Un centenar de voluntarios para acoger y ayudar a los peregrinos
Acompañamiento ·
La disponibilidad, la dedicación y el cariño de un numeroso grupo de personas han hecho posible la atención diaria a quienes llegaban a la ciudad para participar en el Jubileo
Una experiencia maravillosa. «He descubierto que mis compañeros (los voluntarios) son gente estupenda, lo que supone un valor añadido a la experiencia compartida con los peregrinos a los que han dedicado, con generosidad, su tiempo y su amor en la acogida a las personas que han llegado desde otras ciudades», comenta Reyes Lloret que este año ha participado, junto a su marido Wilhelm Burg, en el grupo de voluntariado de la Cofradía de la Vera Cruz. «Ha sido una experiencia muy positiva en la que he convivido con gente muy cariñosa y generosa para dedicar su tiempo libre a los demás expresando, a la vez, un gran amor a la Cruz», añade esta farmacéutica que también hace labores de voluntariado en la Hospitalidad de Lourdes.
La dedicación y la entrega diarias de un centenar de voluntarios, de los que forman parte también los colaboradores de Liturgia (lectores y ministros extraordinarios para la comunión), han permitido atender a los centenares de miles de peregrinos que han participado en más de un millar de celebraciones jubilares. El entusiasmo con el que han desarrollado distintas tareas ha permitido a los Voluntarios del Año Jubilar 2024 vivir una experiencia única. Ya durante la acogida en la iglesia de El Salvador o en el acompañamiento en el ascenso hacia la basílica de las peregrinaciones; ya en los preparativos del ajuar litúrgico para cada ceremonia o ayudando durante las mismas como lectores; ya realizando la colecta o en la distribución de la Comunión así como en la organización de la Adoración a la Santísima y Vera Cruz de Caravaca. Todas estas pequeñas tareas han llevado a este grupo a experimentar la alegría de ser testigos de la emoción con la que los peregrinos se han encontrado con la Cruz.
Han ofrecido información, han acompañado hasta los vehículos a personas con movilidad reducida para facilitar su llegada a la basílica o han empujado sillas de ruedas, han ofrecido una sonrisa amable y han tenido que trabajar sin descanso para acometer la gran labor que se les había encomendado.
Para la celebración del Año Jubilar 2024 era necesario preparar la acogida de los grupos de peregrinos que llegarían a Caravaca para participar en las celebraciones. Desde la Cofradía de la vera Cruz se promovió la creación de un grupo de Voluntarios con la mirada puesta en acoger, acompañar y atender en todo lo que se pudiese a quienes participarían en los actos jubilares.
Antes de la apertura del Jubileo, se hicieron llamamientos a personas, jóvenes o mayores, no importaba la edad, que tuviesen alguna disponibilidad horaria, bien durante los días de la semana o durante los fines de semana para poder participar en este proyecto. Se celebraron reuniones con grupos de jóvenes y con personas que habiendo finalizado su vida laboral disponían de tiempo para ayudar a los peregrinos.
Como resultado de aquella primera campaña se inscribieron más de 80 personas, cuya disponibilidad variaba según la edad y las responsabilidades familiares y laborarles de cada una de ellas. Hubo jornadas de formación para dar datos e información sobre el Jubileo, sobre la Cruz de Caravaca, sobre el Patrimonio de la ciudad y también sobre cómo atender a personas con alguna discapacidad sensorial. Cada voluntario recibió una acreditación y se entregaron chalecos y camisetas, gentileza de Limcamar, uno de los patronos de la Fundación Camino de los Cruz. Estas prendas y los distintivos permitían a los peregrinos reconocer con facilidad a las personas que les acompañarían en su peregrinación.
