La figura de Juan Martínez Simón
La polémica de los sobres y la política sucia en Cartagena
Juan Martínez Simón, nacido en 1945 en Los Gallardos, Almería, y llegado a Cartagena a los 17 años, es recordado tanto por su brillante carrera ... política como por el escándalo que marcó su salida del Ayuntamiento. Profesor de profesión, su trayectoria en el Instituto Politécnico de Cartagena, donde ascendió a director, lo posicionó como una figura influyente en la vida local, antes de dar el salto definitivo a la política en 1983.
En las elecciones municipales de ese año, Martínez Simón se presentó como sucesor del alcalde socialista Enrique Escudero de Castro. Su victoria con mayoría absoluta lo convirtió en el nuevo alcalde de Cartagena, cargo que desempeñó con notable apoyo ciudadano. Sin embargo, su mandato, que comenzó con fuerza y determinación, se vio empañado por un escándalo de repercusión nacional.
La polémica de los sobres, que estalló en enero de 1987, marcó un antes y un después en la vida política de la ciudad. Un periódico local denunció que el alcalde había repartido 28 millones de pesetas entre los concejales de la Corporación municipal, un acuerdo aprobado bajo la más estricta confidencialidad entre todos los partidos, incluidos el PSOE, Alianza Popular, el Partido Cantonal y el Comunista.
El mayor error de Juan Martínez Simón, que en última instancia le costó la alcaldía de Cartagena, fue la decisión de ocultar y negar reiteradamente el reparto de este dinero entre los grupos políticos. Aunque la operación había sido aprobada de manera legal a través de un decreto firmado el 28 de mayo de 1986, para lo que entonces se llamaba «compensación de gastos», y contaba con el acuerdo unánime de todos los partidos municipales, el secretismo con el que se manejó y la negativa a admitirlo públicamente se convirtió en un error fatal.
En ese momento, no existían mecanismos claros de remuneración para el trabajo de los concejales tanto en el gobierno como en la oposición. Este tipo de subvenciones eran, en cierta medida, una forma de cubrir ese vacío. Sin embargo, la falta de transparencia en el proceso, sumada a la impresión de que el dinero estaba beneficiando personalmente a los concejales, generó una indignación masiva en la opinión pública.
La decisión de manejar el reparto bajo un «pacto de caballeros», que implicaba un silencio colectivo por parte de todos los grupos municipales, fue vista como una maniobra poco ética, ya que se pretendía mantener a la ciudadanía al margen de lo que estaba ocurriendo. Este pacto, que inicialmente tenía como objetivo evitar la polémica, supuso el estallido de una crisis que expuso a todos los involucrados, pero especialmente al alcalde, como el principal responsable de la falta de transparencia.
En última instancia, esta gestión defectuosa de la situación debilitó políticamente a Martínez Simón. Sus adversarios fuera de su partido y sus enemigos de dentro aprovecharon esta coyuntura para atacarlo, lo que culminó en su destitución a través de un movimiento de censura.
El liderazgo de Juan Martínez Simón en Cartagena no solo se vio amenazado desde dentro del Ayuntamiento, sino también desde las altas esferas del Partido Socialista en la Región de Murcia. A nivel regional, varios dirigentes del PSOE, encabezados por su entonces secretario general, Enrique Amat, vieron en la creciente popularidad de Martínez Simón una amenaza a su propia influencia política. En lugar de apoyarlo tras el asunto de los sobres, utilizaron el escándalo como una oportunidad para forzar su retirada y promover a otro candidato para la alcaldía de Cartagena.
Amat y otros líderes del partido creían que la posición de Martínez Simón se había debilitado, y temían que su continuidad pudiera afectar a las futuras elecciones. La crítica interna no era solo por el escándalo en sí, sino también por la autonomía que Martínez Simón había ganado dentro del PSOE cartagenero. Su figura, a pesar del escándalo, seguía siendo popular entre los ciudadanos, lo que generaba tensiones con aquellos que aspiraban a tener más control sobre el partido en la región.
Liderazgo y popularidad
Finalmente, la combinación del asunto de los sobres y las presiones internas, tanto a nivel local como regional, logró su objetivo. Martínez Simón fue desplazado de la candidatura, y el PSOE de Cartagena comenzó un nuevo ciclo bajo el liderazgo de figuras más afines a la dirección regional. Sin embargo, esta operación no estuvo exenta de consecuencias para el partido, que sufrió una pérdida considerable de apoyos en las siguientes elecciones locales.
El escándalo de los sobres les dio la excusa perfecta: una moción de censura apoyada por dos concejales socialistas tránsfugas y el Partido Cantonal, con el respaldo de AP, llevó a la destitución de Martínez Simón en favor de Antonio Vallejo, del Partido Cantonal, como nuevo alcalde.
Este episodio manchó el legado de Martínez Simón como alcalde, pero no detuvo su carrera política. Sorprendentemente entre 1989 y 1994, formó parte del Gobierno regional, donde ejerció como consejero portavoz, de Hacienda, Economía y Fomento, y también en la Consejería de Cultura y Educación. Además, ocupó el cargo de presidente del Consejo de Administración de la Caja de Ahorros del Mediterráneo en la Región de Murcia, consolidando su influencia en la vida económica y social de la Región. En 2007, fue seleccionado como vocal consultivo del Consejo Económico Administrativo por la administración de la alcaldesa popular Pilar Barreiro.
El fallecimiento de Juan Martínez Simón en enero de 2024 cierra el capítulo de una vida dedicada al servicio público, marcada por éxitos indudables y sombras inevitables. Aunque el asunto de los sobres sigue siendo recordado, es innegable que su legado como servidor público va más allá del escándalo que sacudió su carrera.
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