La comisión proayuntamiento de La Manga recoge apoyos en los doce pueblos que prevé unir
Convocará reuniones en sitios como Cabo de Palos, Cala Reona, Playa Paraíso, Playa Honda y Mar de Cristal para saber la opinión de sus vecinos
La comisión proayuntamiento Entre Dos Mares ya ha comenzado a recoger apoyos entre los vecinos de los doce pueblos que quiere unir en un mismo ... consistorio. Lo hizo anteanoche en un encuentro celebrado en el salón de actos del Hotel Cavanna de La Manga, al que asistieron alrededor de 250 personas. La intención de los impulsores de esta causa es hacer lo mismo durante los próximos meses en las poblaciones de La Manga, Los Belones, Las Barracas, Los Carriones, Cabo de Palos, Cala Flores, Cala Reona, Playa Paraíso, Playa Honda, Mar de Cristal, Islas Menores y Los Nietos.
En esa comisión son conscientes de que el camino será difícil. Saben que podrán cumplir la legislación al completo, pero también que tendrán el no de los ayuntamientos de Cartagena y San Javier. Eso les limitaría continuar, pero están dispuestos a llegar hasta el final, hasta los tribunales, concretamente hasta el Supremo.
Su intención, de momento, es recabar apoyos, «cuantos más mejor», indicó a LA VERDAD el presidente de la comisión, Luis Cabello. La razón es que para llegar a buen puerto precisan de conseguir, al menos, el 51% de las firmas de los vecinos de cada una de las poblaciones que quieren unir los miembros de esta comisión. Para conseguirlo, primero quieren difundir sus intenciones, «explicar bien lo que queremos conseguir y los beneficios que supondría, aunque también las dificultades a las que nos enfrentamos», dijo.
Captación de socios
Quieren tantos adeptos a su causa como socios que apoyen de manera decidida sus intenciones y el trabajo que aún les queda por desempeñar. Para segregarse, el primer paso es presentar un estudio de viabilidad a los ayuntamientos de Cartagena y San Javier para demostrar que podrían autogestionarse con recursos propios. Este es el que ya han comenzado a redactar junto a profesores de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Están convencidos de que con los impuestos que pagan al año, tendrían suficientes recursos para mantener una estructura municipal y seguir prestando los servicios necesarios y requeridos por los ciudadanos.
Precisan al menos el 51% de las firmas de los vecinos de cada una de las poblaciones que quieren agrupar
El requisito de población mínima necesaria para lograr su fin también lo cumplen, ya que en la zona de influencia, la diputación del Rincón de San Ginés, hay censados casi 14.000 habitantes, tres veces y media más de los que exige la ley anteriormente citada. El requerimiento para ser núcleos territorialmente diferenciados también lo tienen superado, ya que hay una docena de zonas urbanas bien delimitadas. Una vez acreditado todo ello, el Ayuntamiento deberá pronunciarse a favor o en contra.
De momento, el no del de Cartagena ya lo tienen. Así se lo hizo saber de forma extraoficial la alcaldesa, Noelia Arroyo, a Cabello. De forma oficial, desde el Ayuntamiento insistieron en que su modelo de descentralización es el de las juntas vecinales, un sistema que «se ha revelado como el más eficaz, porque acerca las decisiones a los barrios y las diputaciones». Además, añadieron, que se trata de un modelo que ha conseguido el consenso político, como demuestra el hecho de que las formaciones de la oposición también estén pidiendo extenderlo a más zonas del municipio.
«Sabemos que esto se llevará su tiempo, que es difícil y que supondrá muchos esfuerzos, pero seguro que merece la pena», añadió Cabello.
Segunda intentona tras la fallida de los años noventa
El anhelo segregacionista de los residentes en La Manga y las poblaciones costeras más próximas, frenado en el año 2005 por una resolución del Tribunal Supremo, resurge con fuerza. Un grupo de empresarios y de vecinos ha retomado un camino ya transitado en los años noventa, cuando otros residentes trabajaron por tener un consistorio propio, que consiguiera desestacionalizar La Manga desde los planos turístico y administrativo. En la década pasada resurgió y también pronto cayó en el olvido por la complejidad del objetivo.
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