La Aemet destaca un periodo sin lluvias torrenciales entre 1951 y los años ochenta
La Agencia Estatal de Meteorología detecta un «aumento significativo» de precipitaciones de gran intensidad en la Demarcación del Segura en la última década
EP
Murcia
Viernes, 8 de noviembre 2024, 00:17
Un estudio elaborado por el meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) Juan Andrés García-Valero ha caracterizado la variabilidad interanual de la precipitación a escala regional en la Demarcación Hidrográfica del Segura durante el período 1951-2019. El análisis de la variabilidad se ha efectuado para tres escalas temporales: anual, estacional y mensual.
Para ello, García-Valero ha empleado una base de datos de alta resolución espacio-temporal de reciente creación y desarrollada por la Agencia Estatal de Meteorología para fines climáticos.
En dicho estudio se detecta un «incremento significativo» de los eventos de precipitaciones de gran intensidad en la Demarcación Hidrográfica del Segura (DHS), definidos como aquellos días con acumulaciones superiores a 40 mm diarios de precipitación media a nivel de toda la cuenca hidrográfica.
El meteorólogo Juan Andrés García Valero analiza las lluvias caídas en los últimos 70 años
Los resultados obtenidos corroboran la existencia de una «importante variabilidad interanual de la precipitación acumulada en todas las escalas temporales consideradas, pero especialmente en la escala mensual». Dicha variabilidad «aumenta notoriamente cuando los acumulados proceden de precipitaciones intensas», según el estudio, que señala que las tendencias analizadas indican una «reducción del número de eventos diarios de precipitación a escala anual, cambio que no se refleja en una disminución de la precipitación acumulada anual, lo que indirectamente nos indica que la precipitación media en un día de lluvia es mayor en los años finales de la serie de estudio que en los primeros años».
Esta precipitación acumulada presenta una «ligera tendencia positiva», aunque «no es significativa estadísticamente», detalla el estudio de la Aemet.
Los episodios de lluvias torrenciales estuvieron ausentes desde 1951 hasta prácticamente la década de los ochenta, haciéndose notoriamente más frecuentes en la última década del período de estudio.
«Toda esta complejidad puede verse acrecentada en la segunda mitad del siglo», advierte el autor
Entre estos episodios, destaca especialmente el que tuvo lugar el 12 de septiembre de 2019, en el que se llegaron a acumular casi 100 litros por metro cuadrado de precipitación de promedio en la cuenca en 24 horas. A escala mensual, solo se aprecian tendencias en dos meses del año. En el mes de junio se observan tendencias significativas, hacia una disminución de la precipitación acumulada mensual, un descenso en el número de días de lluvia y un aumento de la racha seca. Mientras que en septiembre se aprecia una tendencia positiva en la precipitación acumulada media mensual.
Cambio climático
El estudio recuerda que la Demarcación Hidrográfica del Segura es una de las regiones más áridas del continente europeo. «La gran irregularidad que presenta su régimen de precipitaciones da lugar a la aparición de largos períodos de sequía interrumpidos con períodos cortos de intensas precipitaciones».
La gestión del agua en el territorio es «complicada», especialmente en los períodos de escasez, durante los cuales se necesita atender a la importante demanda que ejerce el sector agrícola, así como al consumo de una población cercana a los dos millones de habitantes.
Por otro lado, el exceso de reserva «se vuelve un problema cuando coincide con períodos de precipitaciones intensas, requiriendo en ocasiones desembalsar con el consiguiente riesgo de inundación en las zonas de menor altitud», añade el estudio.
«Toda esta complejidad puede verse acrecentada en la segunda mitad de este siglo si se tienen en cuenta las inquietantes proyecciones de cambio climático, que indican una disminución significativa de las precipitaciones anuales y una mayor recurrencia de precipitaciones intensas, en general sobre toda la cuenca mediterránea», se advierte en este análisis.