El contenedor marrón inicia su implantación en Murcia en los barrios de La Flota, Vistalegre y el Infante
El Consistorio cuenta ya con 1.300 unidades para implantar este sistema de recogida selectiva por fases en todo el municipio
El contenedor marrón echará a andar definitivamente en Murcia a lo largo de este mes de octubre. Los murcianos conocían hasta ahora este sistema de ... recogida selectiva de residuos gracias al proyecto piloto implantado en el barrio de La Flota, donde se colocaron 19 contenedores orgánicos, en el año 2019, gracias al proyecto europeo 'Valuewaste'. Concluida esta experiencia y retirados los citados contenedores, el municipio continuaba a la espera de que el Consistorio procediera a la implantación definitiva de este proceso de recolección y tratamiento de desechos, el cual debía encontrarse en marcha en todas las localidades de más de 5.000 habitantes gracias a las ayudas de los fondos 'Next Generation'.
Finalmente, y tras sucesivas prórrogas para el uso y justificación de todas las subvenciones recibidas, el Ayuntamiento devolverá a las calles de Murcia el quinto contenedor entre la tercera y cuarta semana de este mes. Para ello, ha hecho acopio de unas 1.300 unidades gracias a los casi 1,3 millones de euros aportados por Europa, que también se encuentran destinados a poner en marcha una campaña de información ciudadana –ya iniciada, tanto en la calle como en medios de comunicación–, necesaria tanto para que los vecinos conozcan la iniciativa como para que se conciencien sobre la necesidad de participar en ella y tengan claro qué tipos de residuos se depositan en estos puntos.
El sistema se implantará de manera faseada en todo el municipio comenzando por tres barrios, los cuáles han sido seleccionados tras realizar un estudio previo sobre «cuáles son los lugares más comprometidos con prácticas como las de la separación de residuos y el reciclaje», según explicó este viernes la vicealcaldesa y concejala de Fomento y Patrimonio, Rebeca Pérez. Uno de ellos es precisamente y por lógica La Flota ya que fue en este donde la experiencia echó a andar. A él se suman los barrios de Vistalegre y el Infante, que fue, además, el primero en el año 2000 en implantar el contenedor amarillo o de recogida de envases. «Creemos que los resultados positivos están asegurados en estas zonas de la ciudad por la predisposición mostrada», valoró Pérez, señalando que el objetivo de esta propuesta es valorizar dichos residuos y reducir su depósito en vertedero.
No obstante, la concejala no pudo precisar cuántas unidades se instalarán próximamente, sus ubicaciones ni las rutas concretas, ya que estas se están ultimando y necesitan, por ejemplo, la determinación de qué plazas de aparcamiento se utilizarán para colocar estos contenedores sellados, con una capacidad de 2.200 litros cada uno. Respecto a si las 1.300 unidades disponibles actualmente serán suficientes para la extensión del sistema a todo el municipio, la vicealcaldesa indicó que todavía se está dimensionando el proceso de implantación y no dio plazos para completarlo.
Por lo pronto, Pérez señaló que en las próximas semanas se transmitirá información acerca de esta recogida selectiva en lugares estratégicos de alta concurrencia como puede ser el entorno de los mercados y plazas, pero también en centros municipales, de mayores y educativos. No será tarea sencilla, sin embargo, lograr que los ciudadanos incorporen una rutina más, que se debe sumar a las ya existentes respecto a los envases, el vidrio y el papel.
Residuos aceptados
Recuerda la concejala que este contenedor recibe residuos orgánicos como restos de comida, incluyendo por ejemplo, fruta, verdura, carne y pescado cocinados, cáscaras de huevos, marisco, frutos secos, posos del café o del té, así como tapones de corcho, cerillas o serrín. No admite, sin embargo, productos que contengan componentes plásticos como pañales, tampoco compresas y toallitas ni polvo de barrer o la arena para mascotas. Además, queda excluido el papel higiénico y de cocina. «Informaremos con esta campaña, también, de cuáles son los objetivos medioambientales que persigue esta nueva forma de proceder, la cual permitirá, por ejemplo, no solo contribuir a la descarbonización, sino generar productos como el compost natural», concluyó la edil.
No se seguirá así la senda del proyecto 'Valuewaste' en cuanto a la valorización de los restos, ya que en este se siguió un proceso de alimentación de larvas de mosca con el fin de explorar la posibilidad de generar proteínas por esta vía, a las que buscar diferentes usos, según sus posibilidades y la posible aceptación ciudadana.
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