Los cerca de 7.500 alumnos que harán la Ebau afrontarán notas de corte altas pero frenadas

Las medias mínimas para lograr plaza en los grados más solicitados en la Universidad de Murcia (UMU) y la Politécnica de Cartagena (UPCT) se contienen esta convocatoria, después de tres años de destacadas subidas propiciadas por los cambios en las pruebas aplicados por la alerta sanitaria de 2020 y la inflación de notas en Bachillerato.

El ya conocido como 'modelo pandemia' de exámenes, con más opciones de preguntas a elegir que en las pruebas previas a la covid-19, se mantendrá también este año. El formato, que se diseñó en 2020 para compensar las dificultades generadas por el confinamiento, se mantiene cuatro años después, y será así hasta que el Ministerio termine de concretar cuándo aplicará los grandes cambios de la reforma. Así, el modelo de exámenes de este curso será casi igual al del pasado.

Los 'numerus clausus' –que en realidad son solo una aproximación a lo que podría pasar este año, pero nada más allá de una orientación– definitivos quedan en cifras similares a los del curso anterior, con ligeras bajadas en muchos grados y unos pocos repuntes al alza. Tampoco había ya margen para que subieran mucho más, ya que en los tres últimos cursos han ido anotando subidas destacadas que tocaron techo el pasado año.

El cambio de modelo de examen acordado en 2020 para compensar las restricciones de la pandemia, que se ha prorrogado otros cuatro años más por diversas razones, sumado a la burbuja de sobresalientes que se ha ido inflando en los últimos años también en los institutos, han ido propiciando una inflación de las notas de corte que parece haber tocado techo en las últimas publicadas después del proceso de admisión para este curso.

Las medias más altas se concentran en los grados que mejores salidas laborales ofrecen a los titulados en la actualidad: las de ciencias puras y las ingenierías; (es decir, las carreras denominadas Stem) y las relacionadas con las ciencias de la salud. Esos títulos no solo registran más demanda, sino que los alumnos que los solicitan tienen además mejores medias. En cambio, los grados del área de Humanidades registran cada curso menos presión para lograr una plaza.

El título con la nota de corte más alta vuelve a ser Medicina, con un 13,157 sobre 14, ligeramente inferior al curso anterior, cuando quedó en 13,25. El doble grado en Matemáticas e Ingeniería Informática, con un 12,9 denota de corte (que es la del último alumno que entró); el grado de Matemáticas, con un 11,4; Física, con 11,11; y el doble grado de Matemáticas y Física, con 11,007, son otros de los grados de ciencias en el 'top' de la demanda. Los títulos sanitarios siguen arrasando también; con Medicina, despuntan Veterinaria (11,5), Farmacia (11,7) y Odontología, con un 12,4 sobre 14. Otros dobles grados del área de Ciencias Sociales como los de Educación Infantil y Educación Primaria simultaneados con Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y ADE y Derecho, que alcanzó un 12,2 en la última lista de la UMU, también están entre los más cotizados.

Los mensajes lanzados desde diferentes organismos y patronales sobre la necesidad presente y futura de ingenieros en el mercado laboral parecen haber calado entre los estudiantes, y ha repercutido también en las notas de la corte de la UPCT. La más alta es la de Ingeniería Biomédica, con un 12,64. Le siguen el doble grado en Biomédica e Ingeniería Electrónica, con 12,33; y el doble grado en Ingeniería Mecánica y Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo del Producto, con 12,407. El grado de Ciencia e Ingeniería de Datos, una de las profesiones con más tirón, alcanza también el 11,21.

La demanda de plazas en las universidades públicas de la Región se mantuvo en cualquier caso elevada y la tasa de ocupación media quedó por encima del 85%. Entre los grados con la tasa de ocupación más baja, destacan Geografía (solo cubre el 22% de su oferta), Sociología (un 37%), Ciencias Ambientales (60%) y Relaciones Laborales, que ocupa el 54% de su oferta.

Las pruebas de este año mantienen el esquema en vigor desde 2020, pero comienzan a introducir algunas de las modificaciones planteadas por el Ministerio. La principal novedad para la Ebau 2024 consiste en que, en aplicación de la última ley educativa (Lomloe), los estudiantes podrán elegir si se examinan de Historia de España o de Historia de la Filosofía en la fase general. Hasta ahora, todos alumnos se examinaban de la materia de Historia de España en la fase general, que incluye también el resto de exámenes de materias troncales: Lengua Castellana y Literatura, Lengua Extranjera y la materia de modalidad que hayan estudiado (Matemáticas II, Matemáticas Aplicadas, Latín II y Fundamentos del Arte II).

Los alumnos podrán este año, por primera vez, escoger entre las asignaturas Historia de España e Historia de la Filosofía en la fase general, que es la obligatoria. La nota máxima que se puede alcanzar con la media de las calificaciones de los cuatro exámenes de esa fase es un 10.

La fase voluntaria, que es la que permite subir la nota desde el 10 hasta el 14, abarca este año un catálogo de 32 asignaturas, de las que los alumnos escogen un máximo de cuatro (y cuentan las notas de los dos mejores exámenes). En ese abanico de materias a elegir están incluidas de nuevo las materias de Historia de la Filosofía e Historia de España, pero, en el caso de la Región, esas dos asignaturas no ponderarán en ningún grado, al igual que ocurre en otros distritos. Al menos los campus de cinco autonomías (Cataluña, Galicia, Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana) comparten el criterio de Murcia y en esos distritos universitarios tampoco ponderarán. Así que, en la práctica, parece previsible que los estudiantes que quieran subir nota no las seleccionarán en la fase voluntaria porque no les ponderan.

Por lo demás, las pruebas serán similares a las de los últimos años, aunque habrá que ajustar cambios en la duración de los exámenes de la fase voluntaria. La comisión organizadora de las pruebas se reunirá en las próximas semanas para concretar las novedades.