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La Glorieta de España de Murcia, segundo escenario de concentraciones contra la ley de amnistía en la Región
Numerosos ciudadanos acuden a una convocatoria por redes sociales al grito de «España no se vende» y «Ni un delito sin su pena»
La Glorieta de España, a las puertas de la sede del Ayuntamiento de Murcia, fue el escenario elegido para celebrar la primera concentración en la capital de la Región contra la ley de amnistía negociada por el Gobierno español con los independentistas catalanes. Una concentración que tuvo lugar al mediodía de este domingo, tras la protagonizada este sábado por ciudadanos en Cartagena.
Al igual que en la ciudad portuaria, los participantes de Murcia, comentaron que les llegó la convocatoria por grupos de redes sociales y no descartan que haya una segunda protesta la próxima semana, pero esta vez en la sede del PSOE en la calle Princesa de la ciudad.
Portando banderas de España y pequeñas pancartas, y distribuyendo pegatinas con la imagen de Pedro Sánchez como Pinocho, recriminaron al presidente del Gobierno central los acuerdos, entre consignas como 'Vende tu casa, no España', 'España no se vende' y 'Ni un delito sin su pena'.
Manolo López-Guillén, quinta generación de murcianos, redujo a tres palabras, «unidad de España», la razón por la que había acudido a la concentración. «Hay mucha incertidumbre sobre el futuro de España y me duele la posible ruptura», indicó.
A su lado, María Teresa participó junto a Manolo hace quince días en la concentración en Madrid contra la amnistía y los acuerdos económicos que la acompañan. «Estamos aquí también porque los ciudadanos tenemos que reforzar a los poderes públicos democráticos, a los que creen en la Constitución».
Las hermanas Teresa y Montserrat García destacaron la «injusticia » que supone para el resto de los españoles el acuerdo, «dando privilegios a una Comunidad sobre el resto»; a la vez que criticaron que el Gobierno dijera «que un delito cometido, no lo es». «No es justo que 7 votos, siete personas, decidan por todos los españoles», apuntó.
Desde el barrio de San Antolín, un grupo de amigos se acercaron a la concentración, que fue disolviéndose al filo de las 13 horas. María Marín Torres secundó lo defendido por otros participantes y se mostró dispuesta a viajar a Madrid para seguir mostrando su protesta por las decisiones del Gobierno. «Es una vergüenza lo que nos obligan a aguantar, y siento como que me quitan una habitación del piso en el que vivo», aseveró, lamentando que se esté hablando de esto «y nada de las necesidades que tiene nuestro país; solo trabaja para hundir a España».
