Vecinos de Cañada Hermosa: «Nos sentimos muy abandonados; vivimos en el culo del mundo»

Una situación de «dejadez institucional» que se agravó hace tres meses con la puesta en funcionamiento de la planta de asfalto, que se ha convertido en un nuevo foco de molestias para los vecinos de alrededor de medio centenar de viviendas ubicadas en la vía de servicio de la RM-15, conocida como autovía del Noroeste. Una zona donde se están llevando a cabo obras para la construcción del Arco Noroeste, que ha motivado la aparición de la citada planta para abastecer de material a los trabajos.

Carrillo sostiene que «la planta de asfalto está a unos 50 metros del núcleo de población, por lo que infringe la ordenanza medioambiental del Ayuntamiento», a quien solicitó el pasado mes de noviembre explicaciones sobre la instalación, indicando que «está alterando la vida y la salud pública del vecindario por la irritación de ojos y garganta que provocan los productos químicos empleados en la fabricación de asfalto, que se transmiten a través del aire». Además de provocar «ruidos y olores insoportables».

Por su parte, la Concejalía de Urbanismo del Consistorio murciano responde que «la planta está funcionando con una declaración responsable de obras (que sustituye a la licencia) y de manera provisional, mientras duren las obras de la autovía impulsadas por el Ministerio». A lo que fuentes municipales añaden que «se controlará cualquier incidencia».

Una respuesta que no convence a los afectados por la proximidad de la planta a sus casas. «Ya cargamos con el vertedero y ahora tenemos que convivir también con las consecuencias de la fábrica de asfalto». Además, Carrillo resalta que la pedanía «está perdiendo el encanto y hay gente que se está marchando por la falta de servicios básicos; por aquí no pasan las máquinas de limpieza y llevamos más de un año con caminos rotos y señales de tráfico en el suelo». Respecto a los servicios municipales, el Ayuntamiento afirma que está «realizando estudios para la ampliación de la red de saneamiento en los núcleos rurales» y sostiene que «los servicios de limpieza trabajan en la zona».

Sobre el tráfico de la autovía junto a la que vive, Carrillo asegura que en la última década se ha incrementado considerablemente el paso de vehículos y «llevamos mucho tiempo esperando pantallas acústicas» ya que, según detalla, «muchos vecinos tienen que ponerse tapones para dormir porque hay días que es imposible pegar ojo». Elementos que, según el Consistorio, se han solicitado a la Consejería de Fomento y al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.