Vecinos del centro de Murcia, hartos de escándalos y peleas salvajes tras la apertura de un 'after'
Residentes de la calle San Ignacio de Loyola denuncian las molestias generadas por la clientela del local, que abre de 7 a 13 horas los fines de semana
Hace décadas que los ruidos del ocio nocturno hacen que la calle San Ignacio de Loyola, ubicada en pleno centro de la capital murciana, no haya sido una zona especialmente cómoda para el descanso vecinal, particularmente durante los fines de semana. Así lo subraya Pepa a pie de portal, la cual tuvo que cambiar de vivienda cansada de esta situación. Ahora son sus hijas las que siguen padeciendo estas molestias.
Sin embargo, tal y como destacan desde la comunidad de vecinos de uno de los edificios de esta calle salón, «en los últimos tiempos, la situación parecía bastante controlada y ya casi no escuchábamos ni música ni jaleo procedente de los bares existentes, más allá del lío que se monta alrededor de los locales de venta de pizza y kebabs». «Será porque ya nos habíamos acostumbrado», confiesan. Pero el panorama ha vuelto a complicarse durante este verano para los residentes de este pequeño rincón ubicado en las inmediaciones del Teatro Circo Murcia.
La culpa la tiene la reapertura de un local que ha funcionado durante años con distintos nombres y que ahora lo hace bajo la denominación de Bar Code. Comentan los vecinos que este levantó la persiana unos meses antes del estío con horario nocturno, momento en el que aseguran que volvieron a escuchar un ruido de música que creían olvidado. No suficiente con ello, en los últimos meses el establecimiento ha comenzado a operar como 'after', es decir, en horario matutino, cuando el resto de discotecas han cerrado ya sus puertas.
De esta manera, igual que hay cafeterías que abren a las 7 para que la gente empiece la mañana con un buen desayuno, el Bar Code vuelve a levantar la persiana para que decenas de jóvenes sigan la fiesta hasta la una de la tarde. El problema es que, muchas veces, aguantar el tipo para seguir de juerga implica el consumo de importantes cantidades de alcohol u otro tipo de sustancias. Ello provoca que algunos de estos jóvenes, fuera de sí, acaben armando escándalo en la puerta del local o se vean inmersos en reiteradas y salvajes peleas.
La última trifulca, ocurrida en la mañana del pasado domingo, fue difundida en redes sociales por el diputado autonómico de Podemos Víctor Egío pidiendo al Ayuntamiento de Murcia que «deje de hacer la vista gorda ante los 'afters' ilegales». «La Policía viene de manera recurrente porque hay follón durante la mañana de los sábados y de los domingos, pero también de los viernes, lo que es un problema ahora que empieza el curso con tanto colegio por aquí», señalan los vecinos, enseñando más vídeos de peleas y apuntando que empieza a ser habitual «encontrarse papelinas de droga».
Indican los vecinos que están preparando una denuncia, a través de la que quieren conocer si dicho local opera con licencia y horario autorizado. El Ayuntamiento de Murcia indica que el establecimiento, que ha solicitado un cambio de titularidad, tiene una licencia antigua de bar de copas y añade que la cuestión de los horarios «es competencia de la Comunidad Autónoma».
La Comunidad establece, en lo referente a horarios, que los bares especiales con música no pueden cerrar más tarde de las 4 de la mañana ni volver a abrir antes de que transcurran 4 horas desde el cierre. La licencia de actividad la conceden los ayuntamientos, que son también los responsables de velar porque se cumplen las normas en cuanto al nivel de ruido. No existe horario para música si la licencia se lo permite.