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María Dolores López pasea por una calle del centro con varias bolsas con sus compras.

Y un colchón en el que descansar tras un día de ensueño

María Dolores López, la ganadora del sorteo 'compra-reloj', adquirió una veintena de regalos «pensando sobre todo en mis hijos»

Fernando Perals

Viernes, 20 de noviembre 2015, 01:03

Asegura que pasó una noche tranquila. Se le notaba. Sin nervios y con una calculada agenda de compras, María Dolores López Jiménez fue adquiriendo en una veintena de comercios productos por un valor global de 6.000 euros. La afortunada ganadora de la 'compra-reloj', que cada año sortea la Cámara de Comercio de Murcia, comenzó a las 10.00 horas su recorrido, acompañada siempre por sus amigas y un grupo de familiares, que le ayudaron a trasladar bolsas y paquetes a una furgoneta en la que se desplazó desde la pedanía de San José de la Vega.

Esta auxiliar administrativa de 46 años, actualmente en paro, no mostró ningún atisbo de nerviosismo por las prisas, jaleada siempre por sus acompañantes, que solo al final de la mañana le metieron ciertas prisas para terminar sus compras en Beniaján. «Ha sido como una Navidad anticipada. He pensado sobre todo en mis hijos, que son los que se llevarán la mayoría de los regalos», aseguraba mientras no perdía la mirada a un 'smartphone' que estaba adquiriendo.

La primera visita de María Dolores fue a Clemente, la tienda de moda junto a la plaza del Romea donde rellenó el boleto premiado al comprar unos pantalones vaqueros. Allí se hizo con una cazadora azul. Fue su primer antojo. Mas tarde, en Platería, se agenció un collar azul de nácar con plata. «Tenía este capricho desde hacía tiempo, y qué mejor oportunidad que esta», decía ante las cámaras. Quería vivir su minuto de gloria. «Nunca pensé que me tocaría. Llevo tres años rellenando boletos. Era escéptica, pero ¡fíjate!», comentaba al pasear sonriente por las calles más comerciales del centro de la capital.

«Somos pocas para coger tantas bolsas», decía una de sus cuñadas durante la ajetreada jornada. «Que compres muchas cosas», le animaban algunas dependientas, después de que María Dolores eligiera un conjunto de chaqueta. Mario (15 años) y Claudia (10 años), sus hijos, ausentes por los deberes escolares, fueron los que al llegar del colegio se encontraron con la mayor parte de los presentes. «Le he comprado a mi hijo unas gafas para un viaje que hará a Sierra Nevada», decía la feliz madre, mientras se paraba en una zapatería, donde recogió unos botines para su pequeña.

300 euros por comercio

La única condición que tenía que respetar esta agraciada vecina de San José de la Vega consistía en hacer sus compras en la red de establecimientos adheridos a la Cámara de Comercio, con un máximo de 300 euros por tienda. Así logró llevarse para su casa zapatos y prendas deportivas, perfumes para toda la familia, un par de vestidos y un bolso.

Antes de finalizar en Beniaján, donde visitó una librería, una óptica y una jamonería, María Dolores se acercó a la avenida de la Constitución para comprar una cámara fotográfica y un colchón para dejar atrás el estrés disimulado de una mañana de ensueño.

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