Diego Avilés Correas
El nuevo edil, que ha presidido la Junta de Distrito Centro-Oeste los últimos cuatro años, se marca como objetivo dotar a Murcia de su primer «modelo cultural»
Al concejal de Cultura e Identidad le corresponde gestionar todo lo referente a cultura, festejos, museos municipales y el archivo municipal. Esta tarea ha recaído ... en una de las nuevas incorporaciones al equipo del alcalde popular, José Ballesta, aunque no es ningún novato en la gestión: Diego Avilés Correas (barrio de San Antolín, Murcia, 1992), ha sido presidente de la Junta Municipal del Distrito Centro-Oeste durante los pasados cuatro años. Lector ávido y amante del arte sacro, su mayor afición son los coches antiguos. «Tengo un Escarabajo del año 78 al que le he dedicado horas y horas para restaurarlo, ayudándome de vídeos publicados en YouTube», explica.
–¿Cómo afronta esta nueva etapa de su vida al frente de un área tan diversa como esta?
–En este tiempo, en los distintos encuentros que he mantenido con colectivos culturales, casi todos han coincidido en expresarme su descontento con la gestión de la anterior etapa. Y lo han hecho porque ha faltado algo tan sencillo como recibir a la gente y escuchar a la industria cultural, a los artistas, a los coleccionistas... Ese ha sido un vacío en los últimos dos años y es en eso en lo que me estoy poniendo las pilas. Pero, sobre todo, mi gran reto y objetivo es elaborar un modelo cultural, que no había. Murcia es la séptima capital de España y tenemos que ser conscientes de que debemos estar a esa altura y ocupar un lugar entre las principales capitales europeas. Sobre todo porque creemos en Murcia, y para Murcia tenemos que ofrecer lo mejor; y eso se consigue pensando a lo grande.
«El museo debe convertirse en un polo tractor de la cultura y exportar su figura»
–¿De qué herramientas va a echar mano para conseguirlo?
–Tenemos una red de museos y salas de exposiciones bastante decente como para llenarlas de cultura y muestras artísticas de gran nivel que sirven de polo tractor turístico. Además, en estos dos años he echado mucho de menos la cultura en la calle; los murcianos hacemos la vida en la calle, por lo que los museos y salas de exposiciones no deben ser meros contenedores de arte, sino lugares abiertos y participativos, siempre con un rigor técnico y profesional. Con ello, queremos conseguir que Murcia sea una ciudad vibrante, como le gusta decir a nuestro alcalde.
–Al hilo de esto, ¿cómo ha previsto coordinar las propuestas en todos los espacios culturales que hay disponibles en el municipio? ¿Mejorará la web?
–Una de las cosas en las que ya estamos trabajando es en la de significar cada una de las salas de exposiciones con un estilo de arte, teniendo en cuenta, por ejemplo, su arquitectura, su fachada... Aquí incluyo uno de nuestros principales objetivos, como es devolverle al Palacio Almudí el renombre que ha tenido, lo que coincide, además, con una de las demandas que nos ha llegado de los gestores culturales. Y, a partir de ahora, el nivel, la calidad de las propuestas que va a acoger el Almudí van a ser 'top'. Respecto a la web (murciacultura.es), ya estamos en su adaptación y modernización, para que sea más accesible e intuitiva.
«Los centros de fuera de la ciudad entrarán en el circuito de muestras itinerantes»
–¿Y qué hay pensado para el resto de las salas?
–Continuaremos con el proyecto iniciado en la anterior etapa del PP de los distritos culturales. A través de zonas geográficas identificadas, se unirán los centros culturales y salas y se dotarán de contenido. Por ejemplo, en todo el distrito centro hay una red de museos y salas de exposiciones enorme (Cárcel Vieja, Puertas de Castilla, Teatro Circo, Teatro Romea)...
–¿Cómo se va a gestionar la oferta en las pedanías?
–Ante todo, hay que recordar que el municipio tiene centros culturales repartidos por las pedanías que ya querrían tener otros municipios. Se dotarán de una programación de gran nivel para que un vecino, de Sucina por ejemplo, tenga acceso a muestras artísticas de calidad igual que uno del centro de Murcia. Y también entrarán en el circuito de exposiciones itinerantes, sobre todo las que están más alejadas del centro urbano.
«La creatividad no tiene que tener ninguna censura y menos en un Estado de derecho»
–Antes ha comentado su intención de dar más impulso al Almudí, pero hay otro museo que está ahí, como callado, el de Ramón Gaya. ¿Algún proyecto especial para potenciarlo?
–En estos últimos días, ya hemos empezado a darle protagonismo y por él tenemos un especial cariño. Para mí, Gaya, junto con Salzillo, es uno de los murcianos más internacionales. Y no somos conscientes los murcianos de la importancia de su figura, que no solo ha destacado en la pintura, sino también en la literatura. Tenemos un gran museo dedicado a él y casi no nos ha costado nada porque la mayoría de su contenido ha sido donado, generosamente, por su viuda, Isabel Verdejo. Así que le queda mucho por crecer y pretendemos que lo haga, también fuera de Murcia, es decir, exportar su nombre para convertirlo en otro polo tractor.
–¿En qué lugar quedaría el premio de novela breve Ramón Gaya que acaba de cumplir su primera edición?
–Tenemos que estudiarlo, aunque toda apuesta por la cultura es bien recibida. El título del premio, novela breve, por ejemplo, no se identifica con su tipo de literatura. Además, debemos buscar el consenso con el Patronato Ramón Gaya, que no se hizo al poner en marcha el premio. Tenemos que sentarnos con ellos para analizar si queremos seguir denominándolo así o hacer cambios. Pero, insisto, no es un no al premio. Y en cuanto a la dotación económica, 30.000 euros, también hay que estudiarlo, pero es cierto que es lo que ha conseguido tanto la alta participación como la calidad de la misma.
«En los tiempos que corren no se puede pasar de largo en el apoyo a lo digital y lo audiovisual», asegura Avilés
–¿Qué planes hay para potenciar el talento emergente, joven o no tan joven, que proyecta la sociedad murciana?
–Otro de nuestros objetivos es despertar el interés por la cultura de los más jóvenes y apoyar, ayudar y mostrar el talento de los artistas emergentes. En Murcia hay mucho y nuestra obligación es, como administración, ayudarle, acompañarle y asesorarle y cederle espacios céntricos para que puedan mostrarlo, pero bajo unos estrictos criterios de calidad que valorarán el Comité Asesor de Nuevos Talentos. Eso ya lo hemos iniciado en las tres bóvedas restauradas del Almudí. Hablamos tanto de pintura como de escultura, de arte audiovisual y de literatura, entre otros. Tenemos que evitar que gente talentosa se vaya a otras ciudades buscando una oportunidad.
–Hay, en ese mundo, uno que se siente especialmente abandonado, el de la música.
–Cuando hablo de talento emergente hablo de todas las disciplinas. Tenemos muy buenas relaciones con las salas de conciertos y con ellas queremos poner en marcha proyectos para dotar de espacios a todo este colectivo. Y, por ejemplo, volverán los pianos a la calle. También para la danza, el premio Kairós, que nació de los distritos Centro-Este y Centro-Oeste, se convertirá en una apuesta del Ayuntamiento. El colectivo nos lo agradeció y nos comentó que ya tocaba que Murcia reconociera a sus artistas.
«Haremos encaje de bolillos para buscar recursos, pero no podemos privar a los murcianos de la Feria del Libro»
–¿Qué va a hacer el Ayuntamiento en el futuro con la Feria del Libro de Murcia?
–Nos lo han dejado muy difícil quienes nos han precedido, pero vamos a organizarla. Haremos encaje de bolillos para buscar recursos, pero no podemos privar a los murcianos de algo tan importante como esta feria que cada año crece. Este año queremos hacer una apuesta por pequeñas muestras culturales durante su celebración.
Festivales
–Parece que Murcia se está quedando un poco a la zaga de otras localidades, como Cartagena, a la hora de organizar festivales. ¿Tenéis pensada la fórmula para darle un giro y, en relación a los macroconciertos, buscar espacios más adecuados y que no molesten a los vecinos?
–Uno de los proyectos estratégicos para esta legislatura lo denominamos 'Un Río de Cultura' y pretende dotar a Murcia de grandes instalaciones para atraer grandes eventos, sin perjudicar a los vecinos. El trabajo lo llevamos de la mano con la concejala de Patrimonio, Rebeca Pérez. Es imprescindible mantener un equilibrio entre el descanso de los vecinos y las ventajas económicas que se consiguen para el municipio con estos eventos. Y Murcia debe entrar en este circuito.
–¿Esto puede acercar a Murcia a su elección como Capital Europea de la Cultura?
–Creo que tenemos todos los condicionantes para conseguirlo, aparte de un gran clima y una excelente calidad de vida; también contamos con esa red de salas y museos de la que ya hemos hablado, preparadas para acoger grandes muestras de arte y con gran nivel, incluido todo lo referente a las nuevas tecnologías. En los tiempos que corren, no se puede pasar de largo en el apoyo a lo digital y lo audiovisual.
–Desde que Vox ha entrado en los gobiernos de algunas autonomías y en muchos ayuntamientos, se están tomando decisiones como prohibir, censurar, la puesta en escena de obras de teatro. Desde Murcia, ¿qué mensaje le gustaría que quedara claro ante estos vetos?
–Uno muy simple, la cultura no tiene que tener ninguna censura y menos en un Estado de Derecho como en el que vivimos.
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