundo quiere ahora ser funcionario», argumenta Cerón, mientras puntualiza que hace 35 años el trabajo en esta actividadad era más penoso que ahora, «los sacos de cemento eran de 50 kilos, ahora de 25», pone como ejemplo sobre la evolución.
Cerón no deja pasar por alto que son muchos los jóvenes que prefieren cada vez más irse a trabajar a fábricas con gran cantidad de trabajadores, tanto en las oficinas como en producción.
La directora comercial de Bavinor reflexiona igualmente, a raíz del actual contexto, que «nadie quiere ahora trabajar al aire libre». Aunque hace hincapié en que «si trabajas en una oficina, terminas tus ocho horas y te vas todavía a casa pensando en lo que tienes que hacer el día siguiente, mientras que en la construcción desconectas más mentalmente al terminar la jornada».
Sobre la incorporación femenina a esta actividad, María Dolores tiene claro que la mujer en el sector de la construcción lo tiene aún muy difícil, ya que «es un mundo de hombres en el que todavía cuesta negociar o hablar con una mujer» afirma. Raquel Sevilla, la agente inmobiliaria de Bavinor, donde comercializan la obra nueva, además de alquilar y vender viviendas de segunda mano, añade que «la mayoría de la gente quiere tener trabajos cómodos, pero si no hay quien construya casas, nos quedaremos sin casas en el futuro».
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