El Ayuntamiento de Murcia sólo puede intervenir en un tercio de los avisos por focos de mosquitos
Apenas 170 de las 481 alertas remitidas el año pasado se consideraron «justificadas» y se referían a zona de titularidad pública, por lo que el Consistorio apela a la concienciación vecinal
Sólo en una tercera parte de los avisos. Ese es el porcentaje de casos en los que el Ayuntamiento de Murcia pudo actuar el año pasado ante las alertas remitidas a sus servicios por la existencia de focos de reproducción de mosquitos en el municipio. Esta circunstancia se debe a que prácticamente dos de cada tres notificaciones vienen referidas a espacios de titularidad privada -por ejemplo, parcelas con jardines- en los que el Consistorio no puede intervenir directamente. La labor de la Administración se centra en estos casos, según explicó este lunes el jefe de Servicio de Control de Plagas, José María Meseguer, en «una labor educativa o informativa», a través de los equipos técnicos, que se desplazan en máximo 48 horas –12 horas, si son urgentes– hasta el lugar para dar claves a los propietarios de la cara a la prevención.
En total, el año pasado se registraron 481 avisos, 141 más que en 2022, de los que sólo 170 fueron «justificados», por estar referidos al espacio público. Subraya Meseguer que este incremento de notificaciones viene asociado casi en su totalidad a la puesta en marcha el año pasado de la aplicación móvil 'Plagas Murcia', que ha permitido llegar a espacios y ámbitos que antes era más difícil alcanzar. La 'app' se sumaba así a otras vías de comunicación como el correo electrónico 'plagas@ayto-murcia.es', la atención telefónica o la notificación a través de las Juntas Municipales. Todos estos datos fueron facilitados ayer durante la presentación de la campaña de este año para la lucha contra el mosquito tigre, que suele arrancar en el mes de abril.
Los periodos cálidos prolongados permiten la presencia de artrópodos durante casi todo el año
No obstante, según explicó Meseguer, esta labor de lucha se realiza ya durante todo el año ante la presencia de unos periodos cálidos cada vez más prolongados, que permiten la reproducción de los artrópodos. Sin embargo, es en primavera cuando se intensifican estas labores ante la esperada subida de las temperaturas y la llegada de posibles lluvias, como se esperan para estos días, y que son las que favorecen la acumulación de agua tan necesaria para la proliferación de estos insectos. De hecho, y según subrayaba Noé García Mujica, director general de Lokímica –empresa encargada del servicio en el municipio de Murcia– la mayor frecuencia de ciertos fenómenos climáticos –DANA y gota fría– contribuyen precisamente a generar aquellas condiciones que son caldo de cultivo para estas plagas y que plantean una mayor exigencia en las labores de control.
La campaña que arranca ahora vuelve a mirar, nuevamente, a la lucha contra el mosquito tigre, de origen asiático, pero implantado desde hace años en el Arco Mediterráneo, y que puede ser responsable de la transmisión de diversas enfermedades tropicales como el zika, dengue, la fiebre del virus del Nilo o el chikungunya, según explica la concejala Bienestar Social, Familia y Salud, Pilar Torres. No son estas afecciones endémicas por el momento en la Península Ibérica –donde los pocos casos registrados cada año son normalmente importados–, pero con el cambio climático, podrían llegar a serlo en un futuro si no se controla la proliferación de vectores como este, lo que permite, además, «prevenir molestias por picaduras», puntualiza Torres.
Se ataca a las larvas usando bacterias que acaban con ellas atrofiando su sistema digestivo
Explica Meseguer que las intervenciones contra este tipo de plagas tienen a día de hoy un carácter más preventivo y se centran en las larvas, ante las dificultades para combatir en sí a los ejemplares adultos. Recuerda así que el ciclo biológico del mosquito requiere de un medio acuático para el desarrollo de las larvas antes de emerger ya como mosquitos, por lo que es en esta fase acuática es donde es más factible realizar actuaciones de control, antes de que los artrópodos se dispersen.
Se emplean para ello medios biológicos como el 'Bacillus thuringiensis', una bacteria que atrofia el sistema digestivo de las larvas sin afectar a otras especies, como saltamontes, mariposas, anfibios o reptiles. «Hemos incorporado un nuevo formulado que es una hormona juvenil con una mayor residualidad para los trabajos en entorno humano, con lo que hemos ganado dos meses de eficacia respecto a otros compuestos que utilizábamos tradicionalmente, por lo cual la eficacia este año será un 33% superior », explicaba García Mujica en relación a las novedades incorporadas este año.
Concienciación y medios materiales
Estas labores se realizan, por tanto, en todos aquellos espacios públicos que pueden suponer un foco de reproducción de mosquitos, como pueden ser estanques municipales, zonas encharcadas por las lluvias, imbornales, o espacios similares. «Es muy importante que todos seamos conscientes de que tenemos que colaborar en ese aspecto, en nuestros propios beneficios y queremos evitar molestias y vigilar que no haya recipientes de agua, estanques ornamentales o macetas sin control que puedan suponer un foco reproductivo», subrayaba Torres. Por ello instaba la edil a «mantener los niveles de cloro en piscinas o balsas, vigilar el riego por goteo que puede dejar pequeños puntos de agua o los sumideros, los cuales se deben tratar con lejía y tratarlos con lejía mantener todos los depósitos de agua cerrados herméticamente.
Los medios materiales disponibles para intervenir en los espacios públicos incluyen, entre otro, cuatro cañones termonebulizadores manuales, tres cañones pulverizadores acoplados a camión de tratamiento, tres todoterrenos con cañón pulverizador y nebulizador, diez trampas para control de mosquitos, tres aspiradores entomológicos, cuatro drones y un helicóptero. Los medios aéreos permiten así localizar focos ocultos y proceder al tratamiento de aquellas zonas que son inaccesibles por métodos terrestres, bien porque la vegetación es muy alta, bien porque las condiciones del terreno no permiten el tránsito de los vehículos terrestres o podría haber riesgo para las personas.