El velero 'Gure Izar' hace agua en el astillero de Navantia en Cartagena
Desde que llegó al puerto no ha tenido más arreglos y el deterioro irreversible en los últimos años causó una vía de agua en su casco y el posterior hundimiento
LA VERDAD
Miércoles, 4 de septiembre 2024, 00:04
El bergantín goleta 'Gure Izar', un buque escuela de uso civil, se hundió este martes en el muelle de motores del astillero de Navantia, donde lleva atracado más de una década. Allí llegó para una serie de trabajos de mantenimiento, pero un juzgado embargó a su propietaria, Fundación Aulamar, y el barco quedó abandonado a la espera de darle uso.
Desde que llegó a Cartagena no ha tenido más arreglos y el deterioro irreversible en los últimos años causó una vía de agua en su casco y el posterior hundimiento, aunque las razones exactas de los hechos están siendo investigadas. Este martes ya se podían ver solo los mástiles de las velas. Los servicios jurídicos de Navantia estudian qué hacer con el barco. Ya se han puesto en contacto con Capitanía Marítima de Cartagena y con el Arsenal para tomar las medias oportunas y necesarias, pero lo que sí está claro es que habrá que reflotar la embarcación, con casco de madera.
Fuentes del astillero recalcaron que la goleta no es de titularidad de Navantia. La propietaria es la Fundación Aulamar, que promovía la navegación entre menores con diversidad funcional y con riesgo de exclusión social. De ella fue presidente el exministro de Defensa Pedro Morenés, que llegó a invertir en este proyecto 1,5 millones de euros, según diferentes medios de comunicación. En su transformación también participaron empresas privadas.
Con 39,40 metros de eslora y capacidad para una dotación de 32 personas, compuesta por 8 tripulantes y 24 alumnos y pasajeros fue primero un barco pesquero y después fue transformado en buque escuela totalmente adaptado a las necesidades de personas con movilidad reducida. También estaba equipada con señalización Braille, con sistemas electrónicos potenciadores de las señales visuales y sonoras, que permitían la presencia de personas con discapacidades visuales y auditivas.