Concejales de MC cuestionan ya a López por sus modos tras la bronca con Arroyo
Trascienden por primera vez discrepancias de ediles, que creen que la actitud de su líder eclipsa su labor de oposición y lastra a un partido que aspira a gobernar
El bochornoso espectáculo del Pleno del jueves, reventado por los insultos a la alcaldesa, Noelia Arroyo, del PP, pasa por primera vez factura política ... al concejal José López en el seno del partido que fundó y lidera, MC, cuyas repercusiones se verán con el paso del tiempo. Ayer trascendió que la bronca que protagonizó al llamar «golfa», «corrupta» y «garrula» a la alcaldesa, a la que también mandó «a la mierda», disgustaron a tres de los cinco ediles del grupo municipal. Consideran que su actuación desvió la atención de sus mociones y preguntas en la sesión. Los más molestos le expresaron después su disgusto por ver frenado el impulso para hacer una oposición que saque a la luz el fondo de los problemas y también por quedar siempre como los malos de la película.
El primero que expresó su malestar a López fue Ricardo Segado, concejal al que la bronca le sorprendió cuando trataba de pedir explicaciones al Ayuntamiento por no reclamar para Cartagena el Ara Pacis, un altar romano aparecido hace décadas en el Monte Sacro y que se conserva en Barcelona. El edil se vio cortado varias veces por Arroyo pero también por López cuando trataba de recuperar el uso de la palabra. El escándalo dejó su trabajo totalmente fuera del foco.
El otro que hizo notar al portavoz que no compartía lo ocurrido fue su adjunto, Jesús Giménez Gallo. Según fuentes del partido, él también le reclamó un cambio en la manera de afrontar estos episodios, porque generan mala imagen de MC y pueden restar votos en el futuro. Asimismo, una tercera edil, María Dolores Ruiz, expresó a sus compañeros sus reservas sobre la conducta de López por idénticos motivos. Pero no habló de ello con él, aseguraron las mismas fuentes.
En el fondo, nadie en MC censura a López por los insultos a Arroyo, lo más grave de lo ocurrido el jueves. Sus compañeros piensan que determinados concejales del equipo de gobierno, conocedores de su personalidad agresiva y faltona, dosifican provocaciones contra él durante los plenos para que en algún momento salte. De ello han advertido a López en numerosas ocasiones. Por eso están hartos de que todo el debate político quede oculto en cuanto hay bronca. Y comienzan a estar cansados de que él no se corrija.
Además, el eco de estos episodios en medios de comunicación de toda España amplifican su fama de hombre agresivo, maleducado y machista, pero también proyecta una imagen prehistórica de su partido y de sus representantes.
Algo está cambiando en el entorno de MC tras lo ocurrido el jueves. En el pasado, los exabruptos de López iban seguidos de una corriente inquebrantable de adhesiones en redes sociales por parte de militantes, simpatizantes y algunos votantes. Pero en esta ocasión también han surgido voces discrepantes, sobre todo en estos dos últimos grupos.
Diez años de liderazgo
Todo parecía distinto hace diez años. Entre 2011 y 2015 López ganó notoriedad como comerciante llegado al Ayuntamiento para destapar, como único concejal de su partido, aspectos dudosos de la gestión de la entonces alcaldesa, Pilar Barreiro, del PP. A muchos ciudadanos les pareció apropiado su discurso vehemente, de una llaneza rayana en el populismo y con los agravios de la Comunidad Autónoma y de Murcia siempre presentes. Sus votos le llevaron a obtener cinco ediles en las siguientes elecciones. El pacto con el PSOE le permitió ser alcalde dos años, pero no abandonó unos métodos que degeneraron en conflictos con otros miembros de la Corporación, políticos regionales, funcionarios, periodistas y representantes sociales. Por sus conductas agresivas ha sido condenado judicialmente ya dos veces.
Sin embargo, tras dejar la alcaldía en 2017 y ser expulsado del gobierno meses después triunfó en mayo de 2019. Obtuvo ocho concejales, por siete del PP, seis del PSOE, dos de Ciudadanos y otros tantos de Vox y Podemos. Lo hizo al abanderar de nuevo un proyecto que basa el éxito en su imagen y en su discurso cartagenerista y antimurciano. Su emblema es la defensa del municipio frente a los partidos nacionales y una denuncia constante del maltrato del resto de administraciones, principalmente la regional.
Pero un acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos dejó a MC en la oposición. Y pese a que los ediles socialistas que entraron en el pacto fueron expulsados, el acuerdo a tres con el partido liberal se mantiene sólido. Mientras tanto, MC trabaja para presentarse en 2023 con aspiraciones no solo de ganar, sino de gobernar. Aunque él mismo se cierra puertas.
«Con él no se puede pactar»
En otro momento del Pleno de anteayer, José López manifestó que «hasta que el PP y el PSOE no desaparezcan del mapa político es imposible que la democracia llegue a España. Son la misma banda de sinvergüenzas en su generalidad. Por tanto, con chorizos, ni a la vuelta de la esquina». Un mensaje en redes del presidente Fernando López Miras, del PP, dejó caer, al hilo de todo esto, que «con él [por López] y con su partido negocia el PSOE para las elecciones de 2023».
El desmentido socialista fue tajante. «Con personajes como ese no se puede pactar nada», advirtió el secretario general del PSOE en Cartagena, Manuel Torres. Aseguró, además, que las cosas han cambiado desde que Diego Conesa se ofreció a pactar con MC un nuevo gobierno sin López en la alcaldía. La cosa no fraguó, pero ha habido contactos frecuentes desde entonces. «Si los hubo, fue antes de que yo llegara a la secretaria general», según Torres. «Ahora no hay ninguna conexión y si alguien está manteniendo alguna, no tiene autorización del partido», añadió. Con López fuera de la lista, el PSOE levantaría el veto.
Solo algunos políticos y altos cargos centran su crítica en el exalcalde
Solo algunos altos cargos de la administración y varios políticos señalaron ayer a José López como responsable de la bronca generada en el último Pleno. El delegado del gobierno, José Vélez, enmarcó lo sucedido entre las «actitudes machistas y violentas que no pueden tener cabida en la sociedad y menos entre los políticos», pero sin nombrar a López. El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, censuró «los insultos, el lenguaje violento», para referirse a la vez a lo sucedido en Cartagena y en el Pleno de Murcia. La presidenta de la Autoridad Portuaria, Yolanda Muñoz, del PP, lamentó el «comportamiento bochornoso» de López. El presidente del PP local, Joaquín Segado, criticó que «López solo sabe insultar» y la diputada regional del PSOE, Lara Hernández, subrayó que «llamar golfa a una mujer es machista». Otras personalidades consultadas fueron equidistantes y repartieron responsabilidades por la «falta de educación» y la «bronca» durante la sesión plenaria, sin entrar en el fondo de la cuestión: los insultos.
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