La nueva concesión de los autobuses de Murcia sigue sin contar con una fecha cierta para su puesta en marcha

El cuento de nunca acabar. Eso es en lo que se ha convertido la licitación de la nueva concesión del servicio de transporte público del municipio de Murcia, que tampoco saldrá a contratación este mes de abril, como había aventurado el Ayuntamiento. Una y otra vez, cuando parece que el nuevo contrato se encuentra listo para su publicación –a tenor de lo expresado por el Gobierno municipal–, siempre se acaba cruzando algún nuevo trámite administrativo que vuelve a dar una pequeña patada hacia adelante a los plazos.

Y todo ello a pesar de que era en 2019 cuando técnicamente tenía que haber asumido el Consistorio las competencias de los autobuses a pedanías, algo que no se hizo efectivo hasta 2021 y que desembocó en concesiones puente y prórrogas contractuales –tanto en las rutas urbanas como en las interurbanas– para mantener viva una oferta pendiente de renovación desde hace demasiado tiempo. Ya en 2024 se fijó como horizonte el fin de año para la licitación del nuevo modelo, circunstancia que finalmente no se consumó.

Dentro del penúltimo episodio de esta cronología administrativa, adelantó el concejal de Movilidad, Gestión Económica y Contratación, José Francisco Muñoz –tal y como recogió LA VERDAD– que este mes de abril aparecía como la fecha probable de subida de los pliegos del nuevo encargo al portal de contratación, pudiendo comenzar las empresas interesadas a realizar sus pujas. Sin embargo, este trámite tampoco tendrá lugar antes de que acabe el mes, ya que la Junta de Gobierno procedió este viernes a completar otro paso administrativo «preceptivo» para un contrato de servicios: solicitar a la Junta Regional de Contratación Administrativa el informe relativo a la estructura de costes de la nueva red de transporte.

Según detalló Muñoz, este órgano cuenta ahora con «veinte días» hábiles para emitir el dictamen, lo que, como señala la sede electrónica de la Comunidad Autónoma, se traduce en un mes completo. Entonces, deberá volver a pasar el acuerdo de aprobación de los pliegos contractuales por la Junta de Gobierno municipal, algo que parece improbable que suceda antes de finales de mayo. De esta manera, espera el edil que en «junio o julio» se puedan empezar a presentar ofertas, para lo que habrá un plazo de dos meses.

Esta situación vuelve a empujar hacia adelante la puesta en marcha de la nueva concesión, ya que serán necesarios otros cuantos meses para la resolución del proceso de adjudicación, así como para la firma efectiva del contrato. Y todo ello, teniendo en cuenta que un recurso no paralice el procedimiento. A tenor del camino que todavía queda por delante, la pregunta es si Murcia verá nuevas líneas de autobús, capaces de aprovechar los nuevos carriles segregados, antes del fin del año 2025. El concejal asegura que sí, pero hay que recordar todo lo señalado el año pasado para tomar los plazos dados con cautela.

Defienden desde el Consistorio que la tramitación administrativa –«larga y compleja»– que dependía de la Administración municipal está ya concluida y que solo se está a la espera de la respuesta autonómica para sacar el encargo a concurso público. También insisten en que los plazos se han ido demorando dada la necesidad de cerrar definitivamente la asunción de las líneas a Santomera, Beniel y Alcantarilla –de competencia autonómica, según la normativa– por parte del Ayuntamiento de Murcia. De hecho, fue ayer cuando el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma dio luz verde al protocolo que posibilitará esta delegación competencial –a cambio, en principio, de once autobuses eléctricos y una compensación económica– y que aún deberá concretarse en un futuro decreto.

Pero lo cierto es que la puesta en marcha del nuevo modelo, que viene a superar un servicio de autobuses del todo desfasado, con nuevas rutas, frecuencias, vehículos y formas de pago, sigue sin contar con una fecha cierta y ni siquiera aproximada. Y todo ello cuando se acercan ya los dos años de legislatura. «Ahora sí que sí», parecen decir desde el Consistorio. Queda por ver si esta vez será la definitiva o si volverá a cruzarse en el camino un nuevo obstáculo pendiente, inesperado o desconocido por la ciudadanía.

Por otra parte, anunció Muñoz que una vez configuradas las líneas del futuro sistema, en los próximos días se llevarán a cabo reuniones con los presidentes de las distintas juntas municipales «a fin de que conozcan la mejora en el servicio que traerá este nuevo modelo a sus vecinos». Asimismo, se mantendrán encuentros con los centros atractores con idéntico fin, «potenciando así el uso del transporte público como la mejor alternativa en los desplazamientos».

Todo ello vendrá acompañado de una importante campaña de información, «ya que nos encontramos ante una transformación sin precedentes del transporte público» destacó. «Hay que recordar, por ejemplo, que cambiará la numeración de todas las líneas, lo que puede confundir a los ciudadanos». Recordó, finalmente que ya en junio habrá una renovación parcial de la flota, con la incorporación de quince vehículos, entre ellos, siete tranvibuses eléctricos.

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