Los recursos contra el concurso público retrasan la llegada del contenedor marrón a Cartagena
Los pliegos han sido escrutados ya en dos ocasiones por el tribunal administrativo, lo que ha obligado al Consistorio a modificarlos
El Ayuntamiento de Cartagena anunció en febrero de 2025 la licitación para la adquisición de los esperados contenedores marrones destinados a la recogida separada de ... residuos orgánicos domésticos. Su implantación es obligada por una directiva europea que fue traspuesta a la vigente Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular. La mencionada norma obliga a todas las localidades con más de 5.000 habitantes a implantar la recogida de biorresiduos antes del 1 de enero de 2025. Pero la realidad es que la mayor parte de municipios de la Región llevan mucho retraso y, en Cartagena, no tiene visos de encontrar pronta solución.
El contrato impulsado por el equipo de gobierno municipal está dando con continuas trabas en forma de recursos de las empresas. Fuentes municipales reconocen a este periódico que, en estos momentos, «se ha vuelto a recurrir el pliego técnico y el procedimiento está suspendido».
El contrato contaba con un presupuesto de más de 4,4 millones de euros financiados en gran parte con fondos Next Generation de la Unión Europea. Se dividió en tres lotes: el principal para los contenedores marrones, y otros dos para los contenedores destinados a la recogida de residuos textiles y aceites de cocina usados.
La Junta de Gobierno ya aprobó un proyecto de 6,2 millones para implantar el tratamiento de residuos orgánicos en el vertedero
En marzo, la Asociación Nacional de Gestores de Residuos de Aceites y Grasas Comestibles (GEREGRAS) interpuso un recurso especial contra los pliegos del lote destinado a la recogida de aceites usados, que fue admitido a trámite y provocó la suspensión cautelar del procedimiento. En mayo, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales estimó el recurso y declaró la nulidad de parte de los pliegos relativos a los bidones para recogida de aceite en bares y restaurantes, obligando al Ayuntamiento a retrotraer el expediente para modificar la documentación y ajustar la licitación.
Pese a la corrección del procedimiento, en julio otra empresa, SAYME Monitorización Estructural S.L., presentó un nuevo recurso que ha provocado una nueva suspensión cautelar del procedimiento de contratación, aunque sin afectar los plazos de presentación de ofertas.
Estos obstáculos jurídicos, en definitiva, vienen a demorar la implantación de un sistema que, en principio, contemplaba la instalación de más de 1.500 contenedores marrones de distintas capacidades, la distribución de 48.000 cubos domésticos y la incorporación de sistemas tecnológicos para la identificación de usuarios y control de la recogida, con el objetivo de aumentar la reutilización de residuos hasta el 65% en los próximos diez años.
El plan del Ayuntamiento era, dada la complejidad del proceso, una implantación gradual acompañada de campañas informativas para la ciudadanía. De hecho, la Junta de Gobierno aprobó el proyecto de 6,2 millones para el centro de tratamiento de biorresiduos en El Gorguel.
Mientras tanto, los vecinos deberán esperar para ver en las calles los contenedores marrones, grises y naranjas, destinados respectivamente a residuos orgánicos, textiles y aceites usados, un paso clave para avanzar hacia una economía circular y cumplir con las exigencias europeas.
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