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El submarino S-81 pasa la última prueba en Cartagena antes de su entrega a la Armada
Navantia da por superados todos los hitos de seguridad para que el prototipo 'Isaac Peral' pueda entrar en servicio en los próximos meses
Con la prueba de remolcado, el submarino S-81 'Isaac Peral' finaliza este viernes en aguas de Cartagena todas las comprobaciones técnicas y de seguridad ... previas a su entrega a la Armada, prevista para el próximo día 30 de noviembre, en una ceremonia que tendrá lugar en el Arsenal Militar. El astillero público Navantia cierra así un agitado y cuestionado proceso de diseño y construcción que comenzó oficialmente con la orden de ejecución dada por el Gobierno el 25 de marzo de 2004, tras seis años de trabajos previos de definición y concepto técnico en despachos de Cartagena y Madrid. Pero también abre un esperanzador futuro como diseñador, constructor y exportador de submarinos que puede proporcionar importantes beneficios laborales, económicos y de marca a la industria nacional.
Casi veinte años después, la realidad es que Navantia tiene acabado y preparado para operar el primer submarino de diseño y construcción nacional. El 'Isaac Peral' es el prototipo de una serie de cuatro para resurgir la mermada Flotilla de Submarinos española, que actualmente sólo dispone del S-71 'Galerna', con cuarenta años de antigüedad. La Armada y Navantia confían en dar continuidad a la renovación y refuerzo del Arma Submarina en los próximos años con otra serie de barcos convencionales –que no son de propulsión nuclear– basados en la evolución del denominado S-80 Plus.
La prueba de remolcado del S-81 tiene lugar en la tarde de este viernes con la participación del buque de salvamento de la Armada 'Neptuno'. Con ella, Navantia dará por superados todos los hitos de seguridad del barco antes de su entrega a la Armada. Recientemente también realizó satisfactoriamente las pruebas de armamento, consistentes en la comprobación del correcto funcionamiento de los tubos lanzatorpedos en tareas de lanzamiento y minado. La primera prueba de fuego real la hará tras su entrega, durante su puesta a punto para obtener la calificación operativa para el combate y entrada en servicio. Eso tendrá lugar en las primeras semanas de 2024.
Mejoras tras su entrega
Aunque la evolución técnica y las prestaciones del prototipo son las previstas por parte de su constructor, el director de Producción del astillero de Cartagena, Ignacio Núñez del Castillo, avanzó a LA VERDAD que durante los próximos meses habrá mejoras técnicas realizadas a propuesta de la Armada. De la misma manera que está previsto incorporarle en su primera gran carena, dentro de unos años, el sistema de propulsión independiente de aire (AIP) con el que marcarán la diferencia respecto a otros submarinos convencionales.
Todas esas evoluciones mejorarán las tres restantes unidades de la serie: el S-82 'Narciso Monturiol', que debe estar en el agua aproximadamente en un año, el S-83 'Cosme García' y el S-84 'Mateo García de los Reyes'. Estos dos últimos, en construcción, entrarán en servicio en 2027 y 2028, respectivamente, si no hay más retrasos. Y llevarán de serie el AIP que permitirá navegar hasta tres semanas en inmersión con baja firma acústica gracias a un sistema de generación de hidrógeno a partir de bioetanol.
El éxito de las pruebas y la próxima entrega del S-81 'Isaac Peral' colocan a Navantia en el escaparate internacional. Solo una decena de países tienen capacidad de diseñar y construir submarinos. Hasta el momento, naciones como Canadá, India, Egipto, Polonia y Argentina se han mostrado interesadas en el S-80 español de cara a la renovación de los submarinos de sus flotas. Pero no han dado pasos adelante hasta conocer cómo se comporta en buque en la mar. Las prestaciones que, según Navantia, está dando el 'Isaac Peral' y las valoraciones que hacen los responsables de la Armada sitúan al astillero de Cartagena en una posición ventajosa de cara a fabricar y construir submarinos para la exportación, con todo lo que ello supone de horas de trabajo, empleo cualificado e ingresos para el astillero público y la industria militar española.
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