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El general Juan Atarés, en una foto de 1978.
El incidente de los generales Gutiérrez Mellado y Atarés en el Cuartel de Marinería

El incidente de los generales Gutiérrez Mellado y Atarés en el Cuartel de Marinería

Ante altos mandos militares, el jefe de la Guardia Civil se enfrentó al vicepresidente del Gobierno y le espetó: «La Constitución es una gran mentira»

LUIS MIGUEL PÉREZ ADÁN HISTORIADOR Y DOCUMENTALISTA

Sábado, 14 de marzo 2015, 01:09

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Se cumplen 40 años de la llamada Transición Española a la Democracia. Pocos países del mundo han experimentado una transformación tan amplia y profunda como la vivida por España en esos años, el paso del régimen dictatorial del general Francisco Franco a un estado constitucional, social y democrático de derecho.

Pero el camino no fue fácil. A pesar del consenso de la mayoría del pueblo, en busca de la democracia y de las personas determinantes que intervinieron en ello, surgieron momentos de máxima tensión que estuvieron cerca de provocar un nuevo enfrentamiento entre españoles de consecuencias impredecibles.

Hoy recordamos en nuestra sección, un episodio ocurrido en Cartagena el 17 de noviembre de 1978 que puede considerarse como un paso más en la escalada golpista alentada por algunos miembros del ejército que se resistían al cambio democrático en nuestro país y que desembocaría en el 23F.

Los hechos que detallamos tuvieron una gran repercusión nacional y el incidente de Cartagena fue uno más en la difícil lucha por la transición. En la llamada 'Operación Galaxia', los conspiradores para llevar a cabo un golpe militar habían elegido el día 17 de noviembre de 1978 para realizarlo, el Rey no se encontraba en España, realizaba una visita oficial a México, el presidente Suárez estaba en Madrid y el vicepresidente y ministro de Defensa, el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado, curiosa coincidencia, tenía prevista una visita a Cartagena para mantener una reunión en el Cuartel de Instrucción de Marinería con más de mil militares entre generales, jefes, oficiales y suboficiales de los tres ejércitos.

Hasta ahora no se han establecido vínculos de conexión entre lo planeado por los golpistas de la 'Operación Galaxia' con lo ocurrido en Cartagena aquella mañana del 17 de noviembre, pero si se decidieron por ese mismo día para dar un golpe, seguramente algo habían preparado en nuestra ciudad y que al día de hoy se desconoce.

Pero pasemos al desarrollo de los acontecimientos: el teniente general Gutiérrez Mellado llega a Cartagena para mantener un encuentro en el que quería explicar los cambios políticos que se registraban en España y la importancia que suponía la celebración del referéndum para la aprobación de la Constitución de 1978; presentes estaban todos los jefes de la Tercera Región Militar, con capitanía en Valencia y al mando del capitán general Jaime Milans del Bosch, el capitán general de la Zona Marítima del Mediterráneo, Juan Carlos Muñoz-Delgado y Pinto, en compañía de los demás jefes, oficiales y representación de tropa.

En tono conciliador, el vicepresidente ofreció un turno de palabra a los presentes. En ese momento interrumpió el capitán de corbeta Gonzalo Casado, que leyendo un escrito empezó a enumerar las acciones terroristas ocurridas en los últimos años en España, preguntando a los presentes si era posible votar una Constitución «divorcista y atea». Gutiérrez Mellado le retiró la palabra, indicándole que el tono de su intervención era más propio de un político que de un militar: «Esta es la Constitución del pueblo y no del gobierno», dijo el ministro de Defensa. Fue en ese momento cuando saltó el jefe de la Tercera Zona de la Guardia Civil, el general Juan Atarés Pena, que, increpando a Gutiérrez Mellado, grito: «La Constitución es una gran mentira», exclamando a continuación por tres veces seguidas: «¡Arriba España y viva Franco!». Un gran número de los presentes aplaudió y vitoreó al general Atarés.

En el salón de actos del CIM, se creó un ambiente extremadamente tenso y violento. Gutiérrez Mellado ordenó al almirante capitán general el arresto inmediato de Atarés y su expulsión de la sala. Mientras se retiraba y llegado al umbral de la puerta, se volvió y le grito en presencia de todos «¡Traidor!»

Entre un gran murmullo y fuertes aplausos al general de la Guardia Civil, con gran valentía, el vicepresidente ordenó a todos los asistentes la posición de firmes y dijo que si alguien estaba de acuerdo con Atarés que abandonara también la sala. Es entonces cuando, una gran mayoría, se posicionó con Gutiérrez Mellado aplaudiendo con más fuerza todavía al teniente general.

Sin embargo, Jaime Milans del Bosch acompañó en su marcha a Atarés, volviendo los dos a los pocos instantes a la sala. En esos momentos, Mellado le dijo a Atarés: «Un general que lleva estrellas ha de llevarlas con honor». Atarés se echó la mano al cinto y le respondió muy exaltado con los apelativos de «masón, traidor, cerdo, cobarde, espía».

Finalmente lograron sacar a Atarés y la calma volvió.

Meses más tarde, en el consejo de guerra correspondiente, Atarés resultó absuelto de la acusación de insultos a Gutiérrez Mellado, sentencia que fue ratificada por el propio Milans como capitán general y máxima autoridad judicial de la región. No obstante, Atarés sufrió un arresto disciplinario de seis meses.

Tras el incidente, el general Juan Atarés no volvió a tener ningún destino activo hasta que en 1980 abandonó la situación activa en la Guardia Civil y se fue a vivir a Pamplona, donde seria asesinado por ETA el 23 de diciembre de 1987.

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