La Comunidad sigue sin autorizar el regreso del apóstol Santiago a la fachada de la Catedral de Murcia

Son huecos verticales y resaltos en la cara superior del tímpano, rozas para anclajes, llaves hechas de piedra para ensamblar piezas «e incluso los huecos para un refuerzo en la parte posterior de la fachada», añadió De la Hoz, de Lavila Arquitectos.

Defendió a continuación que «es la constatación de que los datos que figuran en los archivos también se pueden leer sobre los restos que quedan en las piedras». Dichas publicaciones indican que la estatua del apóstol Santiago coronaba el imafronte y que, unos años después de su colocación, se bajó ante el mal estado que presentaba.

«Una escultura de ese tamaño requeriría unas fijaciones en la piedra que asegurasen su estabilidad y son precisamente los huecos y restos de esas fijaciones las que ahora se han podido documentar», subrayó De la Hoz.

La esperanza era que esta confirmación también sirviera para acabar con las reticencias mostradas por la Consejería de Cultura a dar el visto bueno a la colocación de una nueva estatua aprovechando la restauración.

Esta actuación está en el proyecto, pero la resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural, que dio el visto bueno a la rehabilitación, lo rechazó «por no constituir un elemento esencial en la restauración de la fachada la incorporación de los elementos escultóricos a ubicar en su coronación». Se refería a la imagen del apóstol Santiago.

Y en esas siguen. A preguntas de LA VERDAD sobre si el hallazgo de los restos podía cambiar esa resolución, fuentes de la Dirección General apuntan que conocer la existencia de la escultura de Santiago Apóstol coronando el imafronte «no permite garantizar la identificación exacta de la imagen y, por tanto, nos reservamos para un análisis más detallado la posibilidad o no de volverla a crear y a colocar». Y añaden que «así lo pusieron también de manifiesto algunos de los informes de las instituciones consultivas que emitieron su dictamen al respecto».

El proyecto original de la rehabilitación fue informado por la Universidad de Murcia, el Colegio Oficial de Arquitectos de la Región de Murcia y la Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca de Murcia.

Las mismas fuentes de Patrimonio concluyeron que, «puesto que el debate del Santiago no forma parte del actual proyecto autorizado de las obras de restauración de la fachada, entendemos que esa decisión tendrá que esperar a la presentación de una nueva propuesta por parte del promotor (la Diócesis de Cartagena) y una nueva reflexión y posterior análisis técnico sobre ese tema en concreto».

El arquitecto, sin embargo, defiende que en el proyecto «se justifica que la escultura del apóstol culmina todo el lenguaje iconográfico de la fachada; aquí es donde radica su importancia y, si falta, falta un importante valor iconográfico del discurso».

La estatua estuvo colocada, según los archivos históricos, desde el verano de 1751 coronando la fachada. Por su hechura y colocación, tanto de Santiago como de los complementos que lo adornaban (la cruz y la diadema del santo, entre otros), el Cabildo catedralicio recogió lo que se había abonado ese mismo año: un total de 772 reales.

Los trabajos en marcha también han mostrado un dato «curioso»: la imagen de la Virgen de la Asunción, situada en la gran construcción semicircular superior, está coronada dos veces (incluso tres si se cuentan unos orificios donde probablemente se ubicara una corona de bronce que hoy no existe). «Se trata de una corona ejecutada sobre la propia piedra, a la que posteriormente se añadió una corona de madera», explicó Juan de Dios de la Hoz.

El director del proyecto indicó que, con carácter general, durante la actuación se ha constatado que hay mucha más cantidad de intervenciones realizadas en los últimos cincuenta años «de lo que pensábamos; algunas de ellas presentan morteros con cemento de mucha dureza».

También confirma «lo extraordinario de la talla de todas las esculturas y los motivos decorativos, incluso en las partes traseras y en su cara superior, que nunca van a poder ser apreciadas por el espectador desde el suelo» y que sí permiten actualmente ver los andamios.

«Es como el colaborador de LA VERDAD y cronista oficial de la Región, José Antonio Melgares, decía el otro día, que no solo tallaban para el pueblo, sino sobre todo 'para Dios'», concluyó De la Hoz.