Los hosteleros exigen una 'Policía de ocio' para acabar con los ruidos y los botelleos

Los empresarios de la hostelería temen una caída en picado de la noche en Murcia si se recortan los horarios de cierre de bares y discotecas una hora, tal y como ha solicitado el Ayuntamiento a la Comunidad Autónoma con la intención de hacer compatible el ocio con el derecho al descanso vecinal. Los dirigentes de la Federación Regional de Empresarios de la Hostelería y Turismo (Hostemur) y la Asociación de Locales y Discotecas de Murcia denunciaron ayer en la sede de Croem que Murcia es un municipio con grandes posibilidades para explotar este segmento, pero critican que no exista un plan estratégico para avanzar hacia «un ocio de calidad» y alertan de que las últimas medidas adoptadas por el Gobierno local pueden llevar al hundimiento de muchos negocios y poner en riesgo 1.500 puestos de trabajo.

«El ruido es un problema de todos y somos los primeros interesados en que no haya ruido. Nuestros locales cuentan con medidas muy restrictivas, con inversiones muy grandes que permiten alcanzar los mayores límites de insonorización que hay en la legislación española», subrayó Jesús Jiménez, responsable de locales y discotecas de Hostemur, durante la presentación de la campaña de concienciación 'Shhhh! Perdona que te moleste', lanzada por Hostemur para promover un ocio nocturno responsable.

Hostemur ha presentado al Ayuntamiento una batería de propuestas para coger el toro por los cuernos e ir juntos en la dirección de permitir el desarrollo de una actividad empresarial que mueve millones de euros en el municipio y genera empleo directo e indirecto, y al mismo tiempo erradicar focos de conflicto que generan ruido, como los botelleos.

Para ello, una de las medidas que defienden es la creación de una 'Policía de ocio', una unidad especializada que ayude a crear conciencia, evitar las molestas aglomeraciones y perseguir el consumo descontrolado de alcohol en las calles. «Todos somos muy cívicos cuando estamos en nuestra casa, pero cuando salimos y nos tomamos dos cervezas y un vino ese civismo nos transforma y nos convierte en algo que no somos», entiende Jesús Jiménez, partidario de formar a los niños y jóvenes en las escuelas para que adopten una actitud ejemplar ante los ruidos. Por ello los folletos de la campaña van a empezar a repartirse entre los jóvenes en el tranvía que sube a la UMU y la UCAM, y también en vehículos aparcados en el centro viernes y sábados.

Recogida de vidrio

«Los profesionales de la hostelería estamos preocupados con el ruido, pero también con la recogida del vidrio y con la convivencia con los vecinos. Si hay una buena convivencia, nuestros negocios saldrán adelante, pero no puede ser todo negación y hay que buscar puntos de equilibrio», enfatizan los interesados.

Los hosteleros denuncian que este pasado fin de semana la Policía Local ha denunciado a dos locales por la existencia de quince personas fumando en medio de una calle «cuando la música del SOS se escuchaba hasta en el barrio del Carmen». «Si hubiese una 'Policía de ocio' y se pasease por la calle pidiendo a la gente que baje el volumen, eso no pasaría», se quejó la presidenta de Hostemur, Soledad Díaz, cuya federación respalda las peticiones de estos empresarios («detrás de ellos hay economía de la buena, no sumergida») de crear esa unidad específica para atajar los escándalos en las puertas de los locales y otras como potenciar la figura del mediador vecinal, «porque no es necesario esperar a que haya demandas penales para intervenir y pueden hacer una función buena entre Ayuntamiento, vecinos y profesionales».

Otra iniciativa que plantean es la instalación de elementos fonoabsorbentes para evitar el impacto de las terrazas en la vía pública. «La tasa de recaudación de terrazas este año va a alcanzar un millón de euros y no invierte la administración nada en favorecer estas medidas, cuando se gasta, por ejemplo, 125.000 euros en dos marquesinas para los taxistas. El botellón ya no está en las afueras, sino en el centro, y eso creo que todavía no lo asumen las autoridades, y hay que darle una solución. Si hay un botellón en Puerta Nueva, los locales de esa zona no son responsables», objeta Jiménez. Otra acción que se ha demandado a la administración es la creación del mapa de ruido de las zonas de ocio, que debía estar listo para diciembre de 2015, según la ordenanza, si bien actualmente se encuentra en fase de licitación. Ese documento es clave para conocer los problemas reales, los focos más conflictivos de ruidos, y a partir de ahí tomar las medidas paliativas.

Videovigilancia en las calles

Hostemur también ha solicitado al Ayuntamiento que instale cámaras de vigilancia en las calles con más incidencias, y que la administración local se adhiera a la ONG Controla Plus, que lucha por integrar el ocio y la restauración en los barrios y promueve campañas eficaces contra el ruido y contra el consumo de alcohol y otras drogas. «También le hemos propuesto al Ayuntamiento que abra una línea de subvenciones para que aquellas casas que por su antigüedad no reúnan las condiciones acústicas adecuadas puedan adaptarse. E insistimos. Para nosotros, la medida más importante de todas ellas es una 'Policía de ocio' porque una persona uniformada que se sabe que puede sancionar tiene un efecto disuasorio muy útil», resalta Jiménez.

De hecho, la campaña, que se puede ver en 20 'mupis' repartidos por la ciudad, invita a los vecinos a que no orinen en los portales de los edificios, que no se sienten en los vehículos y que respeten el descanso.

En cuanto a la reducción de horarios de cierre de las cuatro de la mañana a las tres, Hostemur advierte de que esa medida es perjudicial, «no solo para Murcia, sino para toda la Región, y lo que pasará es que al final cerraremos», ratifica Pedro Martínez, miembro de Hostemur. En el municipio de Murcia hay actualmente 76 locales autorizados con música.