La Comunidad tendrá voz y voto sobre el futuro de Blasco en el CNIO, pero aún no ha decidido si exigirá su cese

Los gobiernos de estas dos últimas comunidades ya han avanzado que exigirán la dimisión de Blasco, situada en el ojo del huracán por una gestión cada vez más cuestionada. La Región de Murcia, sin embargo, aún no ha tomado una decisión, según explican desde la Consejería de Medio Ambiente, Universidades e Investigación. Fuentes de este departamento explican que están a la espera de poder analizar los informes encargados por el patronato del CNIO tanto a María Blasco como al director gerente del centro, Juan Arroyo. Ambos estaban conminados a ofrecer en estos documentos explicaciones exhaustivas de la situación.

La Consejería denuncia «falta de transparencia» por parte de la secretaria general de Investigación del Ministerio de Ciencia, Eva Ortega Paíno, quien preside el patronato. «El sábado nos enviaron un 'email' señalando que, para evitar filtraciones, no nos remitirán el informe hasta este martes. Sorprende esta forma de trabajar», se quejan en el Ejecutivo regional.

A la reunión del patronato asistirá este miércoles, en representación de la Comunidad, el director general de Universidades e Investigación, Antonio Caballero.

Otros miembros del patronato sí han revelado ya su voto. El gobierno de Castilla y León señaló este fin de semana que «el avance de los acontecimientos» en el CNIO «reafirma» su decisión de exigir la salida de María Blasco.

La polémica sobre la gestión de la científica alicantina, en el puesto desde 2011, se inició cuando el diario 'ABC' reveló un gasto cercano a un millón de euros en la compra de obras de arte para la iniciativa CNIO Arte, impulsada por la dirección del centro. Este desembolso contrasta con las quejas por parte de jefes de grupo del organismo, que denunciaron la falta de recursos para realizar sus investigaciones.

A esto se suman las críticas por el descenso del CNIO en los 'ranking' que miden el impacto científico, y acusaciones de acoso laboral que han sido rotundamente negadas por Blasco. «Solo he recibido una denuncia y, finalmente, se determinó que no era cierta», declaró la semana pasada.

El patronato del CNIO está formado por 15 miembros. Además de varias comunidades, están representados el Ministerio de Sanidad, el Instituto de Salud Carlos III y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). También hay vocales electivos, entre los que se encuentran la Fundación La Caixa, la Fundación BBVA o la Fundación Cris contra el Cáncer.

Horas antes de la celebración de la reunión extraordinaria del patronato, María Blasco trata de ganar, al menos, la batalla del relato. En una carta abierta dirigida a los miembros de este organismo, les recuerda los mensajes que hace apenas una semana defendió antes los medios de comunicación en rueda de prensa: «Desde hace poco más de un mes se ha orquestado una campaña de bulos y desinformación encaminada a desprestigiar a la ciencia de excelencia, al CNIO y a mi persona», afirma.

En el texto que ocupa seis folios, la bióloga alicantina rechaza nuevamente las acusaciones que se le atribuyen desde mediados del pasado mes de diciembre. Blasco denuncia una campaña que ha viajado «a la velocidad de la luz» por los canales de comunicación y por las redes sociales, y se retrotrae a la «deshumanización» que sufrieron los judíos durante la Alemania nazi o los japoneses en Estados Unidos, asegura.