Pandillas de jóvenes convierten el botelleo en Cabo de Palos en foco de conflictos y peleas
El ejecutivo municipal confirma el aumento de la hostilidad; vecinos y hosteleros piden más control y la Guardia Civil promete refuerzos
Intentos de agresión incluso con un arma blanca; amenazas y golpes con puños americanos, hurtos e intimidaciones a chicas, cuyo caldo de cultivo es el ... botelleo y el ocio nocturno, se han convertido en el último mes en la comidilla en los circuitos de jóvenes que salen de marcha por Cabo de Palos. «Es el pan nuestro de cada fin de semana y tiene que ver con la aparición por aquí de personas que otros años no venían», explicó ayer a LA VERDAD Carlos Centeno, un vecino que aseguró que ha sido testigo de varios de estos conatos de violencia. Alrededor de treinta agentes, contando con una docena de patrullas de la Policía Local y tres de la Guardia Civil, se ocuparon el fin de semana pasado de vigilar estos fenómenos, que aumentan además el riesgo de la transmisión de Covid-19. A diferencia de veranos anteriores, se han encontrado con pandillas de chavales que se resisten a hacerles caso y que, cuando son dispersados, dan lugar a hechos potencialmente violentos en zonas alejadas de las tradicionales de ocio, según fuentes municipales
La patronal comarcal de hostelería, Hostecar, se unió ayer al sindicato UGT y a la asociación de vendedores ambulantes para rechazar ese tipo de conductas. «Vemos cómo cada fin de semana se congregan cientos de jóvenes en las inmediaciones del Centro Comercial Las Dunas y Las Amoladeras, donde sin control ninguno proceden a la ingesta desmesurada de alcohol en la vía pública», subrayaron en un comunicado. A su juicio, ha pasado de un incumplimiento de la ordenanza que impide beber en la calle a «ser un problema de seguridad ciudadana y bienestar social».
LA DIFERENCIA
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18 multas hubo hace diez días por beber en la calle, tres por ruidos y cuatro por orden público
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17 sanciones fueron impuestas el fin de semana por 'botelleo', junto a tres por orinar en la calle.
Juan José López Escolar advirtió de que estos sucesos son perjudiciales para su sector porque «degradan la zona como destino turístico y afecta a la seguridad de nuestros clientes, muchos de ellos vecinos de Cabo de Palos».
Pedro Furió, representante de los vendedores ambulantes, también se situó entre los damnificados, porque cada domingo por la mañana «tenemos que limpiar los orines y residuos que la madrugada anterior han dejado allí los jóvenes de botelleo». Desde UGT, José Juan González Salas subrayó que la única forma de atacar este problema es contar con más unidades de policía, dado que el veraneo supone que la población de Cabo de Palos y La Manga se multiplica.
Desde el Ayuntamiento aseguraron que esa petición de incremento ya tuvo respuesta el pasado sábado, con más de 60 agentes diarios en servicios ordinarios y 22 de refuerzo extraordinario por la noche. «Nunca este dispositivo había sido tan amplio, lo que hace que el ratio de policía por ciudadano sea altísimo. Hacemos un gran esfuerzo para garantizar la seguridad en el litoral», replicó el concejal de Seguridad, Juan Pedro Torralba.
Más «actitudes violentas»
Todo ello, entre otras cosas, para «frenar la presencia de individuos que acuden a Cabo de Palos y La Manga de otros lugares con actitudes hostiles y violentas que provocan conflictos y peleas». De hecho, los agentes municipales recibieron de sus superiores instrucciones de ser más estrictos en la imposición de multas a quienes bebieran en la calle, ensuciaran la vía pública y no respetaran la distancia social. Sin embargo, el balance de sanciones arroja un resultado incluso más pobre que el del sábado anterior. Si el día 10 hubo 18 denuncias por beber en lugares no autorizados, siete días más tarde solo hay constancia de 17. Además, hubo siete por orinar en la vía pública y una por incumplir la normativa sanitaria impuesta sobre la Covid-19.
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La Delegación del Gobierno anunció ayer un refuerzo especial de 90 agentes en toda la Región. Al litoral irá el 40%. La distribución en Cartagena será en los cuarteles de Ángel Bruna (2) Cabo de Palos (4) y El Algar (2). Por lo que respecta a la comarca irán a parar a los puestos principales de San Javier (6), de Torre Pacheco (4) y San Pedro (4), y a las unidades de Los Alcázares (2) y La Unión (2). Su labor será de «prevención en seguridad ciudadana y fiscal», indicaron fuentes de la Benemérita. «Esto nos permitirá coordinarnos todavía mejor», aseguró Torralba.
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