Las ayudas regionales para la mejora energética de edificios llegan a 64 familias de Cartagena

El consejero de Fomento e Infraestructuras, Jorge García Montoro, visitó ayer a sus residentes y revisó los resultados de los trabajos llevados a cabo en los últimos meses.

«Gracias a esta subvención podrán ahorrarse hasta un 52,7% en el consumo de energía, superando ampliamente el 40% necesario para poder acceder a la subvención», explicó el consejero. El coste de la obra fue de 998.703 euros, de los que 596.478 euros han sido financiados con estas subvenciones.

Estas ayudas, que están enmarcadas en los fondos Next Generation, van en la línea de la Estrategia de Arquitectura y Construcción Sostenible que impulsa el Ejecutivo regional y subvencionan, principalmente, envolventes de fachadas y cubiertas que impacta directamente en el consumo energético de los edificios. En este caso fue instalado un sistema de placas solares fotovoltaicas para autoconsumo e incorporado aislamiento en las fachadas. La subvención también ha permitido realizar actuaciones de conservación como la reparación de humedades, grietas, corrosiones y desprendimientos en revestimientos.

La subvención, que dependerá del ahorro energético que suponga la obra, puede alcanzar los 18.800 euros por vivienda. «Con estas subvenciones no solo se mejora la eficiencia energética del parque residencial de la Región, también fomenta el ahorro de consumo eléctrico de las familias y es un revulsivo para el sector de la construcción», indicó el consejero, quien estuvo acompañado en su visita por el concejal del área de Patrimonio y Vivienda de Cartagena, Pablo Braquehais.

La Comunidad concedió 20.637.469 euros en ayudas para financiar la rehabilitación de los edificios en la Región de Murcia. De todo ello se beneficiarán los dueños de más de un millar de viviendas. Además, supondrán un revulsivo para el sector de la construcción.

Estas ayudas, que están alineadas a la Estrategia de Arquitectura y Construcción Sostenible que impulsa el Ejecutivo regional, financian intervenciones que se plantean sobre la globalidad del edificio para reducir al menos un 30% en el indicador de consumo de energía primaria no renovable y, además, una merma de la demanda energética anual global de calefacción y refrigeración de entre el 25% y el 35%, según la zona donde esté emplazado el inmueble.