Cesa el apoderado de la desaladora de Escombreras
José Manuel Ferrer, uno de los investigados por el 'caso la Sal', ha sido relevado por el director general del Agua y el gerente de Esamur
José Manuel Ferrer, que fue gerente del Ente Público del Agua, y que es uno de los investigados en el 'caso la Sal', fue destituido de su cargo el pasado 18 de junio, según se ha sabido ahora. Su puesto al frente de la sociedad Desaladora de Escombreras fue asumido por el director general del Agua de la Consejería de Agricultura, Sebastián Delgado, y por el gerente de Esamur, Joaquín Ruiz, informó ayer el Gobierno regional.
En julio de 2008, José Manuel Ferrer sustituyó a Amalio Garrido como gerente del Ente Público del Agua (EPA) -del cual dependía la mercantil Desaladora de Escombreras- vinculado a la Comunidad Autónoma. Después desapareció el ente, y se convirtió en administrador gerente de la desaladora, y últimamente en apoderado, cuando esta sociedad pasó a depender de la entidad regional de saneamiento (Esamur). Ferrer manifestó en el año 2013 que la Comunidad no podía pagar la factura de la desaladora, según el arrendamiento suscrito con la empresa del grupo ACS propietaria de la planta, y cuyo precio final alcanza los 600 millones de euros al término del contrato.
Desde su puesto, Ferrer intentó en varias ocasiones renegociar el contrato para reducir el precio. Asimismo, indicó que esta desaladora es necesaria para paliar el déficit de agua. En estos años, la planta nunca ha superado los 20 hectómetros anuales de producción.
En marzo de este año, la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Murcia María del Mar Azuar, que lleva el 'caso La Sal', decidió investigar a once presuntos implicados en una supuesta trama malversadora, entre ellos los dos antiguos gerentes del Ente Público del Agua, Amalio Garrido Escudero y José Manuel Ferrer
Previamente, en mayo de 2016, Ferrer compareció en la comisión de investigación de la desaladora que se puso en marcha en la Asamblea Regional, donde defendió la necesidad de esta instalación y declaró que en el primer consejo de administración advirtió de que «era imposible llevar a cabo la operación». «Llamé a los señores de Hydro Management y les dije que no podíamos cumplir el contrato porque se había caído de la demanda de agua de los ayuntamientos» a causa de la crisis económica. Ferrer planteó renegociar los acuerdos. Añadió que el coste de la inversión no podía repercutir en la tarifa.