Churra se niega en rotundo a la instalación de barracones como consultorio médico

Hace cuatro años que los vecinos de Churra piden una ampliación en el consultorio médico de la pedanía que les permita tener «unos servicios dignos». Cuentan que son frecuentes las camillas en los pasillos cuando alguien necesita tratamientos como que le pongan oxígeno o hierro; que la consulta del pediatra tiene una distribución incómoda y una sala de espera minúscula; que solo hay un aseo para todos los usuarios; que no hay espacio para el médico que el Servicio Murciano de Salud (SMS) adjudicó a Churra -y que trabaja en el centro de salud de Cabezo de Torres- ni para tener una matrona que vea a las embarazadas. «Lo de las camillas en los pasillos lo hemos visto muchas veces y es muy inhumano, te tienen ahí en medio de toda la gente, en una zona de paso, sin ninguna intimidad ni dignidad», manifestó ayer Antonia Abellán, vecina de la zona, en una reunión con otros residentes.

En las tres consultas de médico de familia, una de pediatría y dos enfermerías que tiene el consultorio, se atiende a una población de 6.198 personas, de las cuales 1.070 son niños, según confirmó la Consejería de Salud. Tanto el SMS como el Ayuntamiento de Murcia están al tanto de las carencias del centro, por eso se inició un proyecto para su ampliación que, según aseguró la Oficina Técnica de Arquitectura, terminó de redactarse a finales de octubre. «En estos momentos se está reajustando a las necesidades y requerimientos de las Consejería, que en última instancia será la responsable final del consultorio, de su mantenimiento y dotación», confirmaron fuentes del Consistorio.

En cuanto a la ejecución de la ampliación, también dijeron que «esta misma semana se le dará el visto bueno al proyecto y comenzará el proceso de licitación», en previsión de que la adjudicación del mismo se produzca «antes de que finalice este año, para que las obras puedan comenzar durante el primer semestre de 2020».

El hastío por la «pésima calidad» de las instalaciones médicas y por la tardanza del proyecto se palpa en el ambiente cuando se reúnen los vecinos. Pero «la gota que colmó el vaso», dijo María del Carmen Abellán, otra residente de la pedanía, fue que «a las reclamaciones que formulamos nos contestaran que, como solución, iban a poner barracones».

La Consejería de Salud confirmó a 'La Verdad' que «se van a instalar de forma provisional dos módulos, hasta que el Ayuntamiento acometa las obras del consultorio». En vista a los procedimientos, Salud estimó que la instalación de los barracones se producirá en un par de meses, antes de que comiencen las obras de ampliación. «El objetivo es ampliar una sala de espera, un aseo adaptado y dos consultas. Se trata de instalaciones completamente equipadas con mobiliario y aire acondicionado, y que se instalan con el objetivo de no tener que derivar pacientes a otros centros en el periodo en el que se acometan las actuaciones de mejora», explicó la Consejería.

Pero los vecinos se niegan en rotundo. Las quejas se suceden en sus bocas y todos coinciden en lo mismo: 'barracones, no'. «Si tanto tiempo hemos aguantado con un consultorio en pésimas condiciones, podemos resistir unos meses más, hasta que se acaben las obras», apuntó Ángel Lorca, antiguo pedáneo, junto a la actual, también presente en el encuentro, Pepa Cascales. Ambos, planos en mano, explicaban a los vecinos cómo será la supuesta ampliación del centro, que contempla otras cuatro consultas, dos enfermerías y una sala de reuniones.

A pesar de ver los planos, las dudas entre los vecinos de Churra no se disipan, porque «en el Ayuntamiento me dijeron a mí personalmente el sábado que el proyecto no estaba acabado», explicó Eva María Rodríguez, una de las precursoras del movimiento vecinal que ha culminado con la creación de la Plataforma por un Consultorio Digno en Churra. «Hicimos una reunión vecinal el domingo 27 de octubre a la que vino el concejal Mario Gómez, nos dijo que el proyecto estaba sin terminar y se comprometió a informarnos de los avances, pero no nos ha llamado. A día de hoy, seguimos sin saber en qué punto estamos porque nadie nos informa», denunció.

A su lado, también Francisco Aguilera, otro representante del movimiento, manifestó que «no queremos que se gasten nuestro dinero en barracones, preferimos que se lo guarden para equipar bien el consultorio médico». En general, lo que todos los vecinos temen es que, una vez instalados los barracones, las administraciones se relajen y la situación de un consultorio «evidentemente deficiente e insultante» se perpetúe en el tiempo.