El monte Galeras de Cartagena será reforestado con fondos europeos
El Ayuntamiento asegura que dispone de unos 300.000 euros para iniciar una primera fase del proyecto de la mano de dos asociaciones ecologistas
El Ayuntamiento de Cartagena emulará el proyecto de Bosque Romano en Galeras. Tras adquirir a Defensa los terrenos, la alcaldesa, Noelia Arroyo, reunía este martes en el Palacio Consistorial a dos de las asociaciones que participan del proyecto municipla que se desarrolla en Canteras: la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse) y la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (Arba). La intención de la regidora era hacerles partícipes de su voluntad de contar con su ayuda para emprender un ambicioso proyecto de reforestación en este rincón del municipio y su castillo.
El futuro proyecto, que empieza desde ya a redactarse, tiene intención de captar fondos europeos. Ambas entidades cuentan con experiencia contrastada sobre el terreno. Mientras Arba, más especializada en reforestaciones, ha realizado previamente intervenciones en otros puntos del municipio como Cabo Tiñoso o Calblanque, Anse, con un espectro de actuaciones de conservación más amplio, también ha realizado en el pasado plantaciones en entornos como el castillo de la Atalaya.
El equipo de gobierno municipal quiere, aprovechando las sinergias tendidas con ambas a través de Bosque Romano, continuar con este proyecto de Galeras para el que, según calculan portavoces municipales, se podría disponer con carácter inmediato de una partida de unos 300.000 euros para iniciar una primera fase de actuaciones a través del denominado programa 'Horizont'. «Entendemos que da tiempo a que las entidades nos presenten un proyecto que será nuestra propuesta en ese programa», señalan desde el ejecutivo municipal.
90 hectáreas
La superficie total de actuación, según las estimaciones municipales, abarcaría cerca de 90 hectáreas de terreno forestal. Desde el Ayuntamiento dan por supuesto por la experiencia previa que la reforestación no podrá consistir exclusivamente en la compra de plantones y su posterior siembra. «No se puede dejar todo en manos de la naturaleza y entendemos que será preciso poner en marcha sistemas de captación de agua pluvial para el riego, sobre todo durante los primeros años, en los suelos replantados. Exactamente del mismo modo que hemos hecho en Bosque Romano», explican portavoces del Consistorio, que también avanzan que se prescindirá del pino carrasco como especie de repoblación por su mala adaptación al terreno y se optará por otras autóctonas como la sabina mora.
Según trasladan a este diario fuentes del ejecutivo municipal, la intervención en Galeras, tiene visos de continuidad mientras se vayan obteniendo nuevos fondos. A grandes rasgos, la visión municipal es que el proyecto tenga una visión global que conjugue la recuperación de patrimonio histórico con esa mencionada restauración ambiental que garantice accesos seguros y permita un uso ordenado del entorno.
Sobre la mesa del equipo de gobierno está resignificar el castillo como albergue que potencie el senderismo y el turismo de naturaleza
En lo que a la recuperación del patrimonio defensivo se refiere, si bien el cuartel de Fajardo y sus baterías tienen visos de encontrar un futuro próspero mediante su transformación en un complejo hotelero, el porvenir del castillo de Galeras es una asignatura que preocupa mucho 'intramuros' del Palacio Consistorial. Todavía se está cerrando la propuesta definitiva, pero la intención pasa por convertirlo en un albergue público que acoja actividades relacionadas con el senderismo y el turismo de naturaleza. Un aspecto en el que enlaza a la perfección con esa restauración de la masa vegetal que se busca para el resto del monte.
Paso al senderismo
De la intervención en el castillo de Galeras, el ejecutivo también quiere hacer partícipe a la Asociación de Fortalezas y Castillos de Cartagena (Aforca) para que, al igual que con Arba y Anse, el proyecto discurra de la mano y con la participación activa del tejido asociativo local. Aforca, de hecho, ya expresó en este periódico su preocupación porque Galeras acabara en manos privadas y que ello pudiera suponer un menoscabo al acceso libre al monumento por parte de vecinos y senderistas. Asimismo, como también recogió LA VERDAD, las asociaciones ecologistas esperaban ansiosas un nuevo proyecto que extendiera las reforestaciones más allá de Bosque Romano.
El equipo de gobierno destaca a este diario que la voluntad del Ayuntamiento es, con esta intervención, potenciar la renaturalización del entorno más próximo a la ciudad, destacando que son pocas las urbes en todo el país que dispongan de montes cercanos para la práctica deportiva. Todo al mismo tiempo que se fomenta una imagen más verde de la sierra cartagenera, que quedó especialmente mermada de masa vegetal en los pasados siglos por la necesidad de la Armada de disponer de madera abundante para la construcción de navíos en sus astilleros.
Antenas de la Armada
El castillo de Galeras es una de las pocas instalaciones militares que continúa en uso. Muy al contrario que otros tantos elementos defensivos que continúan deteriorándose o que han tenido que ser intervenidos con fondos públicos como es el caso del Fuerte de Navidad o la batería de San Leandro, actualmente en obras de recuperación. La última función militar del castillo de Galeras, que lleva dos décadas cerrado, fue la de servir de observatorio meteorológico. En el marco del acuerdo con el Ayuntamiento, la Armada acordó con las autoridades municipales mantener allí unas antenas necesarias para sus comunicaciones, por lo que conservan derecho de servidumbre.
A todos estos aspectos aludió de forma somera la alcaldesa durante el reciente debate del estado del municipio en el pleno celebrado la semana pasada. Arroyo recalcó entonces como importantes avances la adjudicación por parte del Ministerio de Cultura de la redacción del Plan Director de Castillos y Baterías, así como el interés del empresario navarro Antonio Catalán, de AC Hotels by Marriott, por restaurar y convertir en hotel el cuartel de Fajardo. «Un modelo de recuperación patrimonial vinculado al turismo de calidad, sin coste para las arcas públicas y con generación de empleo», remarcó la regidora cartagenera.