La sequía obliga a elevar los recortes de agua a los regantes del Noroeste y norte de Lorca

Las restricciones en el acceso a los recursos hídricos para regar en la cuenca del Segura se han centrado este mes en los regantes del Noroeste, norte de Lorca y norte de Almería. La Comisión Permanente de la Sequía ha dado luz verde a elevar hasta un 25% el recorte de agua a los usuarios de la margen derecha del río Segura. En concreto, se verán perjudicados todos aquellos que 'beben' de los ríos Moratalla, Argos, Quípar y Guadalentín (aguas arriba del embalse de Puentes). Por otro lado, las limitaciones más importantes para los regadíos tradicionales (recorte del 40%) y no tradicionales (57%) del río Segura seguirán activas.

La situación en la cuenca es crítica y se agrava por semanas. Con unas reservas en los pantanos al 15% de su capacidad total, el territorio del Segura sólo dispone de 170 hectómetros cúbicos, casi cien menos que hace un año. Los nuevos recortes se extienden por un territorio con fuerte dependencia de los volúmenes de los ríos de la margen derecha y de aguas subterráneas, incluido los regadíos en torno a la localidad almeriense de Vélez-Rubio y los que desembocan en la presa de Puentes. Hasta ahora, los usuarios de esta zona al oeste de la cuenca tenían una restricción del 12,5%.

Los recursos subterráneos del Anticlinal de Socovos, Caravaca, Alto Quípar, Bajo Quípar, Detrítico de Chirivel, Vélez Blanco-María, Valdeinfierno y Sierra de la Zarza también se verán afectados por las nuevas restricciones a los aprovechamientos.

Esta nueva medida llega tras constatar la CHS el menor volumen de agua que brota de los manantiales y fuentes en este territorio de la cuenca por la sequía, tal y como adelantó LA VERDAD. En un comunicado, el organismo dirigido por Mario Urrea apunta que la reducción de los caudales que circulan por los cauces de la margen derecha provocaría que estos no pudieran "soportar sin deterioros significativos las presiones por extracción y derivación a las que se verían sometidos en un año medio".

La Comisión de la Sequía, que ahora se reúne mensualmente, también ha constatado la situación excepcional por sequía extraordinaria en la que se encuentra la cuenca desde hace meses, un escenario que no va a cambiar a corto plazo dada la falta de lluvias. Los nuevos recortes, así como los que llevan en vigor desde hace tiempo, se mantendrán en la cuenca al menos hasta septiembre de 2025, cuando finalice el actual año hidrológico. En caso de que lloviera en abundancia y las reservas crecieran lo suficiente, la CHS se plantearía reducir esos recortes antes.

Sin embargo, el organismo de cuenca ha advertido a los usuarios y administraciones presentes en la comisión que en la reunión de noviembre se incrementarán las limitaciones a los regantes del tramo central del río Segura "de seguir con la tendencia actual de los indicadores". A este respecto, la Comisaría de Aguas va a proceder a precintar las compuertas en aquellos canales o acequias para regadío donde se han incumplido las medidas de ahorro, ajustándolas al volumen autorizado, aunque la CHS no ha especificado cuáles ni dónde están.

Los pozos del Sinclinal de Calasparra siguen bombeando agua, un recurso complementario que cubre mínimamente las necesidades de los regantes. Hasta el momento, esta batería de sondeos ha inyectado en el Segura 3,65 hm³ desde marzo, mientras que cada semana se producen parones de un día o día y medio para comprobar el estado del acuífero.

La Confederación Hidrográfica del Segura ha informado, a petición de los huertanos, de la situación en la que se encuentran las baterías de sondeos de la Vega Media y Baja del río, tras el 'ok' a su puesta en marcha del Ministerio para la Transición Ecológica. Por el momento, el organismo de cuenca está preparando estas infraestructuras y desarrollando sobre el terreno todos los condicionantes que estableció la Declaración de Impacto Ambiental para su funcionamiento.

Estos trabajos, que se llevan a cabo de forma conjunta con el Instituto Geológico y Minero de España, se centran en fijar los niveles de agua en los pozos que no deben sobrepasarse a la hora de explotarlos y de la subsidencia. En breve se pondrán en marcha un número máximo de 32 pozos entre Murcia y Santomera para extraer del acuífero hasta 32 hectómetros en cuatro años. El Ayuntamiento de Murcia ya ha expresado su temor a posibles hundimientos del terreno y afecciones a edificios.

El Gobierno regional, representado en la reunión de este lunes por el director general del Agua, José Sandoval, se ha mostrado crítico por el año de recortes que llevan los regantes: «La única solución que se pone sobre la mesa es otro recorte más a nuestros productores de regadío, que necesitan ese recurso para su desarrollo social, económico y ambiental», ha remarcado el alto cargo de la Consejería de Agricultura momentos antes de celebrarse la Comisión.

Sandoval ha cargado contra el actual plan de cuenca del Segura por no plantear «soluciones viables, consistentes y realistas» para garantizar la atención hídrica a los usuarios. La única medida, a su juicio, que está en vigor son los pozos de sequía de Calasparra, los cuales no funcionan al ritmo deseado. «Deben de estar extrayendo aproximadamente 80.000 metros cúbicos diarios de agua para intentar suplir la falta de lluvia. Hemos visto en los datos que nos ha facilitado la CHS que están funcionando aproximadamente a la mitad», ha incidido el director general.

Las lluvias previstas para este otoño no serán las esperadas, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, que estima que las precipitaciones previstas para los próximos meses "son inferiores a la media".

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