Los sindicatos reclaman en Cartagena una ley de vivienda pensada para los jóvenes

Entre turistas de los tres cruceros que este primero de mayo hacen escala en el puerto de Cartagena con 3.600 pasajeros a bordo, la manifestación convocada por los sindicatos cartageneros con motivo del Día Internacional de los Trabajadores llevó por las calles que separan las plazas de España y del Ayuntamiento un mensaje reivindicativo y exigente a los gobiernos para continuar con los avances sociales y abordar las negociaciones y reformas pendientes «que necesita la clase obrera». «Hay que seguir en la senda del avance social», en palabras de los responsables comarcales de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, José Luis Martínez y José Ibarra, respectivamente.

Cerca de un millar de personas acudieron a la llamada de unas centrales sindicales que se felicitaron por la reducción de la jornada laboral impulsada por el Gobierno, pero que exigieron que el salario mínimo interprofesional siga subiendo para equiparse al encarecimiento de la vida. «Porque suben los salarios, sí, pero es que la inflación está por la nubes», destacó Ibarra. También Martínez llamó a recuperar la negociación en los convenios colectivos pendientes de actualizar. Los sindicatos exigieron además la necesidad de dar nuevas vueltas de tuerca a la reforma laboral para seguir bajando la temporalidad y, sobre todo, encarecer el coste de los despidos.

Además, destacaron el acceso a la vivienda como «uno de los grandes problemas de la clase obrera». Los sindicatos pidieron a los ciudadanos que firmen una iniciativa legislativa popular impulsada por colectivos sociales para exigir al Gobierno autonómico una ley de vivienda que principalmente vele por los intereses de los jóvenes. «No puede ser que la vivienda sea tan cara. La Asamblea Regional se tiene que poner las pilas e impulsar esa ley», reclamó Ibarra.

A la manifestación de Cartagena asistieron este año empleados de las empresas auxiliares del sector naval, que exigen equiparar sus salarios a los de compañeros que trabajan para los astilleros públicos en Ferrol y Cádiz. Llevan «toda la razón», según Ibarra, empleado de Navantia, porque «están haciendo el producto más complejo de la industria española y cobran poco dinero», en referencia a la construcción de los submarinos S-80. Esos profesionales llevan diez días de movilizaciones y protestas en defensa de sus reivindicaciones. En la marcha y posterior acto ante el Palacio Consistorial también participaron representantes de partidos políticos progresistas, como el PSOE, Podemos y Sí Cartagena, sindicatos minoritarios como la CNT y activistas de movimientos sociales feministas.

Otros de los problemas comarcales identificados por los sindicatos en Cartagena son la precariedad laboral en empresas hortofrutícolas y a la frecuencia con la que los cuerpos de seguridad del Estado anuncian operaciones contra empleadores que violan los derechos de sus trabajadores en el Campo de Cartagena. «La Inspección de Trabajo tiene mucho trabajo», indicaron los responsables de UGT y Comisiones Obreras. Tampoco olvidaron los problemas de seguridad que sufre el personal del Servicio Murciano de Salud, con agresiones y amenazas recientes en el hospital Santa Lucía y el centro de salud Virgen de la Caridad, ni la alta tasa de temporalidad en las administraciones públicas.

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