La presencia de erasmus en Cartagena se duplica este año y se acerca a cifras de antes de la pandemia

La llegada de estudiantes extranjeros, fundamentalmente de otros países de la Unión Europea, era bastante escasa hasta hace diez años. A partir de entonces el Servicio de Relaciones Internacionales comenzó a potenciarlo, en colaboración con la Red de Estudiantes de Erasmus (ESN, del inglés Erasmus Student Network). Esta asociación interconecta a 520 instituciones de 42 países. Entre ellas hay 30 que son españolas. «Cuando empezamos qué habría... ¿entre 70 y 80 alumnos de Erasmus como mucho? Desde entonces hemos montado un programa de actividades que les permita integrarse cuando llegan, conocerse entre ellos y saber más de Cartagena y de toda España», indicó un portavoz de esa organización.

Una muestra son las sesiones de 'Broken Coffee', a las que se invita a los estudiantes extranjeros y que está abierta a los españoles, para promover charlas en varios idiomas que permitan a los intervinientes foguearse en la lengua de sus interlocutores. Tienen lugar cada martes en la Casa del Estudiante. «Pero también hacemos sesiones fuera, como una que tuvo lugar en septiembre en la Cuesta del Batel y que resultó muy amena, porque un francés nos mostró pasatiempos de su país», añadió.

Los jueves por la noche casi siempre hay una fiesta temática. Así se completa una forma de socializar que pasa también por el alojamiento. Los Erasmus se dividen entre los que prefieren una de la residencias «porque interactúas con mas gente», indicó Helen Reichmann y los que han buscado algún piso compartido. Cada vez hay más de estos últimos, en zonas cercanas a las facultades. Esto ya se ha comenzado a notar, incluso en edificios de la Muralla del Mar.

«Elegí las asignaturas en inglés, porque mi español todavía es un poco pobre, pero tengo intención de aprenderlo todo lo más rápido que pueda», aseguró Helen Reichman, a punto de entrar en una fiesta de disfraces en el Pub La Corte de la calle Honda. Disfrutar del ambiente nocturno, «sobre todo con el buen tiempo que hace aquí», subrayó, es, a su juicio, una buena forma de conseguir un buen nivel de conversación». También pretende hacer visitas culturales. «Ya conozco el Teatro Romano», dijo con una sonrisa.

«Yo hablo español bastante bien, porque viví nueve años en Puerto Vallarta, en México, cuando era niño», comentó Alexandro Gadeano. El hecho de haber pasado casi la mitad de su vida en el Caribe le ha permitido guardar en su memoria el recuerdo de «la cercanía y la calidez de sus gentes y de sus costumbres». «Vengo buscando eso, además de informarme sobre el proyecto académico del grado de Administración de Empresas, por supuesto». «Voy a aprender y a divertirme a partes iguales. Son cosas complementarias», añadió.

La afinidad cultural y de las formas de vivir tiene mucho que ver con la distribución por nacionalidades de los alumnos que llegan a Cartagena de otros países. De los 248 contabilizados de 16 nacionalidades distintas, 46 (el 18%) son franceses, y 37 (15%) son italianos. Hay también 14 alemanes. Por lo que respecta a los estudios más demandados, la Facultad de Ciencias Empresariales se lleva la palma, con 80 estudiantes extranjeros matriculados, aunque hay grupos nutridos en las escuelas de Industriales y Arquitectura, lo cual habla bien de sus cualidades y su atractivo en centros académicos de otros países.

La UPCT ofrece la posibilidad de venir el primer semestre, el segundo o los dos que forman un curso. En los últimos años, la opción de estar solo hasta febrero gana por goleada.

La cifra récord de llegada de estudiantes extranjeros fue en el curso 2018-2019, con 261. En el siguiente hubo un ligero descenso, pero las restricciones de movimientos que impuso la pandemia durante todo el calendario lectivo de septiembre de 2020 a primavera de este año hizo que las cifra cayeran a 112. Gran parte del año las clases no fueron presenciales y las limitación de las reuniones, para evitar contagios hizo que no pudiera haber actividades como las que en este otoño han vuelto a organizarse.

Como el 'Broken Coffee', que cada semana tiene un tema. El último tuvo como asunto a debate las diferentes formas de celebrar el día de Todos los Santos en cada país. Salió a relucir Halloween, propio de países anglosajones, pero también las visitas a los cementerios y los ritos y costumbres de cada lugar. Acudir a esta sesiones puede ser muy útil para integrarse y, además, tiene premio académico. Los estudiantes que participen en 13 actividades al cuatrimestre podrán ganar hasta un crédito ECTS. El máximo en un año son dos.