El servicio contra la violencia de género atiende a 246 mujeres en solo 9 meses en Murcia
El EMAVI trata una media de 320 casos anuales y en 2020, durante el estado de alarma por la pandemia, prestó ayuda inmediata a 61 víctimas
Miedo, angustia, sentimiento de culpa, resignación... Son algunos de los estados por los que suele pasar una mujer cuando es víctima de la violencia de ... género. En muchas ocasiones, la dependencia económica e incluso, en cierto modo, emocional de la pareja, coarta su libertad para pedir ayuda. Además, cuando el maltrato no es físico, sino psicológico, la ausencia de marcas en el cuerpo o de testigos hacen más difícil que prospere la denuncia policial o judicial.
En ese abismo en el que se sienten totalmente perdidas, hay personas que pueden acudir en su ayuda. Atenderla, escucharla, aconsejarla, prestarle la calidez de unas manos que estrechan las suyas para infundirle ánimos y dejar claro que no está sola y que, por desgracia, su caso no es exclusivo. Hay más mujeres que sufren situaciones similares pero que, con ayuda, pueden reiniciar una nueva vida.
El servicio que realiza el Equipo Municipal de Atención a la Violencia Contra las Mujeres (EMAVI) es una atención especializada e integral, ya que afecta a todos los ámbitos de la persona.
Hasta septiembre, este equipo municipal lleva atendidas a 246 mujeres. Al año presta servicio a una media de 320 víctimas de maltrato, según datos municipales. Ha mantenido su red de apoyo durante todo el año, incluido el estado de alarma decretado con motivo de la pandemia del coronavirus. En ese periodo, los técnicos del Ayuntamiento detectaron 61 nuevos casos, que fueron atendidos de forma inmediata.
El equipo hace un seguimiento exhaustivo desde la primera cita. Por eso, aunque la cifra de mujeres hasta septiembre haya sido de 246, el número de actuaciones se eleva a 3.612. De ellas, el 70%, 2.535, tienen que ver con la atención socioeducativa, que tiene como objetivo realizar la valoración de la situación de violencia para dar respuesta a las necesidades sociales y educativas que se detecten. También ofrece el acompañamiento profesional adecuado en el proceso de toma de decisiones para garantizar la protección y seguridad de la mujer, de sus hijos y demás personas de su entorno que puedan verse afectadas.
El equipo profesional ha llevado a cabo 599 actuaciones relacionadas con la asesoría jurídica y 478 atenciones psicológicas. Además, en las casas de acogida que se encuentran bajo tutela del Consistorio murciano se ha atendido a 8 mujeres y 7 menores. Estas atenciones se complementan con el asesoramiento jurídico especializado, tanto en el ámbito penal como civil, para la interposición de la denuncia, la solicitud de la protección, la regulación de la custodia de los hijos, si los hay, y los procedimientos de separación y divorcio, continuando el asesoramiento y acompañamiento profesional durante todo el proceso.
El EMAVI depende de la Sección de Mujer del Servicio de Bienestar Social de la Concejalía de Derechos Sociales y Familia. La edil, Pilar Torres, indica que «el respeto y la promoción de los derechos sociales representan un objetivo común irrenunciable para todo el equipo de mi departamento. Por eso nos esforzamos en brindar el mejor apoyo posible a las mujeres que sufren la lacra de la violencia de género. Siempre actuaremos para defender a este colectivo».
La finalidad de este servicio es dotar a las mujeres de todas las herramientas necesarias para que superen de forma efectiva la situación de violencia que han padecido y las consecuencias tanto físicas como psicológicas y sociales que les ha producido la actuación de su pareja. De ahí que el equipo del EMAVI sea multidisciplinar, y esté formado por 9 profesionales pertenecientes a 5 perfiles distintos. En concreto, está integrado por 4 educadoras sociales, 2 psicólogas, una asesora jurídica, una trabajadora social y un auxiliar administrativo.
Algunas mujeres han conocido el servicio del EMAVI a través de la propia Policía Local o por alguna amiga o familiar. Pero quizá, esta prestación no esté lo suficientemente difundida en el municipio, por lo que se van a llevar a cabo más campañas informativas y de divulgación dirigidas a la población juvenil.
Desde el Ayuntamiento de Murcia se anima de forma contundente a todas las mujeres que lo requieran a que se pongan en contacto con el EMAVI para demandar el apoyo que necesiten. Las interesadas se pueden poner en contacto con el servicio a través del número de teléfono 968 358 600 o pedir su derivación llamando al 112 o al 016. También pueden exponer su situación vía correo electrónico, escribiendo un mensaje a la dirección emavi@ayto-murcia.es.
Mercedes: «Es muy duro pasar por esto sola; necesitas a alguien que te escuche»
Mercedes –el nombre es ficticio porque prefiere mantenerse en el anonimato– es una mujer de 40 años, madre de dos hijos, que ha sufrido maltrato físico y psicológico «prácticamente desde que me casé». Casi 20 años después ha decidido decir «basta» y «hasta aquí hemos llegado». Hace cosa de un año denunció a su marido, pero por la falta de pruebas y de testigos, archivaron el caso. «La Justicia me dio un portazo», asegura. No sabía qué hacer, estaba muy desorientada. Pensé: 'No es posible que no me crea ni me entienda nadie'».
A través de la Policía, le facilitaron el teléfono del EMAVI y decidió llamar. «Esa misma semana busqué ayuda para encontrar una salida. Es muy duro pasar por esto sola y necesitas que alguien te escuche». Confiesa que «hay que ser valiente» para tomar la decisión de decir «hasta aquí. Es complicado». Y reconoce que desde que entró en contacto con el equipo del EMAVI «vi una ventanita, un poquito de luz». Conoció a una de las educadoras sociales: «¡Cómo me entendía! Sentí el calor de alguien que te cree y sabe por lo que has pasado. Me preguntaron si necesitaba asistencia jurídica. También me prestaron ayuda psicológica. Necesitaba que alguien me escuchase, me comprendiera, me diese su mano».
Con el apoyo del equipo, «unas mujeres maravillosas», como ellas las define, ha decidido pasar página y continuar su vida junto a sus dos hijos y buscar un trabajo. «Un plato de lentejas y un techo no nos van a faltar».
Pese a que el sistema judicial archivara su denuncia por falta de pruebas y testigos, el EMAVI sí la consideró víctima de violencia y ella ha sido capaz de separarse de su pareja, fortalecer su autoestima y rehacer su vida.
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