Los vecinos de Cabo de Palos exigen medidas de cara al verano para frenar los botellones

Esta vez no quieren esperar a que los fines de semana sus calles, sobre todo las de Cala Flores, se llenen de chavales consumiendo alcohol en la calle. No quieren verse en la obligación de tener que esquivar los fines de semana por la mañana bolsas de plástico, botellas de cristal, vasos y basura. Por eso, se han unido para hacer presión al Ayuntamiento y «conseguir que nos hagan caso y tengan en cuenta nuestras reivindicaciones», explicó una de las vecinas de la zona, impulsora de la recogida de firmas, María Vera.

Y es que aún no han llegado los meses veraniegos ni los turistas en masa, pero la pasada semana, durante los días festivos de Semana Santa, ya tuvieron que soportar la música y los gritos de los jóvenes haciendo botellón. No fue en el número que se junta en julio y agosto, «pero vemos que esto sigue igual y nadie hace nada. Lo que no queremos es ver la misma estampa de cada verano», añadió Vera.

Durante esos días, las quejas fueron constantes respecto a la atención municipal, que según los vecinos fue más bien «escasa», porque solo había una patrulla policial para toda la zona, aseguraron a LA VERDAD. Pese a que hubo presencia de la Policía Local para disuadir a los jóvenes, los residentes quieren una solución para las próximas vacaciones. «No podemos llegar al verano con el mismo problema. Para el Ayuntamiento y la alcaldesa [Noelia Arroyo] debe ser una prioridad ya», reivindicó Vera. En la zona donde se organizan estos botellones viven en invierno más de dos mil personas.

Pese a sus esfuerzos, ven con desilusión que la campaña de recogida de firmas realizada el pasado año «no ha servido para nada», de ahí que estén pensando muy seriamente en «convocar una protesta en la calle», indicó la impulsora de la campaña de recogida de rúbricas.

«La alcaldesa me dijo que el botellón este año lo paraba. Espero, igual que los vecinos, que sea así», explicó Antonio Fructuoso, propietario del supermercado Eurospar de Cabo de Palos. Él, junto al propietario del restaurante que hay junto a su establecimiento, La Pescadería, es el principal perjudicado por esta situación. Quiere soluciones «urgentes», para evitar que esto vuelva a ocurrir Directamente también lo vive Pilar Martín, vecina de la calle Brezo, donde los jóvenes acaban cuando son desalojados en alguna ocasión de la zona del supermercado. «Molestan mucho por la noche cuando salimos a la terraza e intentamos disfrutar un poco en familia. Lo peor de todo es que en una zona verde cercana hacen de todo, incluso practican sexo», admitió esta vecina.

A ella le gustaría participar de alguna de las reuniones que celebra la Mesa del Pacto por la Noche, «para proponer mis ideas». Cree que la mejor forma de evitar estas reuniones es impidiéndolas, por eso su opción más clara pasa por que la Policía Local haga acto de presencia en las áreas más utilizadas por los jóvenes. «La disuasión es la única forma que mucha veces hay de evitar este tipo de encuentros», concluyó.

El aluvión de críticas de vecinos, turistas y grupos políticos por los macrobotellones del pasado año en Cabo de Palos, por las constantes concentraciones masivas de jóvenes de julio y agosto, llevaron al gobierno municipal a reaccionar con el despliegue de un dispositivo de control. Pero lo hizo, ya en septiembre y el último fin de semana, una acción que los residentes criticaron con contundencia, pues creen que ese tipo de acciones debieron hacerlas a principios de la temporada veraniega.

Para acabar con los botellones, no solo en Cabo de Palos sino también en otras zonas del municipio, el Ayuntamiento de Cartagena ya tiene trabajando al grupo de seguridad ciudadana de la Policía Local. Este está formado en la prevención de este tipo de concentraciones para evitar que se repitan los casos de la pasada época estival.Este grupo operativo, según fuentes municipales, está realizando controles de los botellones durante todos los fines de semana en el centro de la ciudad, y desde el pasado 1 de abril, los fines de semana en la zona del mercadillo de Cabo de Palos. Estos policías, según las mismas fuentes, hacen seguimiento en redes sociales para comprobar si hay convocatorias. Trabajan de manera preventiva para evitar las concentraciones. Lo hacen cada fin de semana por la zona del casco antiguo, pero también en barrios cercanos a la ciudad donde los jóvenes hacen quedadas para beber en la calle.

En caso de que los haya, las fuentes consultadas indicaron que hay instrumentos sancionadores para evitar ese consumo de alcohol en la vía pública, y evitar su venta a menores. Incidieron en que la lucha contra el botellón no puede venir única y exclusivamente de la lucha y represión de la policía y la administración local.

También tiene que ver con la educación que los jóvenes reciben en su entorno familiar y social. Además, se hace imprescindible la colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con competencias en seguridad ciudadana, para que dispongan de los medios suficientes y necesarios para actuar. Se refería a la necesaria actuación de la Guardia Civil.