El vertido de escombros, enseres y otros residuos alcanza los cuatro puntos cardinales de Murcia
Vecinos de la última huerta de la zona norte denuncian la degradación del entorno; la asociación MurciaLab recopila casi 900 puntos de abandono
Pocos problemas hay más enquistados en el huertano y extensísimo municipio de Murcia que el de la 'basuraleza', entendida como aquellos desechos que se abandonan ... de manera incontrolada en entornos naturales. De hecho, según ha constatado LA VERDAD, los vertidos de escombros -procedentes de reformas domésticas- y de otro tipo de desechos (desde colchones a muebles viejos y hasta restos de electrodomésticos destripados) campan a sus anchas entre los últimos huertos del norte del término municipal.
Según vecinos de la zona, la suciedad acumulada está degradando un espacio agrícola donde, a duras penas, todavía se mantienen parcelas de cultivo (desde limoneros a alfalfa), en un territorio que comparten las pedanías de Churra y El Puntal y el barrio de Espinardo. Se trata, además, de un espacio que conserva un rico legado histórico y etnográfico, con algunos elementos patrimoniales destacadas como la torre del Fraile (un conjunto rural del siglo XVII), el molino de Alfatego (siglo XVIII) y la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación.

Mapa de la ‘basuraleza’
en el municipio de Murcia
Puente
Tocinos
MURCIA
Los Garres
El Palmar
Sangonera
la Verde
Fuente: MurciaLab

Mapa de la ‘basuraleza’ en el municipio de Murcia
MURCIA
Puente Tocinos
Los Garres
El Palmar
Sangonera
la Verde
Fuente: MurciaLab

Mapa de la ‘basuraleza’ en el municipio de Murcia
MURCIA
Puente Tocinos
Los Garres
El Palmar
Sangonera
la Verde
Fuente: MurciaLab
La situación resulta especialmente grave en el camino de servicio de la acequia Churra la Vieja, que transcurre desde la avenida Juan Carlos I -a la altura del edificio JC 1- hasta la alameda de los Pinos, donde se localiza la casa-torre Arcayna. En ambos lados de dicho vial, los residuos ganan terreno con el paso de los días ante el descontrol en el cumplimiento de las ordenanzas que prohíben los vertidos y la falta de limpieza.
El problema de los vertidos de escombros, plásticos y enseres domésticos no se limita a esta área del cinturón urbano de la capital. Otros espacios de huerta del sur también sufren la proliferación de estos focos de contaminación. El carril de los Caballeros, en Aljucer, es un ejemplo de ello: varias parcelas acumulan restos de obras y mobiliario destartalado. La suciedad resulta patente en otros rincones de Los Alburquerques. Los vecinos apuntan a pequeñas empresas de reformas que dejan allí de manera recurrente los residuos de la construcción para ahorrarse las tasas para el reciclado de estos materiales, aprovechando la falta de vigilancia en la zona.
Precisamente, la asociación MurciaLab -centrada en promover un desarrollo urbano amable, eficiente y sostenible- informaba ayer de que ha recibido en apenas tres meses casi 900 fotografías geolocalizadas de residuos distribuidos por todo el municipio, lo que les ha permitido confeccionar un mapa de la 'basuraleza' de Murcia, elaborado gracias al proyecto colaborativo homónimo. Advierten desde la entidad ciudadana que «detrás de cada imagen subida por los vecinos se esconde una realidad que trasciende la anécdota: el abandono sistemático de residuos se ha convertido en una constante en esta ciudad, que afecta tanto al patrimonio urbano como al natural, alterando un paisaje que forma parte de su identidad y convirtiéndose en una problemática que necesita ser atajada urgentemente».
Arterias viarias y carriles
Aseguran desde MurciaLab que el casco histórico «registra la mayor densidad de incidencias con contenedores saturados y residuos que permanecen días en las calles». Además, «la zona este del núcleo urbano y las principales arterias viarias -A-30, circunvalación y accesos sur-oeste- muestran una distribución que sugiere un patrón de abandono de residuos sistemático», inciden. «Del mismo modo, muchos de los carriles de huerta no tienen ningún servicio de limpieza viaria, por lo que los residuos que caen tanto de contenedores llenos, como por el incivismo ciudadano, se quedan sin recoger», añaden desde la entidad.
El informe revela, asimismo, que los residuos tienden a acumularse en los mismos puntos, sugiriendo que los vertederos ilegales actúan como imanes para nuevos abandonos. Entre los hallazgos más inquietantes destaca la presencia de placas de uralita abandonadas en zonas de huerta. «Este material tóxico aparece depositado junto a acequias y bancales, planteando riesgos directos para la salud», precisan portavoces de la asociación.
«Las diferentes administraciones no se ponen de acuerdo acerca de quién es la responsable de mantener en condiciones de salubridad estos entornos de huerta, y las campañas de control que lleva a cabo la patrulla ecológica de la Policía Local resultan insuficientes», lamentan algunos residentes del entorno de los huertos de la zona norte del municipio. El problema de origen, no obstante, es la nula sensibilidad de las personas que arrojan los desechos aprovechando que se trata de un lugar con escaso tránsito. «Se ha producido una normalización del incivismo», remarca MurciaLab, pidiendo persistir en las campañas informativas e implementar sistemas de recompensa para incentivar la colaboración ciudadana.
Apuntan, además, a otras causas estructurales como «una insuficiencia de recursos de recogida y mantenimiento, que a veces no se ajusta a la demanda real o que, simplemente, no presenta un funcionamiento eficaz, olvidando en demasía ciertos puntos». También, al estado de mantenimiento de algunos contenedores dificulta a veces su uso. De hecho, sugieren la posibilidad de una recogida puerta a puerta en zonas de menor densidad poblacional.
Presencia policial y drones
Finalmente, desde MurciaLab apelan a una mayor presencia policial para el control y la educación y a la necesidad de reportar aquellos comportamientos incívicos. Precisamente, el Ayuntamiento de Murcia anunciaba ayer que ha incorporado un sistema de vigilancia aérea de última generación compuesto por un dron 'DJI Matrice 4T', una herramienta tecnológica avanzada que será utilizada por el Servicio de Protección Civil para reforzar el control ambiental y la limpieza del municipio, así como para intervenir con mayor eficacia ante emergencias.
Entre las características de este dispositivo se encuentran una cámara de alta resolución con visión térmica y nocturna, así como un sistema de detección de obstáculos y un sistema de seguridad con paracaídas inteligente que permiten realizar vuelos en zonas de difícil acceso, localizar vertidos ilegales o depósitos de enseres fuera de los puntos autorizados, documentar infracciones medioambientales y actuar como herramienta de apoyo en situaciones de riesgo», remarcan fuentes municipales. Añaden desde el Consistorio que muchos de los residuos que aparecen apilados junto a contenedores -hay más de 9.500 en todo el municipio- son depositados correctamente -el día indicado o previo aviso- para su correcta recogida en tiempo y forma y concluyen indicando que el depósito indebido de enseres se ha reducido en un año un 7%.
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