La CHS se coordinará con otras tres cuencas para impulsar la recuperación de diez acuíferos

Así lo recoge el 'Catálogo de acuíferos compartidos entre demarcaciones hidrográficas', un documento elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) en aplicación del Real Decreto 35/2023. A través de este, se aprobó en enero la revisión de los planes hidrológicos de cuenca de doce demarcaciones para el periodo 2022-2027.

El listado de acuíferos, recién sometido al periodo de información pública y que incluye veintiocho acuíferos en toda España, servirá de base para mejorar la planificación de usos de estas grandes bolsas de agua. También permitirá coordinar programas de actuación en acuíferos sometidos a fuertes extracciones o significativamente afectados por la contaminación, cuando haya riesgo de que no alcancen el buen estado cuantitativo o químico. Asimismo, se allanará el camino a la financiación y ejecución de medidas de corrección de estos problemas, como la contaminación por nitratos, plaguicidas y otras sustancias contaminantes.

La revisión de los acuíferos, en la que han participado la Dirección General del Agua del Ministerio y el Instituto Geológico y Minero de España (Igme), ha dado como resultado identificar que la Confederación Hidrográfica del Segura comparte con la del Júcar dos masas en la zona de la Sierra de la Oliva, entre Yecla y los municipios albaceteños de Almansa y Caudete; dos en Jumilla-Villena (Alicante); dos en Serral-Salinas, entre Abanilla, Jumilla y los municipios alicantinos de Monóvar y Sax; dos en la Sierra de Quibas, entre Abanilla, Monóvar y Elda; y dos en la Sierra de Crevillente, entre Abanilla, Crevillente y Aspe.

Con la demarcación del Guadalquivir, la CHS tiene en común tres acuíferos en la Sierra de Segura, entre Moratalla, Yeste (Albacete), Cazorla (Jaén) y Castril (Granada); dos en La Zarza, entre Caravaca y Puebla de don Fadrique (Granada); y dos en Orce-María, entre Orce (Granada) y Vélez Rubio (Almería). Por último, con la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas comparte dos masas subterráneas en Saltador-Las Norias, entre Puerto Lumbreras, la pedanía lorquina de Almendricos y Huércal-Overa (Almería); y dos en la Sierra de Almagro, entre Pulpí y Cuevas del Almanzora (Almería).

El catálogo será empleado en la actualización del Plan Hidrológico Nacional (PHN), en la que el Ministerio debe trabajar el próximo año. En 2001, el PHN previó caracterizar las masas con «continuidad hidrogeológica» y asignar recursos estatales a cada cuenca para su gestión.

«La vinculación de una masa a un acuífero compartido implica la aplicación de un régimen jurídico especial, orientado a coordinar las posibles medidas que aplique la correspondiente autoridad de cuenca en el territorio por ella administrado. Ello, tanto si se trata de una confederación hidrográfica como de la administración hidráulica de una Comunidad Autónoma», explica el Ministerio en su catálogo.

Un efecto es que en los expedientes de concesión o de investigación de las aguas subterráneas, así como en los de autorización de vertidos de sustancias susceptibles de contaminar los acuíferos, el organismo de cuenca o la Comunidad deben dar audiencia al resto de organismos competentes. Lo mismo rige para «los expedientes de declaración de acuífero sobreexplotado o en proceso de salinización y en los de afección a aprovechamientos preexistentes».

Dos masas de agua subterránea se han sumado al listado de bolsas de la cuenca del Segura en «mal estado cualitativo» por contaminación química, en su mayoría por nitratos y plaguicidas. Eso eleva el número a 29 masas, según recoge el último informe anual de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) sobre estos depósitos naturales. El diagnóstico abarca 63 e incluye datos de 172 estaciones de control.

El panorama global ha empeorado. En el año 2021 había 24 zonas en esta situación. Según explicaron fuentes de la CHS, uno de los motivos es que ha incorporado «los nuevos valores umbral» recogidos en el Plan Hidrológico de la cuenca para el periodo 2022-2027, lo que supone evaluar con «un criterio más restrictivo».

De 97 masas superficiales, 27 no alcanzaron un estado bueno. Entre otras cosas, se detectaron niveles anómalos de mercurio, un metal pesado, en el río Mundo desde el embalse de Talave a la confluencia con el de Camarillas, y en el río Segura, desde el río Zumeta al embalse de Cenajo.