La supuesta corrupción en la que se basó la moción de censura en Murcia no encuentra recorrido judicial

En efecto, PSOE y Ciudadanos basaron su operación para desalojar a José Ballesta de La Glorieta en la existencia de una supuesta trama corrupta del PP en el Consistorio de la capital. El líder naranja, Mario Gómez, reconoció haber llevado un pendrive de 2 gigas a la Policía Nacional con pruebas de estas presuntas irregularidades. Sin embargo, ninguna de las denuncias, ni de Gómez ni de los socialistas, ha prosperado en los tribunales. El famoso chicle de Diego Conesa ha terminado explotando por sí solo, sin consecuencias penales, de momento, para nadie.

La última denuncia desestimada por la Fiscalía de la que se ha tenido conocimiento (aunque se archivó en julio) es la del contrato de Parques y Jardines. Una prueba pericial de la Guardia Civil concluyó que los 'vídeos-render' utilizados por el PP en la campaña electoral de 2019 no eran los mismos que los presentados por la UTE concesionaria a la postre del servicio. La sospecha del supuesto amaño del contrato de 70 millones de euros queda, por tanto, desmontada.

Asimismo, el Ministerio Público archivó diligencias abiertas por el fraccionamiento de contratos menores y por la iluminación de Navidad en años anteriores. En ambos casos, el fiscal superior, José Luis Díaz Manzanera, rechazó que hubiera delito penal, aunque admitió posibles irregularidades administrativas. El contrato de las luces navideñas se encuentra ahora en el Tribunal de Cuentas. Pero lo cierto es que ni el exalcalde Ballesta ni ninguno de sus concejales están investigados por la Justicia a fecha de hoy. Tampoco han tenido que pisar un juzgado para declarar en calidad de imputados.

El portazo de la Justicia a las denuncias de los socialistas y de Mario Gómez rearma de moral a los populares, que consideran que tienen hecha la campaña electoral para 2023, en la que se presentarán como víctimas de una supuesta conjura basada en mentiras. En el PP se entretienen rescatando de la hemeroteca viejas declaraciones de dirigentes de PSOE y Cs sobre el relato de la corrupción que ahora, visto el escaso recorrido judicial de las denuncias, les deja en evidencia.

Especialmente locuaz se mostraba en aquella época la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, quien llegó a calificar el Ayuntamiento de Murcia como «nido de corrupción». «Hemos podido escuchar a compañeros de Murcia; nos han explicado la terrible situación que llevan sufriendo con prácticas escandalosas, irregularidades, datos que se ocultan a pesar de la solicitud de explicación, datos que han acabado en la UDEF; casos espeluznantes de acoso, hostigamiento, señalamiento, amenazas, que siguen sufriendo a día de hoy», dijo el 16 de marzo de 2021, en la primera reunión de la Ejecutiva nacional tras el volantazo en la Región, en la que estuvieron presentes los ediles Mario Gómez, Paqui Pérez, Juan Fernando Hernández Piernas y Pedro José García Rex. Inés Arrimadas confesó entonces que declaración de los concejales le pusieron «los pelos de punta» y provocaron «aplausos unánimes» de los miembros de la dirección naranja.

Entre los asistentes a esa reunión que se emocionaron con las palabras de Mario Gómez se encontraba la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. Esta contó al programa 'Espejo Público', en Antena 3, el supuesto 'modus operandi' de la trama en el Ayuntamiento de Murcia. Se refirió concretamente al contrato de Parques y Jardines, archivado por la Fiscalía. «Había una empresa que competía en este concurso, en el que se solicitaba un tipo de plano que valía 80.000 euros, carísima, que yo no he visto en la vida, y mi compañero Mario Gómez descubrió que esos planos no se habían hecho un mes antes, sino seis meses antes». El «riguroso y meticuloso» informe de la Guardia Civil –en palabras del fiscal José Luis Díaz Manzanera– no respalda este supuesto.

Además, en el PSOE se refirieron constantemente al Consistorio de la capital como «la zona cero de la corrupción» . El secretario de Organización federal, Santos Cerdán, reconocía en una entrevista a 'Diario de Navarra' que uno de los detonantes de la operación fue el famoso pendrive de 2 gigas que entregó Mario Gómez a la Policía Nacional.

Pero el PP tampoco está libre de pecado en lo que se refiere a denuncias contra sus adversarios políticos que luego quedan en nada. Una semana antes de la presentación de la moción de censura, los populares anunciaron una querella contra Mario Gómez por los presuntos delitos de infidelidad en la custodia de documentos públicos y violación de secretos, asegurando tener pruebas de que filtraba información confidencial del Ayuntamiento a la prensa. Nunca más se supo de esa denuncia. Gómez dudó incluso de que se llegara a registrar.

Además, el PP regional se querelló contra Diego Conesa por los audios en los que incitaba a estirar el chicle, ya que en los mismos invitaba a tener «guiños» con medios de comunicación amables con el PSOE. El juez ni siquiera la admitió a trámite.

Durante la apertura del Año Judicial, el presidente del TSJ y el fiscal superior criticaron el «uso abusivo» que los partidos hacen de la Justicia cuando presentan denuncias sin fundamento contra sus rivales políticos.